Año a año, familias sampedrinas de niños con autismo buscan nuevas formas para explicar a la sociedad el daño que le produce a quienes tienen un trastorno del espectro autista el uso de pirotecnia durante las fiestas de Navidad y fin de año.
Este año, como anteriores, desde la Asociación Civil En El Mismo Mundo, que reúne a padres y madres de San Pedro con niños con autismo, acompañarán la tradicional iniciativa que propone colocar adornos azules en las puertas de las casas para concientizar a los vecinos y que eviten el uso de pirotecnia que provoque estruendos.
En San Pedro, desde 2016, está vigente una ordenanza que prohíbe “la tenencia, fabricación, comercialización, depósito y venta al público, mayorista o minorista, y el uso particular de todo elemento de pirotecnia y cohetería, sea éste de venta libre o no, y/o fabricación autorizada”. Sin embargo, durante las fiestas su uso se ve y se siente.
“Es importante entender lo que le sucede a un niño con autismo, la hipersensibilidad sensorial hace que sientan en la cabeza muchísimo dolor al sentir ruidos fuertes. A veces el solo sonido de una ambulancia es una tragedia. Astor grita y se tapa los oídos y empieza a correr para refugiarse”, explicó en 2018 la mamá de Astor, un nene que grabó un video para contar cómo le afecta la pirotecnia.