Galgueros reavivaron la polémica por la prohibición de las carreras
Un grupo de aficionados a esa actividad, prohibida por ley en la Argentina desde hace tres años, manifestaron el domingo en la ruta 9, a la altura de San Pedro, para pedir modificaciones en la normativa. Organizaciones proteccionistas repudiaron la acción.
Desde noviembre de 2016, en la Argentina están prohibida “la realización de carreras de perros, cualquiera sea su raza”. La ley terminó con las competiciones de animales de la raza Greyhuond, los conocidos perro galgo, y los “galgueros”, desde entonces, buscan revertir la prohibición. El domingo cortaron la ruta 9 en señal de protesta, a la altura de San Pedro.
Desde las 10.00 de la mañana, y con custodia de Policía y Gendarmería, aficionados a esa actividad, ahora ilegal, cortaron el tránsito en la autopista, de manera intermitente, para distribuir volantes. Con banderas y pancartas, llegaron desde diversos puntos del país, en el marco del denominado “colectivo galgueros autoconvocados”, que reúne a criadores de perros galgos de distintas provincias.
“Somos ciudadanos argentinos de bien, amparados en nuestra Constitución, cumpliendo con nuestras obligaciones como ciudadanos y que realizamos una actividad deportiva con el galgo de competición (Greyhuond), en la cual realizamos y promovemos el bienestar animal y la tenencia responsable”, aseguraron.
Luis Nicola, galguero santafesino que vive en Carlos Paz, se quejó ante La Opinión: “Nos están tratando de delincuentes y asesinos, que drogamos los perros, un montón de barbaridades, esto es una persecución”, sostuvo.
“Hay que castigar al que hace mal las cosas, no nos pueden juzgar a todos”, sostuvo y aseguró que quienes se dedican a la actividad cuidan a los animales “como deportistas”.
Tras las elecciones, los miembros de este colectivo volvieron a tener contacto con legisladores y hasta con gobernadores electos para plantearles la problemática. Lo que buscan es modificar el artículo 1 de la ley, para que las provincias tengan autonomía y decidan si quieren reglamentar la actividad.
“Para correr siempre hubo normas y hoy es un desastre porque en la clandestinidad pasa de todo, nadie controla nada, es un riesgo para todos”, aseguró Nicola y sostuvo: “Debería haber una reglamentación, como hay para los caballos, como en los hipódromos, que el Estado controle, porque además esto genera puestos de trabajo”.
Desde la agrupación protectora de animales Alerta Galgo Argentina advirtieron que “los galgueros van a tener que acatar la ley como corresponde” y agregaron: “Acá no nos van a venir con la pasión. Que tengan pasión por el trabajo, no por la explotación a los animales”.
Para las organizaciones proteccionistas, las carreras de galgos forman parte de una actividad que “no está encuadrada como deporte, es una clara muestra del maltrato y crueldad contra los animales”.
“Lo argumentado sobre tema tóxicos, apuestas, evasión de impuestos, trabajo de menores, todo lo demostramos en su momento en las comisiones que trataron la ley, se demostró como es el sistema de los grandes organizadores que se llevaban el dinero y de los muchos que fomentaban ese negocio a costa de los animales”, señalaron.