Explotó la garrafa de un calentador en Río Tala y una niña se salvó de milagro
Bianca Morel, de un año y nueve meses, estaba junto a su familia en un evento organizado por un centro tradicionalista cuando la garrafa de un calentador que habían llevado para el mate explotó. La hornalla se desprendió y golpeó en la frente a la niña, que fue trasladada al hospital Ludovica de La Plata, donde se recupera favorablemente. Confuso testimonio de la pareja de la madre.
La pequeña Bianca Morel, oriunda de Baradero, de un año y nueve meses, se recupera favorablemente en el hospital Sor María Ludovica de La Plata, luego del episodio que le tocó vivir el domingo, cuando compartía una fiesta criolla en Río Tala y resultó herida a raíz de la explosión de una garrafa.
La niña fue asistida primero en el Centro de Salud de la localidad, luego en el Hospital Emilio Ruffa de San Pedro y desde allí la trasladaron a La Plata, donde permanece estable en una sala de terapia intermedia, luego de que le aplicaran 15 puntos de sutura en la frente.
“Bianca está bien, con los ojos hinchados, le sacaron la venda para que respire”, dijo a La Opinión Belén Cardoso, madre de la niña, desde el hospital platense donde acompaña a su hija en el proceso de recuperación tras lo ocurrido.
Mariela, abuela de la niña, por su parte, contó a este medio que “la fractura de cráneo no es tanto” y que Bianca “no tiene secuelas neurológicas” tras el episodio, aunque “hay que ver cómo va evolucionando”, según les informaron los médicos que la atendieron.
“Ellos estaban al aire libre con una jineteada, con gente al lado, que tenían una garrafita de esas para calentar la pava y explotó de la nada, sin que estuviera encendida ni nada. La parte de arriba, la hornalla del calentador, salió volando y le pegó en la cabeza, en la frente”, relató la abuela sobre lo que sucedió en un predio del Ferrocarril en Río Tala, donde se desarrollaba la fiesta criolla en cuyo marco ocurrió el accidente.
“No era una jineteada”
El accidente se produjo alrededor del mediodía, cuando en el predio estaban preparando todo para lo que sería la actividad de la jornada, organizada por el centro tradicionalista Poncho Pampa.
Como en un principio se dijo que se trataba de “una jineteada”, desde la agrupación gaucha, su presidente, Martín Bueno, aclaró: “No era una jineteada sino un encuentro gastronómico e hípico. Los chicos de Tala llevan sus caballitos. Esto se organiza con la Delegación, para disfrutar un domingo en familia, tomar un mate, pasear”.
Bueno informó que Pocho Pampa organiza dos domas anuales y que el resto del año hace este tipo de encuentros en el predio del Ferrocarril de la localidad “para que los chicos, que todavía les falta para entrar a un campo de doma, puedan jugar, recrearse, ir aprendiendo, practicando”. En ese marco, ofrecen cantina y recaudan fondos para la institución.
“El lugar necesita control de tránsito, ambulancia, porque la gente viene a caballo, así que siempre avisamos y se hace con respaldo de la Delegación” municipal que conduce Domingo Bronce, explicó Bueno.
“Esto que pasó es algo que para nosotros es impredecible, una persona llevó una garrafa y le explotó en las manos, excede a cualquiera, qué te vas a pensar que puede pasar. Pasó ahí como podía haber pasado en cualquier lado”, señaló el presidente de la organización.
Miembros del Centro Tradicionalista, que conocen a la actual pareja de la madre de la niña víctima del episodio, acompañaron a la familia tanto en el Centro de Salud de Río Tala como en el Hospital de San Pedro, hasta el traslado de Bianca a La Plata.
Un testimonio confuso
La policía tomó conocimiento del caso a través del pedido de cadena de oración que hizo la madre de Bianca, Belén Cardoso, por lo que inició actuaciones de oficio para establecer lo sucedido. La investigación, a cargo de la Fiscalía Nº 11, se desarrolla bajo la carátula “lesiones graves”.
El testimonio inicial recogido en la causa lo brindó la pareja de la madre de la niña, un hombre de 29 años identificado como Pablo Godoy, quien ofreció una versión completamente distinta a la que dieron la mamá de la nena, su abuela, los vecinos de Río Tala y los propios responsables del Centro Tradicionalista Poncho Pampa, organizadores del evento en cuya marco se produjo el accidente, que nada tuvo que ver con cuestiones de seguridad relacionadas con la actividad que se desarrollaba en el predio.
Godoy dijo que con su familia y otras personas fueron a almorzar a Río Tala, desde Baradero, donde tienen domicilio, y que los niños jugaban en el patio de una vivienda cuando se produjo el accidente.
El resto del relato fue igual a lo que efectivamente sucedió: la garrafa, apagada, explotó y el calentador salió despedido para dar en la frente de Bianca, que fue trasladada a la sala de primeros auxilios y luego al Hospital.
Se desconoce por qué Godoy dijo en su testimonio que el hecho había ocurrido en la casa de una persona de apellido Palacios en lugar de la zona del campo de doma, donde sucedió.