Falsa amenaza de bomba en el boliche Quillash
Los protagonistas intentan no mezclar los hechos, pero la supuesta amenaza anónima que se recibió el domingo a la madrugada volvió a encender el debate por los sucesos en los boliches nocturnos. La llamada fue recibida por el servicio de emergencias policial del 101, pero resultó una falsa alarma y la disco pudo continuar con sus puertas abiertas.
Alrededor de las 4 de la mañana del domingo, la policía se presentó en el local denominado Quillash, este ocupa el edificio donde antes funcionaba Vendetta. Dos patrulleros y varios efectivos ingresaron al edificio.
El anuncio que el agente que comandaba el operativo les hizo a los propietarios de la disco, fue que debían desalojar las instalaciones porque existía una amenaza de bomba. A esa hora, considerada “pico” porque es cuando el local se encontraba atestado de jóvenes, significaba “cortar” con lo mejor de la noche y seguramente impedir que siguiera funcionando.
El consejo policial fue que no se anunciara la posible existencia de un explosivo, y que se pidiera simplemente a la gente que se marchara. Sin embargo, se les explicó a los presentes que debían salir hacia la calle por la supuesta amenaza de bomba. El resultado fue una serie de silbidos y quejas, que demostraban que nadie creía en la advertencia, y que tampoco querían desalojar el local. Pero al encenderse las luces, incluidas las de emergencia, e insistirse con la necesidad de desalojar el edificio, el público se marchó en pocos minutos. Muchos de los jóvenes permanecieron en la calle.
Durante 40 minutos, el personal policial revisó cada uno de los espacios de la disco. Desde las barras, baños y techos, hasta la cabina del disc jockey, sin encontrar ningún supuesto explosivo. Según explicaron testigos, los que realizaron el reconocimiento fueron policías de San Pedro porque nunca llegaron los Bomberos de San Nicolás que suelen realizar estas requisas. El titular de la Comisaría aseguró que “un perito en explosivos” del personal de Bomberos, fue quien tuvo a cargo la tarea.
Finalmente, los jóvenes que esperaban en la calle ingresaron otra vez al local y la actividad se normalizó hasta la hora de cierre sin producirse mayores inconvenientes.
Demasiadas coincidencias
Los sorprendentes hechos que se están registrando en torno al funcionamiento de los locales nocturnos llaman la atención y generan una serie de dudas considerables. Aún cuando los principales protagonistas, se niegan a reconocer las vinculaciones entre un caso y otro.
La llamada anónima que recibió el boliche Quillash este fin de semana fue inmediatamente relacionada con el operativo que sufrió dos semanas atrás Vendetta Disco. Y aunque nadie quiera trazar comparaciones, resultar inevitables. Ambos hechos ocurrieron a las 4 de la mañana, aunque el horario es lo de menos. Lo cierto es que los dos locales resultaron de una u otra manera perjudicados y generaron una fuerte polémica con demasiados corrillos de voces en torno al origen de los dos operativos.
Lentos análisis
El viernes de la semana pasada, se inició la pericia sobre las pastillas secuestradas en la casa de Félix Seeger, un joven que fue detenido en Vendetta Disco durante el operativo antidroga que realizó la división especial de San Nicolás. El trámite demorará unos 20 días según explicó el defensor del joven, el Dr. Hugo Lima Hijo. Ayer martes, se seleccionaba recién la serie de pastillas de entre las 278 secuestradas que serán sometidas al análisis, pero el resultado final vendrá varios días después. Recién allí se sabrá si se trata de estupefacientes conocidos como Extasis o por el contrario son estano, un suplemento dietario consumido por fisicoculturistas. Mientras tanto, Seeger sigue alojado en la Comisaría de Ramallo a la espera de los resultados de otras diligencias judiciales que el Dr. Lima está realizando, para obtener el arresto domiciliario o su libertad bajo fianza.