Fiestas y ruidos molestos: el Gobierno se comprometió con vecinos de Villa Jardín a profundizar los controles
Los vecinos fueron convocados por la Comisión de Seguridad del Concejo Deliberante a una reunión de la que participó el secretario de Seguridad, Eduardo Roleri quien se comprometió a "mejorar algunos parámetros" para hacer cumplir la ordenanza vigente. Además, informaron que el decibelímetro "está roto" y que aguardan adquirir uno nuevo.
Los vecinos de Villa Jardín elevaron una nota al Concejo Deliberante para volver a quejarse por las fiestas clandestinas que se desarrollan en quintas no habilitadas para tal fin, la falta de control y el incumplimiento de la ordenanza de ruidos molestos vigente, que ellos mismos impulsaron con sus reclamos.
Este martes fueron citados a la Comisión de Seguridad del Concejo Deliberante, que preside Damián Lafalce, de la que participó el secretario de Seguridad, Eduardo Roleri, quien se comprometió a “mejorar algunos parámetros” para satisfacer la demanda vecinal.
Al igual que en otras oportunidades, Cristina Angelli, vecina del barrio e impulsora del reclamo que derivó en la ordenanza por ruidos molestos, manifestó en Radio Cuarentena su malestar por la situación y dio detalles de lo ocurrido en la reunión, de la que se fueron satisfechos por el compromiso asumido, aunque esperan que su cumplimiento sea efectivo.
“La reunión fue satisfactoria, quedó bien en claro que hay una problemática que no se solucionó” apuntó Angelli y señaló que a pesar de que la ordenanza se encuentre vigente, no se cumple con lo estipulado.
Tras la audiencia, relató la vecina, Roleri “se llevó un compromiso por acta de mejorar algunos parámetros” para prestar un servicio más eficaz a los vecinos, quienes serían citados nuevamente para conocer las actualizaciones que impulsarán.
La ordenanza estableció que los vecinos pueden comunicarse el abonado 437607, del Centro de Monitoreo, ante una situación de ruidos molestos y que los inspectores deben acudir con un decibelímetro a medir el volumen.
Pero el aparato está roto, por lo que no hay manera de medir para establecer las infracciones, por lo que lo que hace el personal de la Secretaría de Seguridad es llegar y dialogar con los referentes del lugar denunciado para pedir que bajen el volumen.
“La gente compra los terrenos, planta un baño y una pileta, no son lugares habilitados para eventos”, se quejó la vecina y aseguró que en ocasiones no suele haber música sino disturbios que derivan de los eventos que se desarrollan en quintas no habilitadas para tales fines. Los vecinos también conviven con gritos y picadas que corren en camino a Villa Jardín, situaciones que también provocan inseguridad.
“La gente no tiene muchas ganas de esperar, queremos pasar tranquilos el verano”, explicó Cristina Angelli y aclaró que pretenden tomar otras medidas y “hacer una denuncia en Provincia”, aunque para ello van a esperar, ante el compromiso asumido por Roleri en la reunión de este martes.
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