¿Funcionarioss? Presentes ¿Fuerzas de Seguridaddddd? Presentes ¿Padres y Madresssssssss? Ausentes
El plan de seguridad intensiva de tres meses anunciado por Barbieri tuvo su golpe bajo en la ausencia de los padres que hasta hace dos semanas clamaban por la intervención de la Municipalidad. No hubo incidentes graves durante el fin de semana, sólo un papá borracho llevó a tres chicas al boliche y se resistió al alcoholímetro. Este fin de semana comienzan las matinés.
Con diez nuevos patrulleros, el auxilio de fuerzas de seguridad, los equipos municipales a ritmo intenso y una guardia permanente en el Palacio Municipal, la evaluación de los operativos de nocturnidad desplegados el fin de semana, arrojó resultados positivos.
A las medidas adoptadas, como el cierre de los locales de diversión nocturna a las 5.30 de la mañana, esta semana se agregaron colectivos para el traslado de los chicos mayores de 16, que cuentan con el guiño para ingresar a los boliches con consumo de alcohol.
El Viernes los recorridos acordados con la empresa de transporte público, contaron sólo con dos pasajeras y otras tres que al saber que el boleto costaba 1,50 desistieron del viaje y se marcharon caminando hacia sus domicilios. En total unas 25 personas utilizaron los colectivos durante las dos noches.
Hasta los sacrificados “pancheros” se avinieron a colaborar -pese a las pérdidas que significa para sus negocios- acatando el pedido de Inspección General para levantar sus puestos callejeros en el mismo horario.
Los incidentes fueron casi nulos. El Viernes un menor severamente alcoholizado tuvo que ser rescatado por su progenitor, quien aceptó que “así es la ley” y se lo llevó a su casa y hubo algunas detenciones por parte de la policía que dejaron varias dudas.
El Sábado el caso más llamativo fue protagonizado por un papá que circulaba totalmente ebrio, cuando llevaba a tres chicas al boliche. Un verdadero papelón frente al control que se llevaba a cabo, sobre todo porque se trata de una persona muy conocida cuya identidad no fue revelada. Sólo la presencia de su esposa, lo salvó de tener que quedarse hasta que cesara el efecto etílico, cuando fue llamada para retirar el vehículo.
En total se labraron siete contravenciones y once personas fueron trasladadas durante los controles realizados por Inspección General.
Ausentes “sin vergüenza”
El operativo clamor que hace dos semanas provocó protestas y reuniones multitudinarias, parece haber encontrado la paz a menos de dos semanas de los incidentes que casi le cuestan la vida al joven Anatoli Ostoich e hirieron de manera artera a Valentín, un menor que estaba junto a sus amigos cuando sin mediar palabra fue herido con un arma blanca.
Sólo dos matrimonios y algunos papás que circunstancialmente pasaban a saludar por el Municipio respondieron a la invitación para monitorear y controlar el desarrollo de las actividades nocturnas de sus hijos. “Me quedo tranquilo porque en el boliche dejan afuera a los negros”, dijo un conocido profesional que tiene dos hijos en edad de frecuentar la noche, señalando que es amigo de uno de los dueños de un local nocturno.
“Salimos y nos dimos una vuelta para ver si era cierto que estaban”, dijo una mujer que estacionó en doble fila frente a la Municipalidad para observar la presencia de funcionarios.
En el despacho del Intendente a la 1:30 de la madrugada ingresaron dos jóvenes y poco más de media hora después, lo hizo un matrimonio que mantuvo una charla privada con el primer mandatario.
En la antesala de la Secretaría Privada, personal administrativo y de Inspección General, acompañaban al Secretario de Coordinación, Facundo Vellón, a la Secretaria de Desarrollo Humano, Marta Perret, al Director de Deportes, Sebastián Estévez, al Secretario de Gobierno, Juan Almada, al responsable del Área de la Juventud, Facundo Maseda y a Mario Barbieri.
Desde el Concejo Deliberante las presencias se contaban con los dedos de una sola mano: Mirta Atrip, Luciano Juhant y Juan Miguel Yunes, marcaron su presencia.
Sin la fiebre del Sábado
Con los menores de 16 resignados a las fiestas privadas, mayor presión por la presencia permanente de las fuerzas de seguridad y el anuncio del sostén del operativo por tres meses, los padres parecen estar tranquilos sobre todo a la hora de pensar que ningún chico de barrios marginales se “mezclará” entre los “elegidos en las puertas de los boliches”. Una señal clarísima de la discriminación creciente a jóvenes que sin ser violentos son permanentemente humillados por quienes deciden quienes se divierten y quienes no.
Con respecto a la venta de alcohol, el alcance que tiene el Municipio es escaso. En la mayoría de los casos, “las previas en casas de familia” terminan con chicos alcoholizados en las calles y dentro de los boliches el expendio de bebidas cuenta con el beneplácito de quienes tienen que controlar para evitar males mayores o desbordes de jóvenes cuyos padres entienden que deben tener un local donde bailar.
La triste síntesis, deja al desnudo el reproche cotidiano de los adultos y la desidia a la hora de participar con las herramientas que se tienen al alcance para evitar la ruptura social definitiva y la sumisión de los chicos a mezclas de alcohol con pastillas, porque todo es más “cool”. Una gran porción de padres prefiere distraerse y no ver que la constitución física de sus propios hijos, comenzará a corto plazo a mostrar las consecuencias de la falta de conciencia en el consumo de alcohol y drogas que lícitamente se venden en cualquier parte.
Desde el fin de semana fiesta para chicos
“Si resiste, aparecerán nuevas propuestas” dijo una mamá que aguarda que se cumpla con la ley. Y fue cierto. Desde este Sábado comenzarán las matinés en los boliches. Dos locales abrirán desde horas tempranas para terminar a la medianoche y permitir que los más chicos tengan un lugar para bailar y sin alcohol. Se permitirá el ingreso a menores de 18 años y estará vedada por completo la venta de alcohol. Tal vez, los controles deban hacerse en la entrada para quienes están acostumbrados a beber en “la previa”. Hay que recordar que en pocos días también se acortará el horario de cierre para los boliches donde concurren mayores. Hasta el momento era a las 5:30 y ahora, tras el cambio horario pasará a las 4:30 Hs. Si estas modificaciones resisten y los controles no cesan, la ciudad recobrará poco a poco un clima más sano y normal para los más jóvenes como sucede en otras ciudades y en distintas provincias. Todo depende de “no aflojar”, sostienen quienes están implementando el plan que en dos semanas cambió el mapa de la nocturnidad. Queda pendiente resolver la inclusión de jóvenes de otros barrios más alejados para que no tengan choques con los controles.
Reunión de “Los Chicos”
El Lunes al atardecer se reunieron jóvenes representantes de las escuelas Normal, Socorro, San Francisco e Industrial. La marcha que organizaron la semana anterior los animó a formar una mesa coordinadora que la semana próxima emitirá un comunicado que refleje su postura “más allá de la problemática de la noche”, según aclararon para demostrar que su verdadera preocupación está en la seguridad. Con opiniones más que contundentes, alrededor de cincuenta jóvenes intercambiaron ideas con dueños de boliches y custodios de seguridad. A pedido de los presentes, la prensa tuvo que mantenerse al margen de lo hablado en ese encuentro.
Ahora resta esperar cuál es la respuesta de las autoridades que también serán invitadas a próximos encuentros.