Fiesta electrónica, clausuras y temores en la noche sampedrina
El domingo por la madrugada clausuraron un boliche por “presencia de menores”, aunque aseguran que todo está relacionado con una fiesta electrónica prevista para el fin de semana en una quinta, que no fue autorizada y había anunciado que se mudaba a esa disco. La noche, las fiestas y las drogas, parte del debate.
Antes del fin de semana había revuelo entre miembros del gabinete de Cecilio Salazar que buscaban impedir el desarrollo de una fiesta electrónica que había sido anunciada en una quinta ubicada en calle Independencia y que no llegó a concretarse porque, precisamente, no lograron autorización municipal. El domingo por la madrugada, en tanto, clausuraron un boliche céntrico y muchos aseguran que todo está relacionado.
La denominada “The Lemon Party” fue planificada como una fiesta electrónica en la que tocarían los DJ’s Mathy KL, Nico Card, Nehuén, Sachi B2B Agus Akawa y RGA. Algunos de ellos son reconocidos en el ambiente de la música techno. "Traé un alimento no perecedero, colaborá con Caritas Felices y tenés un descuento en tu entrada", decía el flyer que circuló por Instagram.
En el gobierno hubo algunos actores que estaban dispuestos a escuchar la propuesta pero otros que se opusieron a rajatabla. La quinta donde proponían el evento carece de habilitación para este tipo de iniciativas, por lo que era imposible su desarrollo. Aunque en ese lugar –vamos, en otros tantos también– hay antecedentes de fiestas similares.
Fuentes cercanas a las oficinas estatales donde se discutió el tema aseguraron que la decisión de no permitir este evento en particular estaba relacionada con las sospechas de los vínculos de las fiestas electrónicas con la venta de drogas sintéticas como el LSD. Se desconoce si el temor era fundado o parte del prejuicio que existe alrededor de la música techno.
La Opinión dialogó con el rosarino responsable del evento, miembro de una productora –más “un grupo de amigos, según él– que planificó este evento. Conto que hace alrededor de dos meses que venían trabajando el tema.
Consultado sobre qué ocurrió para que no hicieran el evento, fue categórico: “La Municipalidad y la policía no nos permitieron hacer la fiesta”. De todas maneras, reconoció que la quinta donde pensaban desarrollarla no estaba habilitada.
El responsable local de la organización, Jorge “Mono” Cardozo, que se asoció con el rosarino para hacer el evento, contó a este medio que hace cuatro años que hace este tipo de fiestas en una quinta local, pero que esta vez el dueño lo llamó para decirle que la policía le había informado que no podrían llevarla a cabo. “Nunca habíamos tenido problemas y otras veces ha ido la policía para reclamar por la música fuerte, que bajamos la música. Esta vez me dijeron que no se podía hacer por el tema de la habilitación municipal”, señaló.
En las redes sociales apareció luego un nuevo flyer que decía "The Lemon Party. Club Zero. Nuevo sector electrónico". La fecha era la misma, sábado 5 de octubre, aunque ahora ya era de 12.00 a 22.00 sino de 21.30 a 5.00. “Me di cuenta que la fiesta no se podía hacer por la habilitación, entonces hablé con los del boliche, que armaron un sector, ahí llevamos nuestra bebida, cobramos entrada, cuando empezó a entrar gente fueron a clausurar”, dijo Cardozo.
En efecto, domingo por la madrugada, personal de la Dirección de Seguridad, Tránsito y Nocturnidad y de la Policía clausuraron Club Zero por “presencia de menores”. No faltaron las voces que señalaron que el operativo estaría relacionado con la fallida fiesta y el temor que sobrevoló el tema en la última semana, relacionado con el consumo y venta de drogas sintéticas en este tipo de eventos en todo el mundo.
“Alrededor de las fiestas electrónicas siempre está ese mito de las drogas, siempre en todo ambiente hay pelotudos que venden droga o consumen, yo no voy a permitir que nuestra productora venda falopa, nosotros hacemos eventos y recaudamos de ahí”, aseguró Lucas, el rosarino organizador.
“Es como que está mal visto, que se dice que corre droga; no sé, droga se ve en todos lados: se vende en los barrios, en los boliches, en los festivales, es lamentable, hacía mucho que no se hacían fiestas en San Pedro y queríamos probar, pero bueno, no se pudo”, agregó.
Cardozo dijo a La Opinión que su intención es seguir organizando este tipo de fiestas y que espera mantener una reunión con la Dirección de Cultura para que, al igual que otros eventos artísticos y musicales, pueda desarrollarse con los requisitos de ley y acaso el respaldo municipal.
En San Pedro hay muchos cultores de la música electrónica y algunos sitios donde apostaron a ese tipo de espectáculo, con la presencia de reconocidos artistas del género. La polémica de la relación del mundo del techno con las drogas es tan vieja como el consumo de cocaína entre los tangueros. Algunos prejuicios están más vigentes que otros.