Fuera de Correo
Cristina, Una Presidenta
Señora Berardi:
Las palabras, sobre todo las públicas y escritas, aquellas a las que a mí como lector me devuelven recuerdos y pensamientos a los que no puedo ya renunciar, a veces sublevan y obligan a poner más palabras.
Entonces me encuentro con su relato en el que hay compatriotas que son capaces “de incrustar sus rodillas en la pera y recibir como único pan diario un mendrugo de “tour”. Pobre figura. Y entonces simplemente se me ocurre citar a Felisberto Fernández: “Pero allí mismo empezaron a levantarse esqueletos de pensamientos – no sé qué gusanos les habrían comido la ternura – “.
Fue en tiempos de la última dictadura cívico – militar – algo que supongo Usted no debe haber olvidado – que llegaron a México D.F. otros argentinos, huyendo del secuestro, la tortura y la muerte que inexorables les esperaba, arribaron sin importarle cual fuera la letra de la Terminal. La cuestión era el refugio ante el drama y no el “huir del malestar cotidiano de la queja permanente y la opresión” como Usted señala. Y muchos de esos argentinos estudiaron, se formaron y fueron voz, sabiduría y palabra no solo para el país sino para el mismo México. Por ejemplo, si me lo permite, Juan Gelman.
El colectivo anti “K” que aplaudió la muerte de Néstor Kirchner y que pertenece – nuevamente la cito – a esos “restos de clase media” (ojalá fueran sólo restos) que Usted tan bien describe, seguramente son los mismos que disfrutaron de la “plata dulce” manchada de sangre por Martínez de Hoz , de los viajes a Miami y otros destinos no menos fashion propios de la “gloriosa” era menemista, que nos llevó, especialmente a los que nos dedicamos a laburar y no a especular, como herederos quizás de otra clase media cultora del trabajo y de principios, a la peor crisis de nuestra historia y al quiebre del Estado, finalmente consumado por la Alianza (en la que los radicales, si no me equivoco, tuvieron algo que ver ¿no?).
También asombra la descarnada sinceridad de una confusa confesión que hiere y ofende a tantos, que aún no siendo “kirchneristas” tal vez derramaron, humanamente, una lágrima por el dolor de una muerte; no lo dude, su lágrima, seguramente fue por la frustración de no poder satisfacer su vanidad.
Realmente era para llorar… no poder estar aquí, en San Pedro, acompañando a esa porción de “ciudadanos”, digo, que al igual que sus compañeros de viaje festejó, también con bocinazos y brindó, algunos con champán y otros con tetrabrik…¡Qué puta suerte la suya! Como diría Feimann, “el bueno” (para nosotros)…
Agrede Usted con gratuidad. Abona con palabras similares a las de Cecilia Pando el estandarte de los genocidas, hoy juzgados, sin leyes de impunidad y obediencia debida, – declaradas inconstitucionales durante el gobierno de Kichner – con la teoría de los dos demonios barriendo sin pensar la memoria de treinta mil desaparecidos. No queda claro entonces porque, al menos, dice celebrar, el Juicio a las Juntas y la anulación de las leyes de obediencia debida y punto final. La suya es una contradicción similar a la de Mirta que se “emociona” porque la Presidenta acaricia un cajón que luego sospecha vacío.
Muchos de los que formamos parte de aquella “juventud maravillosa”, la de los `70 que fue secuestrada, torturada, fusilada, desaparecida, y los que quedamos, no dudamos ni un instante en sumarnos a la otra “maravillosa juventud” la del ´83 y recibir con entusiasmo y emoción a ese nuevo líder que parecía saber interpretar lo que la sociedad esperaba de él, pero es verdad, no supo, no quiso, no pudo… no lo dejaron, agregaría yo, propios y extraños… quizás si se hubiese atrevido a ser un poco más irreverente, más audaz, otro hubiese sido nuestro destino.
“¡Sí, que se rompa, pero que no se doble!” dijera Alem. Hubo algunos de sus “correligionarios” que tanto se doblaron que hoy aun no han podido erguirse.
Usted se asombra por la aparición – propia de un pensamiento mágico – por generación espontánea de
Convengamos entonces que Usted “teme” los medios en manos del gobierno, lo que de ninguna manera será así por otra parte; lástima que no asistió a la conferencia de Néstor Busso en la Cámara de Comercio e Industria sobre la Ley de Medios, – ley que como Usted bien sabe ningún gobierno se atrevió a tocar – quién además de ser quizás la persona que más conoce del tema, y que comenzó a trabajar en él hace más de 20 años, (cuando el “kirchnerismo” no era siquiera un proyecto), ni capitalizó las inteligentes preguntas e intervenciones de su periodista, perdiendo la oportunidad su público y Usted de clarificarse sin descalificar; los prefiere en manos de las corporaciones que agitan ese fantasma por temor a perder sus cómodas posiciones y no tienen otros argumentos valederos para sostener; claro, para seguir desinformando, o que se multipliquen las voces “execrables”, por mentirosas y malintencionadas de los mercenarios al servicio de los monopolios, que ocupan la casi totalidad de la grilla televisiva y radiofónica, formateando el pensamiento de los ciudadanos en consonancia con sus oscuros intereses.
Quienes como usted no pueden tolerar las verdades de 6 – 7 – 8 – tienen a disposición un amplio espectro de “otras voces” que les dicen lo que quieren oír; para el resto, no hay más opciones que 6 – 7 – 8 – y alguna que otra respetable alternativa. Desde ya no puedo pedirle que piense y menos que se manifieste de manera discordante con sus mentores y los intereses que representan pero sí que al menos reconozca la calidad de algunos de sus colegas sin que merezcan por su parte el adjetivo de “execrables”.
Por otra parte, ¿qué significa que la Presidenta deba mostrar su costado femenino? No es con su imagen de viuda doliente con lo que ganará las próximas elecciones, si decide postularse, sino con sus dotes de indiscutible cuadro político de este espacio que a partir de la muerte de Néstor Kirchner se muestra en toda su riqueza y dimensión.
Un medio de información es eso, un medio de información, por lo tanto, si Usted se ha decidido a dar por su medio solo su opinión le sugiero que lo rebautice MI OPINIÓN de SAN PEDRO. Será más coherente.
Celebre poder alzar la voz, hubo tiempos en que otros no pudieron hacerlo, aporte a la construcción, mostrando la realidad con disensos sí, pero con memoria y verdad. Ese debería ser su rol como periodista.
No muestre benevolencia preocupándose por la Cristina “mujer”, muestre profesionalidad ocupándose de Cristina Fernández de Kirchner, la Presidenta de todos los argentinos, a quien le sobran dotes y formación para poner por delante su responsabilidad institucional aun, como nunca ha ocurrido en la historia, con un Vicepresidente en contra, que si mal no recuerdo fue un Radical Transversal que adhirió al proyecto, y hoy es un pseudo político que ni da pena.
Ni tendrá gloria.
Lucio Negri
negrilucio@gmail.com
Respuesta de la Directora:
Con gusto publicamos en La Opinión su carta, pese a que no cuento con su identidad. Sus deducciones realmente me sorprenden y creo que serán representativas para muchos que como en su caso, sacan conclusiones rápidamente y sin releer. Afrontar durante 18 años el peso de “mi opinión” no ha sido tarea fácil, como tampoco fue fácil estudiar en tiempos de sangre y dictadura. En nuestra humilde pero DIGNA tarea existen matices suficientes. No fue necesaria mi presencia en la charla de Néstor Busso para que mi voz se alzara en la de las preguntas de mi compañero de trabajo. Lamentablemente ese día estaba recuperándome de un problema de salud que requirió una cirugía. Al igual que Busso, desde el año 1985 he luchado a brazo partido por la multiplicidad de voces en todos los pueblos del interior y apenas pude hacerlo apegada a la legalidad le puse el alma a una radio de pueblo que se sostiene con un mercado acotado pero LOCAL, no contaminado. Le doy estas explicaciones para que pueda mínimamente analizar si los contenidos de su respuesta son tan leales como mi brutal sincericidio en un editorial que muchos hubiesen preferido evitar. No comparto ni sus formas ni las del gobierno, pero siempre encontrará en nuestros medios un lugar para plantearlas.
Gracias.
Lilí Berardi. DNI: 13.505.352