Ferrocarril Mitre: las barreras automáticas que no funcionan y podrían evitar accidentes
Están distribuidas entre Zárate y Rosario, pero solo se las ven cubiertas de un nylon negro. El Estado las compró, pero una empresa concesionaria del ramal se negó a ponerlas en funcionamiento. Luego perdió la concesión. En Río Tala, donde se registraron los últimos accidentes, hay una plantada. La desidia ha costado vidas humanas y lesionados graves.
En los últimos meses del año pasado la empresa Trenes Argentinos decidió paralizar el programa de instalación de barreras automáticas en pasos a nivel del ramal Buenos Aires-Rosario, del Ferrocarril Mitre.
Esto implicaba que un sistema moderno pasaba a atender necesidades extremas, como evitar accidentes en lugares poblados y también rurales.
Lo increíble es que el equipamiento está colocado, como es el caso del paso a nivel de calle Güemes, en Río Tala, un lugar de perfecta visibilidad para todo aquel que lo atraviesa. Igualmente, es escenario del número mayor de siniestros ferroviarios en nuestro distrito en los últimos tiempos.
En todo el recorrido ya existían 35 unidades y luego Trenes Argentinos Infraestructura (ADIF) licitó otro número similar que se distribuyeron en diversos pasos a nivel ubicados en Zárate, Alsina, Baradero, Río Tala, San Pedro, Gobernador Castro, El Paraíso, Villa Ramallo, Villa General Savio, San Nicolás, Theobald, Fighiera y Villa Gobernador Gálvez.
En el caso de nuestro distrito, el primero se ubicó en el kilómetro 163, que es precisamente el de la calle Güemes, de Río Tala. Y hasta el kilómetro 197 otras 13 barreras automáticas.

Después de la colocación, las mismas no se habilitaron. Es decir, el Estado invirtió y allí quedaron, cubiertas con un nylon negro las señales luminosas y semáforos. Solo le faltan los brazos. Sucedió que la concesionaria Nuevo Central Argentino (NCA) se negó a ponerlas en marcha, y esto fue motivo, en diciembre último, para que el Gobierno Nacional disponga retirarle la concesión que tenía para el tramo Zárate-Rosario.
En su momento, se consideró que se trataba de una obra clave “para mejorar los estándares de seguridad de la traza, lo que permitirá elevar la velocidad de los trenes de pasajeros y de cargas que circulan por el ramal”.
Por ejemplo, preveían que unir Retiro con Rosario iba a ahorrar una hora, teniendo en cuenta que la infraestructura es nueva.
Además, debe tenerse presente que por este ramal también circulan los trenes que llegan hasta Córdoba y Tucumán, que muchos sampedrinos han utilizado por sus pasajes económicos. Asimismo, existe el transporte de cargas.
Si estas barreras entran en funcionamiento, es posible que nuevamente exista otro servicio diario, como lo fue hasta hace poco. La diferencia en el costo del pasaje lo amerita. Mientras en tren el valor del tramo Retiro-Rosario es de $ 11.700 (Primera) y $ 15.120 (Pullman), en micro asciende a $ 17.000 (semicama) y $ 20.000 (cama).
En cambio, el tiempo es una desventaja para los trenes, que están condiciones de circular a 120 km/h: 6,34h contra 4,10h de un micro.
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