Fue apuñalado pero dice que se trató de un accidente
Carlos Luppi, el empleado del supermercado San Roque que permanece internado en la terapia intensiva del Hospital con estado reservado habría referido a personas conocidas que fue herido accidentalmente por su compañero de trabajo. El suceso tuvo lugar en la sucursal de calle Rómulo Naón; Luppi había recibido una puñalada que le perforó el intestino. Dentro del comercio, reina el estupor porque dicen que ambos hombres eran amigos.
“Fue la peor Pascua que tuvimos que vivir, pero estamos tan sorprendidos como todo el mundo. No podemos creer lo que pasó”, explican todavía quienes conforman el plantel de la sucursal del supermercado San Roque en el que la semana pasada ocurrió un hecho de sangre.
Parte de ese estupor, tiene que ver con una declaración que la propia víctima del suceso hizo al propietario del comercio al expresar que la grave herida que le provocó un compañero de trabajo había sido producto de un accidente y no de una gresca como se había informado desde el primer momento.
Carlos Luppi, de 31 años, es un repositor del lugar que el viernes a la tarde recibió una puñalada en el abdomen y por la gravedad de esta herida aún permanece internado en el Hospital San Pedro con estado reservado. Los médicos informaron que el cuchillo le perforó el intestino y que posteriormente se derramó el contenido de estos órganos en la cavidad abdominal, lo que podría generar un proceso infeccioso. Aunque fue operado de urgencia y el resultado de la cirugía fue bueno, el riesgo de contraer una infección se mantiene y en eso radica la gravedad de la situación.
La dificultad para esclarecer lo ocurrido radica en que hasta el momento la policía no pudo tomarle declaración a Luppi por lo delicado de su estado y tampoco existiría un testigo visual de lo que ocurrió. Sin embargo, el propio Luppi había confiado a su patrón que todo había sido un accidente y le manifestó su deseo de volver a trabajar cuando se recupere.
Tarde confusa
La información brindada por la policía indicaba el pasado viernes que un empleado del supermercado San Roque ubicado en Rómulo Naón entre Colón y Honorio Pueyrredón “discutió con su compañero de trabajo Torres, Juan, arg., 50 años, domiciliado este medio, el cual le aplicó puñalada con arma blanca en zona del abdomen”. En ningún momento se refiere el motivo de la pelea, y para las personas que los conocían no hay explicación alguna.
Una de las testigos principales del hecho que fue la empleada de la fiambrería que en ese momento se encontraba acomodando unos paquetes en la góndola y escuchó el grito de Luppi, y una frase que decía “Qué me hiciste, Juan”. Al dirigirse al sector de la carnicería vio que los dos empleados hablaban entre ellos y que Luppi se tocaba la ingle pero al percibir que había sangre salió corriendo para llamar una ambulancia.
También se escuchó decir al propio Torres que “se me vino encima”, refiriendo así que se habría tratado de un hecho accidental.
Sin embargo, cuando la policía recibió el aviso de la existencia de un herido de gravedad en el Hospital detuvo al supuesto agresor y secuestró el arma, uno de los cuchillos con los que trabajaba Torres en la carnicería.
Al cierre de esta edición, aún no se había logrado tomar testimonio a la víctima y por ese motivo, desde la Comisaría sólo se pudo informar que Torres permanecía detenido y que había sido trasladado a San Nicolás pero por recomendación del defensor no había prestado declaración.
“Estamos conmocionados”
Los propietarios del supermercado explicaron que aún desconocen qué es lo que ocurrió y que los dos empleados eran personas con antigüedad en su trabajo. Sobre todo el carnicero detenido es un empleado que ingresó a este comercio hace muchos años y que incluso después de desvincularse por un tiempo regresó al mismo puesto de trabajo.
Refieren además, que es conocido en la comunidad por desempeñarse como bombero voluntario y mantiene un perfil muy bueno para quienes lo conocen.
“Jamás tuvo una actitud violenta ni nada parecido”, explican.
“Entre ellos se llevaban muy bien, eran amigos, incluso iban a pescar juntos”. Luppi se desempeña como repositor y era tan buena la relación con Torres que incluso al separarse de su pareja, éste último lo había alojado temporariamente en su casa. También explican desde el supermercado que la víctima, que es oriundo de Santa Lucía, solía cubrir al carnicero en algún franco porque era una persona trabajadora y dispuesta.
El viernes, cuando ocurrió el terrible suceso, recién el comercio había abierto sus puertas. Como los propietarios no estaban porque habían viajado fue el cajero el encargado de abrir el lugar.
“Nos parece una película”, explican ahora, mientras esperan alguna definición de la policía o la justicia sobre lo que verdaderamente ocurrió esa tarde.