Fábrica de bolsas en Río Tala: El Ministerio de Trabajo convocó a una audiencia para el viernes
Tras la presentación del Sindicato de Químicos, la delegación local de la cartera laboral convocó a una audiencia conciliatoria. De todas maneras, nadie sabe el paradero de los Saladino, padre e hijo dueños de la empresa, por lo que todavía no se los pudo notificar. Los trabajadores mantienen la ocupación de la planta, a la espera de novedades.
Desde el domingo, los 15 trabajadores de la planta recicladora de plásticos para la fabricación de bolsas de residuos propiedad de la familia Saladino mantienen ocupado el predio, luego de detectar que intentaban llevarse las máquinas, situación que denunciaron ante el Ministerio de Trabajo.
El Sindicato de Químicos, cuya regional conduce Alberto Ramírez, hizo la presentación en la cartera laboral para denunciar vaciamiento y solicitar que el gobierno interceda ante la situación, puesto que la empresa le debe al menos dos meses de salario a sus empleados.
La delegación local del Ministerio de Trabajo convocó a una audiencia conciliatoria para el viernes, pero todavía no pudieron notificar al titular registral, Axel Federico Saladino, o a su padre, Néstor José Saladino, quien siempre apareció al mando de la fábrica.
"Hasta ahora no tenemos novedades, estamos como al principio. De estas personas se desconoce el paradero, estamos tratano de averiguar datos para citarlos ante el Ministerio de Trabajo", informó Ramírez ante la consulta de La Opinón.
"Hace dos meses que no se les paga, no pagaron aguinaldo, no cumplieron con el acuerdo paritario", enumeró el sindicalista. "El Ministerio no tiene paradero para notificarlo de la audiencia, que será el viernes, siempre y cuando se lo pueda notificar", agregó.
Mientras tanto, confirmó, seguirán en la fábrica. "La gente quiere cobrar lo que se les debe. Las máquinas están acá, sin materiales, así que ni siquiera se puede ni trabajar", señaló y aseguró: "La situación es muy difícil, esta gente parece que ya tiene la costumbre de hacer estas cosas".
La fábrica fue epicentro de conflictos cuando en abril pasado sus trabajadores, la mayoría venezolanos sin documentación regular, cuando se reveló que, además, sus dueños habían dejado un verdadero "tendal" de cheques sin fondos.