Gendarmería custodió obra en el nuevo Boulevard
Se trata del predio vendido por una Sociedad Anónima, comprado por la familia Parra y que los hermanos Melgar reclaman como propio. Luego de tres intentos, las obras comenzaron ayer entre presuntas amenazas e irregularidades. Sandro Melgar cargó sin filtro contra “todos” y aseguró que “las prueban están, la que traba la causa es la justicia”. Por la tarde los gendarmes abandonaron el predio tras solicitar un expediente que no fue presentado. Los trabajadores suspendieron las tareas en el lugar.
Un nuevo capítulo del reclamo que la familia Melgar lleva adelante desde hace años comenzó a escribirse ayer, cuando una empresa constructora inició una obra en un terreno ubicado en 9 de Julio y Chivilcoy que fue comprado por la familia Parra, propietaria de la fábrica de dulces de Río Tala que comercializa productos bajo la firma Arco de Oro.
La familia Melgar volvió a la carga por el predio que, según entienden, fue “robado”. Sandro, uno de los hermanos, asegura que se trata de una compra al menos irregular y reclama como propios los terrenos en los que hasta hace unas semanas tenían ganado de su propiedad. “Otro terrenito más que se queda la Municipalidad con sus testaferros y empresas fantasmas”, disparó Melgar al aire de La Radio 92.3 y criticó duramente a quienes adquierieron tierras sobre el nuevo paseo boulevard. “Es gente que compra de buena fe, sí, con escribanos y abogados que se juegan las firmas” ironizó y aseguró que las tierras se adquieren a través de “boletos de compra-venta inventados” o “con complicidad de la Municipalidad, que les da los números a las inmobiliarias que después consiguen ‘testigos’ e inventan una posesión veinteañal”. Además denunció modificaciones “en catastro”, donde aseguró “hicieron un desastre, desfiguraron todas las manzanas, nosotros éramos número 49 y ahora somos la 135”.
Melgar acusó al menos a cuatro familias de apropiarse de las tierras que reclama como propias, de adquirirlas “tramitando una posesión veinteñal”, y aseguró: “Toda la gente que vive acá sabe bien lo que compró”.
Sandro Melgar apuntó contra “las autoridades”, a quienes tildó como “un grupo de mafiosos responsables” de lo que sucede en San Pedro con la apropiación de tierras y viviendas.
Bronca y amenazas
Sandro expresó su bronca a las reiteradas intimaciones que recibió para actualizar deudas con el fisco y reclamó la misma exigencia por los planos de su vivienda. “A mí que viví toda mi vida me ponen miles de problemas para hacerme los planos de mi casa, me intiman a pagar los impuestos y no me dejan firmar el plano; la municipalidad directamente te dice que no”, aseguró y expresó que desde la comuna restaron importancia a los planos presentados por la familia.
Aseguró que el estado local reconoce como propietario a quien ocupa el predio dándole materiales para que construya su casa, pero “no inicia juicio a la empresa que se apropió y vendió el resto de las tierras”.
“Tengo demasiada documentación para demostrar cómo son las cosas, la que no puede demostrar es la justicia porque tiene la causa trabada”, disparó Melgar e ironizó: “Entonces tengo que buscar un zapallo de estos, que me haga un boleto de compra-venta, un escribano que me certifique la firma y después me presento en la Municipalidad total para ellos vale esa truchada”.
Por último se refirió a las presuntas amenazas que recibió. “Yo quiero que me dejen vivir en paz, que no me vengan a apretar con matones y un gordo sicario ‘papanata’, porque si los que compraron son tan buena gente y compraron de buena fe no entiendo por qué mandaron a decirme que me van a balear la casa”.
“Antes por acá no pasaban ni los perros, sacábamos a mi abuela del barro para poder llegar hasta la 3 de Febrero; nadie se acordaba de los negritos de la barranca y nadie venía; concluyó. Por la tarde, Gendarmería exigió el expediente que es obligatorio para el inincio de cualquier obra y ante la falta de respuestas por parte de los propietarios, la fuerza nacional abandonó el predio y la obra quedó momentaneamente paralizada.