A fin de mes comenzará la operatoria con barcazas en el puerto
Responsables de la empresa Notsa, que anunció una inversión de 50 millones de dólares, vienen una vez por semana al puerto para mantener reuniones con el Consorcio y los representantes gremiales. Lo hacen bajo estricta confidencialidad, pero La Opinión pudo saber detalles de lo que sucederá: el primer buque llega a fin de mes para el trasbordo de harina de soja desde barcazas paraguayas.
El anuncio de una inversión de 50 millones de dólares en el puerto local que hizo el propio Gobernador Daniel Scioli generó un escepticismo que se disipa conforme pasan las semanas, mientras se cumplen los 180 días desde que a mediados de junio la empresa National Oil Trading S. A. (Notsa) firmara el “memorándum de entendimiento” con el Consorcio de Gestión.
Hasta ahora, todas las semanas hay reuniones y visitas por parte de los representantes de la empresa, que prefieren la confidencialidad, por lo que desde las autoridades del Consorcio la única información disponible por el momento es esa: que vienen.
Ya estuvieron el titular de Notsa, Enrique Martínez, y la Jefa de Operaciones de la empresa. Además, harán lo propio responsables de Archer Daniels Midland Company (ADM) Paraguay, firma multinacional que procesa soja en ese país, cuyas cargas saldrán al mundo por el puerto local.
A fin de mes, la primera carga
Fuentes cercanas a los gremios portuarios locales contaron a La Opinión que el jueves de la semana pasada tuvieron una reunión con los representantes de Notsa y que este jueves los tendrán de nuevo por el puerto.
Confirmaron que “a fin de mes llegará el primer buque de trasbordo”. Es decir que la operatoria para la que el Consorcio pidió autorización a Prefectura será una realidad: el barco arribará al puerto para que barcazas cargadas de harina de soja hagan el trasbordo y el producto salga al mundo desde San Pedro.
“Eso está confirmado, se lo pedimos nosotros también, porque es una muestra de que el proyecto va en serio”, confió un trabajador a este semanario cuyo nombre se reserva para mantener la “confidencialidad” exigida.
El pedido fue que empiecen a traer cargas, mientras se cumplen los 180 días para la presentación del proyecto en el Consorcio. De todas maneras, en cada reunión Notsa dijo que su plan sería empezar la obra en septiembre próximo, por eso semanas atrás estuvieron recorriendo la zona del espigón II los técnicos de la empresa Innova Ingeniería S. A, especialista en la construcción portuaria.
Si el proyecto avanza como está previsto, las primeras operaciones en el puerto propio empezarían en julio o agosto de 2015, aunque todas las partes son cautelosas y no dan confirmaciones al respecto.
Manos a la obra
El pedido de que comenzaran a traer cargas tiene aristas importantes. Por un lado, la demostración por parte de la empresa de que las conexiones para el desarrollo del proyecto previsto existen. Por otro, la posibilidad de que los trabajadores comiencen a familiarizarse con la operatoria.
Entre los portuarios hay expectativa. Saben que la aparición de un nuevo actor en el puerto puede romper con lo que ellos llaman el “círculo vicioso del cítrico y el arroz”, principales cargas del puerto local.
Su entusiasmo también quiere mostrar que la mano de obra es buena, que tiene un know how aceitado y que pueden acostumbrarse con velocidad y calidad al trabajo demandado por la nueva operatoria.
“Se venían dando cosas, venían empresas, miraban las instalaciones pero no se daba, ahora podemos romper con eso y tener más trabajo”, señaló otro trabajador. Por ahora, esta tarea demandaría entre 10 y 12 jornales por turno. “No es mucho pero es el principio, se pueden abrir muchas puertas más, lo estamos tomando como una buena iniciativa”, dijo un hombre de los gremios.
El pedido para las barcazas
El Consorcio de Gestión había pedido autorización al Prefecto Rubén Fernández para operar con barcazas provenientes del Mercosur. De acuerdo a lo informado por los trabajadores portuarios que tuvieron acceso a la información que Notsa compartió con los gremios, era para esta operatoria que comenzará a fin de mes.
Como adelantó La Opinión semanas atrás, se trata del trasbordo de granos desde barcazas tipo Mississippi a buques tipo bulk carrier, que atracarán en el muelle de ultramar del puerto local.
Convoys compuestos por 12 barcazas de 10,45 metros de manga por 60 de eslora, de bandera paraguaya, llegarán hasta San Pedro por la hidrovía. En el espigón 1 esperará el buque, junto al que, acoderadas, se ubicarán dos de las barcazas, en segunda andana, mientras otras dos lo harán en tercera, maniobra realizada por un remolcador, que será de 30 m de eslora con una potencia media de 3000 hp.
Dos barcazas son descargadas mediante la utilización de las grúas del buque, mientras las otras dos esperan para realizar la misma operatoria. Las otras ocho, en tanto, esperan su turno en el amarradero puerto San Pedro, ubicado en el km 284 del río Paraná.
Una vez descargadas las primeras dos barcazas, las otras que esperaban detrás pasan a descarga, mientras que aquellas se dirigen, ya vacías, hacia el amarradero, desde donde partirán otras dos cargadas para esperar su turno, ubicadas en tercera andana en el puerto.
La operatoria se desarrolla así, de dos en vez, hasta completar la descarga del total del convoy, compuesto por doce barcazas.
La diferencia con lo que será el proyecto de Notsa, es que la inversión prevista instalará en el espigón 2 grúas para la descarga de las barcazas y el transporte de la carga a las tolvas, para que desde allí sea depositada en las celdas de los silos, desde donde luego serán cargadas al buque.
Un proyecto ambicioso
La empresa National Trading S. A. firmó en presencia del Gobernador Scioli un memorándum de entendimiento con el Consorcio de Gestión del Puerto a mediados de junio pasado. Desde entonces, tiene 180 días para presentar un proyecto, a partir del que será analizada la concesión del espacio público que pretenden utilizar: el espigón 2, hoy sin uso.
El Ministro de Producción bonaerense Christian Breitenstein fue el encargado de anunciar una inversión de 50 millones de dólares para “el primer y más importante puerto de trasbordo del país”.
El proyecto prevé desarrollar un sector de acopio, carga y descarga, con un punto de atraque para buques tipo bulk carrier, “graneleros” de entre 170 y 250 metros de eslora, que implicaría la constante circulación de barcazas que depositarán su carga en el puerto para que sea trasbordada a los barcos, que la distribuirán en el mundo.
Jan Kok, representante de la empresa que estuvo en la firma del memorándum aseguró que pusieron la mira en el puerto local porque tras un análisis de toda la zona notaron que hay condiciones geográficas y características generales que permitirán su desarrollo.
El propio Kok aseguró que serán “miles de barcazas” las que circulen por la hidrovía en dirección a San Pedro. El cálculo inicial prevé que haya entre 60 y 100 nuevos puestos de trabajo, a lo que debe sumarse lo indirecto, por un lado, y lo que podría aumentar en el espigón 1, que “va a quedar como puerto público, y no hay que perder de vista los proyectos de carga de contenedores, que son la carga del futuro”, según explicó Mariano Veiga.