Femicidio de María Esperanza: Cómo y dónde apresaron a Roberto Ramón Romero
Cerca de las 19.30 y tras más de cinco días de intensa búsqueda, el Comisario Juan Ramón Catalano llegó a un domicilio de Cruz Roja y Dávila. Allí estaba el prófugo acusado de haber asesinado a martillazos a su pareja y de abusar de su hijastra durante años. Físicamente deteriorado, llegó a la casa de un tío que fue el encargado de dar parte a las autoridades policiales. Ese lugar había sido requisado varias veces pero según los investigadores nunca había estado allí. "Estaba deshidratado y después de evaluarlo, le dieron el alta", dijo José Herbas minutos antes de que la fiscala Ramos ordenara el traslado a San Nicolás.
"Ya habíamos dejado el rastrillaje cuando recibimos una llamada", dijo el Comisario Juan Catalano a La Opinión, mientras los médicos del Hospital evaluaban al asesino de María Esperanza Fernández en el Hospital. Fue sometido a análisis y monitoreado en el sector de rayos debido al evidente deterioro físico que sufrió tras días de huir y ocultarse en distintos puntos de la zona rural en los que tuvo que pernoctar y sobrevivir sin que se sepa aún si contó con algún apoyo.
"Refiere que si llevábamos un médico lo podría entregar", ilustró el titular de la fuerza y agregó: "Pasamos a buscar un médico, fuimos al domicilio y logramos la detención". Esta mañana en el programa Sin Galera, la fiscala Viviana Ramos dio cuentas de que además de la fuga que protagonizó durante tantos días padecía una grave enfermedad que podía desembocar en la necesidad de asistencia especializada.
"Lo vamos a encontrar", había dicho el adiestrador del perro de búsqueda Bruno, a sabiendas de que habían estado sobre la pista exacta del recorrido que hizo el femicida. Por el domicilio de ese tío materno, ya habían pasado incluso con los canes que olfatearon una silla en la que estuvo Romero algunos días previos del asesinato de María Esperanza.
"Ese domicilo fue requisado en varias oportunidades, en ese domicilio no estaba porque lo habíamos revisado", dijo Catalano reforzando la teoría de Diego Tula, el encargado de los cuidados que se le dispensan al can tras las lastimaduras que sufrió y que adelantó su felicitación a todo el personal que durante tantas jornadas fue cerrando el cerco y minando la resistencia del prófugo en una clara estrategia de desgaste.
También se consultó sobre la posibilidad de que Romero haya pasado tiempo en esa vivienda pero no fue así.
En cuanto a los trámites que restan, esperaron el resultado de la evaluación médica el Dr. José Herbas señaló que el femicida ingresó "con un cuadro de deshidratación importante y muy mal alimentado" y agregó que fue evaluado en el sector de rayos para determinar si tenía alguna lesión. "Se le puso un suero para hidratarlo y se le dio el alta después de ver si tenía alguna afección respiratoria. Lo llevan para San Nicolás, la policía", concluyó el Jefe de Emergencias del Hospital.