A fondo contra la venta de drogas
Personal de la Comisaría de San Pedro por orden de la Fiscal Ramos, flamante titular de la Ufi 11, desbarató en solo una semana una banda dedicada a la comercialización de estupefacientes. Hubo nuevos allanamientos y Griselda Merlo continúa detenida.
A la Fiscal Viviana Ramos no le bastó con lo obtenido la semana pasada y ordenó nuevas medidas en la causa donde ya se había secuestrado una gran cantidad de droga lista para comercializar y una considerable suma de dinero en efectivo. Definitivamente, en menos de diez días, desbarató una organización que, entre otras cosas, se dedicaba a la venta de estupefacientes con el agravante que lo hacían frente a un establecimiento educativo; la Escuela Nº 11.
El objetivo de las tareas efectuadas durante la noche del sábado y madrugada del domingo fue profundizar la investigación iniciada días atrás. Por la cantidad de elementos secuestrados se trataría de una de las bandas más importantes de la ciudad en cuanto a la comercialización de drogas, aunque también se investiga la autoría de varios hechos delictivos acontecidos en las últimas semanas.
Desde la Fiscalía volvieron a pedir allanamientos para la casa requisada la semana anterior y otros tres domicilios pertenecientes a familiares y al entorno de Griselda Merlo, la única imputada en el caso, por el momento.
Como se recuerda, la requisa efectuada días atrás estaba relacionada con una secuencia de robos a mano armada originados en la zona céntrica, pero para sorpresa de los policías cuando revisaron la casa había un recipiente en el sector del lavadero donde guardaban la cocaína.
Esta vez la orden judicial enmarcaba el secuestro de probables pruebas que puedan ser sumadas a lo retenido anteriormente. Es por eso que se llevaron para peritar celulares, agendas con anotaciones, dispositivos electrónicos, elementos de precisión, de corte, balanzas y otros que habitualmente se usan para el fraccionamiento y dosificación de sustancias.
De los cuatro operativos realizados, dos dieron resultados negativos y los otros dos fueron positivos. En uno de los allanamientos hallaron tres motos con pedido de secuestro activo, mientras que en la cuarta y última inspección, en el domicilio de Cruz Roja 340, el mismo lugar donde la semana pasada había sido detenida Merlo, retuvieron ocho celulares, tres cámaras de fotos, cinco chips pertenecientes a distintas empresas, tarjetas de memorias, pendrives y dos notebooks, todos elementos de supuesta procedencia ilícita y que contendrían datos de sumo valor para la causa. Además encontraron treinta gramos de marihuana y herramientas para fragmentarla.
Más allá del intenso trabajo de la policía no se produjeron aprehensiones ya que la intención era solo sumar pruebas al expediente.
Detenida y complicada
Las tareas efectuadas durante el fin de semana están directamente relacionadas con la detención de Griselda Merlo, de 34 años, la semana anterior.
La mujer fue apresada en el interior de su casa de la calle Cruz Roja 340. Allí secuestraron 93 envoltorios conteniendo unos 10 gramos de cocaína aproximadamente, valuados cada uno en 100 pesos y listos para ser comercializados junto a 42 mil pesos en efectivo que serían producto de la venta de drogas que en ese lugar se efectuaba.
Merlo es la única imputada y permanece alojada en una dependencia de la zona, apta para la reclusión de mujeres.
La presencia de las motos con pedido de secuestro activo son parte también de la investigación, y la misma podría dar pie para sumar a lo hallado hace unos tres meses cuando en el mismo lugar, la policía encontró una gran cantidad de partes y repuestos, cuadros y motores de distintos tipos y cilindradas de los rodados.
Con los elementos secuestrados en los operativos la Dra. Ramos buscará profundizar la investigación para al menos prevenir y marcar una señal de alerta ante quienes se dedican a la comisión de delitos vinculados al narcotráfico, generadores de una problemática que se ha incrementado notoriamente en la ciudad durante los últimos años y que sortean de algún modo los mecanismos estatales y judiciales que existen para dar batalla al flagelo.