Exigen información por construcciones en la costa
El ambientalista Enrique Sierra elevó al Ejecutivo un pedido formal de información pública para que el Estado local dé cuentas sobre los estudios de impacto ambiental realizados en las obras que lleva adelante el camping Mansa Lyfe. Cuestionó la alteración del paisaje en ese y otros emprendimientos que afectan la costa sampedrina. Sin embargo cuando la concesión se otorgó había allí mucha más infraestructura que la que hoy posee.
La sucesión de construcciones en la zona de la costa en los últimos años generó un debate respecto al crecimiento turístico de la ciudad y la protección del ambiente, habida cuenta de la legislación vigente al respecto en la Provincia que establece áreas naturales protegidas donde la intervención de la mano del hombre está regulada y tiene restricciones importantes.
En ese marco, el ambientalista Enrique Sierra presentó un pedido de información pública al Ejecutivo para que dé cuentas respecto a un emprendimiento en particular y advirtió sobre otros que se están desarrollando, sobre los que no hay datos precisos en cuanto a los estudios de impacto ambiental correspondientes.
La solicitud de Sierra está dirigida al Secretario de Obras Públicas Pedro Restelli para que informe sobre la documentación pertinente a las tareas de terraplenado, endicamiento y marinas en el terreno costero municipal concesionado a Luz y Fuerza, donde funciona el camping Mansa Lyfe.
Allí la concesión otorgada estaba atada a planos y obras de infraestructura que superaban y en mucho lo que actualmente exhibe. Para quienes se ocuparon del tema que tuvo resistencia en el Concejo Deliberante las obras a realizar por la Federación de Luz y Fuerza contemplaban un hotel con sala de convenciones y varias obras de endicado para muelles de pesca. Pasaron muchos años sin que se cumpliera con aquel contrato y ahora han comenzado varias obras basados en aquella autorización.
El ambientalista exige saber si la prestadora ha presentado el correspondiente estudio de impacto ambiental y si ha sido emitida la declaración respectiva y el permiso de construcción, algo que ya posee el Ejecutivo aunque no ajustado a las nuevas normas.
La pregunta fundamental es si las edificaciones existentes cumplen en un todo con la ley de Ordenamiento Territorial y Uso del Suelo y la regulación vigente del Organismo Provincial para el Desarrollo Sustentable (Opds), que establece restricciones en ese sentido.
También está vigente la Ordenanza del Concejal Abel González que habla de la cancelación de todo tipo de construcción y el impedimento de renovar concesiones. El ejemplo más contundente: el Tiro Federal.
Dice Sierra
“La ausencia de tareas de ordenamiento y control territorial sobre la costa de diversas construcciones está llevando a la pérdida del paisaje y alteración de los ambientes costeros que, paradójicamente, promocionamos como nuestro principal atractivo turístico y patrimonio local”, señaló el ambientalista.
Además de la obra en Mansa Lyfe, Sierra puso el acento en otros emprendimientos sobre los que “no existe información pública” y para los que tampoco se han realizado “audiencias públicas para la viabilidad de estos proyectos”. Sierra asegura que no están cumpliendo con “la obligatoriedad de la presentación de estudios de impacto ambiental en toda obra pública o privada”.
Entre ellas, enumeró: Isla de Barbe, Balsa Eisler, frente a la cooperativa Las Canaletas hasta el noroeste de la laguna de Celié, donde la Municipalidad denunció la construcción de un terraplén y Sierra sumó “desmontes, cultivos y quema de pastizales desde 2006 hasta 2011”, que provocaron la presencia del Opds en la ciudad.
También destacó la situación de la “sección 5ta de islas San Pedro – Baradero”, donde registró con fotografías “terraplenes con inicio de construcción en 2006”.
Además, recordó que en las obras realizadas en Vuelta de Obligado para el Monumento instalado por el Gobierno nacional está “pendiente el estudio de impacto ambiental de las obras hechas por la municipalidad”.
“Recientemente los baños que se estaban construyendo en zona inundable, sin previo estudio de impacto ambiental, permitieron accidentalmente el descubrimiento de hallazgos arqueológicos”, señaló el ambientalista, quien consideró que es hora de “no solo debatir, sino de actuar en los derechos y obligaciones que tenemos como ciudadanos, y el compromiso que tenemos con las generaciones futuras para conservar y preservar un medio ambiente sano, paisaje”, porque “es patrimonio de todos”.