Extorsión telefónica: hija asaltada y golpeada, nietos encerrados y un ardid para sacarle dólares
"Mami, me están apuntando con el arma", dijo la mujer que llamó a Estela para exigirle un monto importante en moneda extranjera. Comenzó a negociar ante el terror de saber que sus nietos y su hija estaban en peligro. Alerta para no caer en una trampa que se reitera.
El hecho que mantuvo en vilo a una familia fue reportado por una vecina que con el afán de alertar a otras posibles víctimas vivió el terror de saber amenazados a sus seres queridos. Según relató, la misma noche en que la contactaron a ella, otras cinco o seis personas fueron víctimas de la misma modalidad.
“Me acabo de enterar que anoche le pasó como a 4 o 5 personas más. Me llamaron a la 1.20, más o menos, de la madrugada; hacía de cuenta que hablaba mi hija, diciéndome que la habían asaltado, que le habían roto la cabeza, la boca”, dijo la vecina que atendió el teléfono.
“Yo le preguntaba y yo pensé que ya se habían ido y que ya la habían asaltado. Le dije ‘enciérrense, ¿dónde están?’. Le pregunté por mi nieto, por mi yerno, los encerraron en la pieza”. Allí vino su mayor temor, cuando quien asumía el rol de hija le avisó: “Me están apuntando con el arma, mami”.
“Era la misma voz”, dijo Estela. “Mientras tanto me decían que si yo la llamaba y sonaba el celular la ejecutaban al momento”, contó.
“Me pedían dólares, mucha cantidad, después bajaron a 20.000 dólares; igual yo le digo: “tengo que salir a buscar para esa cantidad no tengo, no tengo”, agregó.
Ahí escuchó la frase que más la alarmó: “Usted está jugando con la vida de su hija, la vamos a matar porque nosotros tenemos la data de que usted tiene los dólares, asi que vaya, búsquelo y negociamos”.
Estela les juraba que no tenía ese dinero. “Fue terrible, terrible, espantoso y bueno, yo lo publiqué, lo puse en el Facebook pero no se lo deseo a nadie”. Así supo que hubo otras víctimas que compartieron su angustia en la red social.
“A mí no me daban opciones porque pregunté con quién están y me dijeron que no preguntara, que no averiguara porque la mataban pero bueno, a otra gente no le dijeron así; le dieron opción a poder llamar a los hijos y y bueno, poder tranquilizarse más rápido”, relató en relación a otros testimonios que sufrieron amenazas similares.
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