Falsa alarma en busca de los túneles franciscanos
Perforaciones en una obra en construcción ubicada en el casco histórico encendieron el alerta por la posible existencia de los famosos túneles que la historia local busca desde hace décadas. Sin embargo, lo que se halló fueron antiguos pozos de baño que nada tienen que ver con el Convento Franciscano. El Director de Cultura constató en el lugar que se trataba de una falsa alarma.
El viernes al mediodía el Director de Cultura José Luis Aguilar se hizo presente en la obra en construcción ubicada en Pellegrini y Arnaldo para constatar una denuncia que señalaba que en el marco de las perforaciones realizadas por la empresa constructora de ese edificio habían hallado túneles que podrían guardar relación con los que los franciscanos habrían construido en la ciudad en los albores del poblado local.
Sin embargo, los resultados fueron negativos. Tras la buena predisposición de los propietarios del edificio que allí se construye, Aguilar constató que se trataba de una falsa alarma y que lo que habían encontrado con las perforaciones eran en realidad antiguos pozos de baño que solían construirse en épocas lejanas para evacuar los deshechos sanitarios.
El folclore local señala que cuando los franciscanos inauguraron la existencia de este pueblo con la construcción de su convento ubicado donde hoy está el Palacio Municipal, habrían construido una serie de túneles que comunicarían el casco histórico con la barranca, a través del edificio.
La presunción sobre la existencia de esos túneles atraviesa la historia sampedrina y está apoyada en pistas poco claras pero que dan cuenta de que los franciscanos habrían hecho aquí lo que supieron hacer en otras ciudades del país donde se instalaron.
Sobre el caso del edificio que se construye donde estaba el bar Africano, Aguilar indicó que “la empresa constructora había estado haciendo unas excavaciones en el sector del patio y se habían abierto unas bocas que resultaron llamativas, aparecieron partes de lo que parecía ser una bovedilla de ladrillos, muy antigua”.
Sobre lo que encontraron al inspeccionar el lugar, señaló: “Son parte de tres antiguos pozos de baño muy profundos, de unos 10 metros cada uno, a unos cinco metros uno de otro”. El Director de Cultura explicó que ése “era un sistema muy usado en épocas pasadas” para evacuar los deshechos sanitarios y que “cuando se llenaba uno de los pozos cavaban otro al lado, e incluso hacían sangrías para que se comuniquen uno con otros.
En la boca del pozo hacían una especie de pared de ladrillos que terminaba en un cono también de ladrillos, con un respiradero que en general era un caño de cerámica, acá uno de ellos conserva incluso el cono con el respiradero”.
La búsqueda de los famosos túneles de la historia viene desde varias generaciones de sampedrinos que han hecho aportes y dado testimonio con algunas pistas que permiten albergar la esperanza de que existan, lo que significaría la posibilidad de acceder a detalles del comienzo de la vida del pueblo.
“Este es un tema que atrae mucho a los sampedrinos, por eso es importante seguir trabajando en todas las pistas que aparezcan. Aunque las que aparecen aumentan la imaginación, en realidad no hay una pista concreta que mencione la existencia de túneles, ni siquiera en algunos lugares, como donde hoy está el Howard Johnson, que siempre se dijo que donde está la cochera se había abierto una boca”, señaló Aguilar y agregó: “Vemos que hay muchos derrumbes naturales, o pozos ciegos, determinadas excavaciones antiguas que confunden con la existencia de túneles”.
Por lo pronto, la pista más firme que se viene siguiendo tiene que ver con las excavaciones que la Municipalidad hizo en la plazoleta Fray Cayetano Rodríguez con asistencia de geólogos de la Universidad de Buenos Aires, que estuvieron en San Pedro en abril de 2009.
“El georradar marcó algo muy pronunciado, muy cerca, a unos 10 metros de donde pasa un desagüe pluvial, que es una caja de concreto que atraviesa la calle.
Nosotros pasamos el georradar por encima del desagüe pluvial, para ver bien cómo marcaba un túnel, aunque sea artificial, cuando seguimos caminando diez metros más, el aparato nos marcó una cosa muy parecida en medidas a lo que es el desagüe pluvial”, relató Aguilar y aseguró: “Nos quedó mucho la duda en ese momento, a simple vista se observa contra la barranca que hay un derrumbe, y con el paso del tiempo aparecieron dos o tres testigos que recuerdan cuando eran chicos haber jugado en una boca que estaba cerrada con un portón de rejas, de hierro antiguo, esa es la pista más cercana”.
Por estos días, con la noticia de esta nueva posibilidad de que aparecieran los túneles, la Dirección de Cultura recibió testimonios que señalan que cuando se construyó ese desagüe pluvial “algún empleado comentó que recordaba que habían cortado lo que parecía ser un túnel”.
Aguilar destacó que si bien las pistas son débiles, “hay datos de testimonios que sin conocerse unos con otros apuntan hacia el mismo lugar”.