Finalmente, inauguró el Vea
Fue el jueves, pasadas las 17.00, con la presencia de autoridades municipales y de Cencosud. El Intendente cortó la cinta que oficializó la apertura del nuevo supermercado de la multinacional chilena. En el acto de inauguración, tocó la banda sampedrina Galanes.
Luego de una construcción maratónica en la que se tuvo que lidiar con un final de otoño y comienzo de primavera en donde la lluvia fue protagonista, e incluso algunos imprevistos con un principio de incendio rápidamente controlado, la firma multinacional de origen chileno Cencosud inauguró el supermercado Vea en la esquina del ex San Cayetano.
Hasta Balcarce e Ituzaingó se acercaron tanto el intendente Pablo Guacone como sus funcionarios, así como también miembros y autoridades del Concejo Deliberante.
La ceremonia de inauguración comenzó con el show de la banda Galanes, quienes en los últimos días presentaron su CD de estudio; luego tomó la palabra el Jefe Comunal, quien se mostró muy contento por el hecho de que una empresa venga y apueste en la ciudad contratando “alrededor de 70 u 80 empleados nuevos” en momentos de crisis.
Guacone remarcó que “esto no va a perjudicar a nadie, no es la idea” y aseguró: “La idea es que haya una nueva apertura y nuevas oportunidades”. En ese sentido, sostuvo que “al boliche a la vuelta de mi casa seguramente no le va a perjudicar porque por ahí vamos a las 22.00 y va a estar abierto”.
Luego tomaron la palabra los propietarios de éste emprendimiento para agradecerle al Intendente por las gestiones realizadas como también a todo el personal que hizo posible que “sea un hecho este mercado”.
Finalmente, se le acercó a Guacone un chaleco similar al que utilizan los empleados con el logo del Supermercado al frente y la inscripción “te ayudamos a ahorrar” detrás para que haga los honores y realice el corte de la cinta, que formalizó oficialmente la inauguración del nuevo Vea que se instaló en la ciudad. Para finalizar la ceremonia de apertura los chicos de Galanes siguieron con su repertorio mientras los presentes ingresaban al edificio para recorrerlo, utilizando para ello la primera escalera mecánica –una rampa apta para changuitos, en realidad– de la ciudad.