Ganó la violencia y no habrá campeón del año
Lamentablemente por estas horas, todos los que viven el fútbol “chacarero” con pasión estarían pensando en la revancha, en la vuelta olímpica, en los festejos, pero nada de eso ocurrirá. Otra vez la violencia le ganó al deporte y la final entre Banfield y Sportivo Baradero quedó trunca. Envuelta en un manto de dudas, versiones y polémica, el título del año quedará “bacante”. Por primera vez en su historia un torneo local no tendrá campeón. Los graves hechos sucedidos el domingo en la cancha de Sportivo hicieron que se suspendiera el cotejo a los 12 minutos del complemento cuando ganaba el local por 2 a 0. Sportivo anunció que no jugará los minutos ni el partido que queda.
Por primera vez en la historia de un torneo local y por supuesto de la Alianza, no habrá campeón. La primera final del año entre Sportivo Baradero y Banfield concluyó antes de lo debido. Corridas, agresiones, pedradas, balas de goma, y final anticipado. No faltó nada en el polideportivo de la Ruta 41, mientras que en el campo de juego se enfrentaban los equipos de San Pedro y Baradero en la primera final del año.
Será muy difícil hacer una crónica textual de lo que ocurrió el domingo en Baradero, porque hay diferentes versiones que tratan de explicar los hechos, aunque todas llevan al mismo lugar, al de la violencia que empaña al fútbol cuando todo debió haber sido una fiesta.
Lo más llamativo de esta situación es que la mayoría de los relatos marcan un serio déficit en el operativo policial, no solo porque el partido comenzó sin policías adentro de la cancha, sino que se produjo una injustificada represión en las puertas de la cancha donde varios hinchas sampedrinos resultaron heridos por los disparos de balas de goma a pesar de que habían adquirido unas 100 entradas para evitar cualquier desmán en el ingreso. La policía que estuvo a cargo del operativo aseguró haber sido víctima también, ya que al intervenir cuando un grupo de hinchas intentó ingresar por la fuerza tuvo que responder, minutos después recibieron una pedrada en la que fue herido en el cuello el propio Capitán Oscar Gómez y hasta habrían secuestrado un arma de fuego. Además, Sportivo, que nada tuvo que ver en esta historia, sufrió la rotura de una buena parte de su alambrado y postes, lo que seguramente retardará las tareas de mejoras que se estaban realizando de cara al Torneo del Interior y deberá ser repuesto por el club sampedrino.
También es justo reconocer, a pesar de que a muchos les cueste aceptarlo, que en las estadísticas de los últimos años del fútbol de nuestra ciudad, no se recuerda a los hinchas de Banfield involucrados en hechos violentos que hayan parado un partido o por lo menos que se hayan denunciado. Los únicos episodios en los que tuvieron participación acontecieron en otra ciudad (ante Rivadavia por ejemplo), situación a la que seguramente habrá que prestarle atención.
Está claro que nadie puede justificar ni defender esta barbarie, pero ha llegado el momento de tirar todos para el mismo lado, dirigentes, hinchas y jugadores. Con este abrupto final no solo está en peligro el fútbol, peligra la Alianza que sampedrinos y baraderenses supieron conformar para engrandecer el fútbol de esta región.
En la Liga
En la noche del lunes el tema comenzó a tratarse en la Liga Deportiva Sampedrina. Estuvieron presentes los dirigentes de ambas Ligas y los clubes involucrados aunque como se preveía no se sacaron conclusiones claras. Cada institución presentó su descargo con posiciones muy diferentes, las que fueron acompañadas por el relato de cada delegado y de los propios dirigentes aunque hubo apreciaciones que muy poco tuvieron que ver con lo acontecido el domingo.
En conclusión, nadie pudo asegurar una solución a estos inconvenientes, pues sí bien se vieron rostros preocupados Sportivo Baradero no consiguió las garantías que buscaba para poder seguir adelante con las finales y aseguró su decisión de no seguir disputándolas. Mientras tanto ayer al mediodía existieron contactos entre los dirigentes de ambos clubes y allí se confirmó lo que nadie quería… la suspensión definitiva de la final del año.
De todos modos, anoche comenzaba a tomar parte el Tribunal de Penas de la Liga Deportiva Sampedrina, quien deberá rearmar esta historia y decidir sobre unos de los hechos más lamentables que se han vivido en la historia del fútbol de esta región, y el más grave desde que se unieron las dos Ligas.
Pero es cierto que con la decisión tomada por parte de los clubes y abalada por la Liga, parece que muy poco queda por hacer aunque para salvar al fútbol, bueno sería marcar algún precedente y así evitar situaciones como las del domingo.
Sportivo superior
En cuanto a lo estrictamente deportivo, el local fue mucho más que un pálido Banfield. En los 57 minutos que se jugaron, Sportivo superó a Banfield en todos los sectores y hasta dio la sensación que se quedó corto con el 2 a 0 parcial. Los sampedrinos aparecieron más relajados y superados físicamente por el rival, es por eso que no extrañó que a los 38 minutos del primer tiempo Beyer pusiera en ventaja a los baraderenses.
En el complemento, a los 9, apareció De Los Santos para ampliar la diferencia, pero hasta aquí llegó este capítulo porque la violencia volvió a ganarle al fútbol. Así se logró opacar lo que adentro de la cancha era otra historia, la de intentar jugar al fútbol, con lealtad y dignidad, un reflejo muy diferente a lo que estaba pasando del otro lado del alambrado.