Exhumarán el cuerpo de Ayelén Navarro
El deceso de la joven de 15 años, víctima del síndrome de Steven Johnson, y el relato de su mamá obligan a la Justicia a investigar si fue víctima de un caso de mala praxis en el Hospital Posadas. Por otra parte se instruye una causa relacionada con el accidente que derivó en su internación, cuando un patrullero chocó la moto en la que circulaba junto a su novio.
El cuadro clínico que presentaba superó la resistencia que Ayelén Navarro opuso para salir adelante y, sin mayores posibilidades, truncó una vida de apenas 15 años.
El apoyo recibido por la familia y el grito desconsolado de sus amigos en medio de la marcha desarrollada el lunes fue un reflejo del sentimiento que había despertado.
La adolescente falleció el miércoles pasado, luego de permanecer internada durante varios días con un cuadro que resultó irreversible, víctima del síndrome de Steven Johnson, una extraña enfermedad que puede ser provocada por un simple medicamento que el organismo rechaza.
La joven falleció en un Hospital de Ciudadela, donde fue derivada luego de protagonizar un accidente en moto junto a su novio de 16 años, cuando fueron atropellados por un móvil policial.
Dos causas que podrían unificarse
En ese marco, hay dos causas: por un lado, la del accidente que tiene como imputados al policía que manejaba el patrullero que chocó con la moto en que viajaba la adolescente, y por otro su novio, de 16 años, quien conducía el rodado menor.
Aquí se buscará establecer qué responsabilidad le cupo al policía y si el relato de la madre de la víctima corresponde a lo que sucedió. Desde el entorno de la menor aseguran que el móvil de la Comisaría circulaba a alta velocidad, sin luces y sin la sirena, y que todo el procedimiento se hizo muy rápido. A su vez el Fiscal Marcelo Manso ordenará en las próximas horas la exhumación del cadáver y el secuestro de la historia clínica de Ayelén en el Hospital Posadas, donde, según su madre aseguró, la habrían “medicado mal” y como consecuencia de ello falleció.
Hay dos causas en curso que se podrían unificar dependiendo de cómo resulte todo lo encomendado por el titular de la UFI 5.
Ayelén Navarro y su novio sufrieron un accidente de tránsito el pasado 3 de julio en la esquina de Bottaro y Dávila cuando colisionaron contra un móvil policial. La menor fue asistida en el Hospital local y días después trasladada al Hospital Posadas. Según lo manifestado su estado crítico se generó como producto de la ingesta de un anticonvulsivo que le suministraron luego de la operación a la que fue sometida por un hematoma en el cráneo.
Fue dada de alta y regresó a la ciudad pero volvió a descompensarse. Tras ingresar en un estado crítico volvió a ser trasladada a un centro asistencial de Ciudadela.
Allí se le diagnosticó síndrome de Steven Johnson, cuadro que en definitiva le terminó ocasionando la muerte.
“Se hizo todo lo que correspondía”
El Fiscal Marcelo Manso recibió a la mamá de Ayelén Navarro, el lunes, en medio de la marcha que sus familiares y amigos organizaron tras el deceso de la joven. El letrado se comprometió a investigar el caso, pero también disipó las dudas sobre cómo se procedió la noche del accidente.
En primera medida la causa se tramitó como correspondía y en un principio la parte afectada desistió de instar acciones penales sobre lo sucedido. El diagnóstico médico de ese día sólo indicó lesiones leves.
También se confirmó que tanto al policía que manejaba el móvil como al novio de Ayelén Navarro se les efectuó el examen de sangre correspondiente, mientras se desarrollaron las tareas de peritaje habituales.
De todos modos se solicitará que se realicen pericias sobre los dos vehículos involucrados, tanto la moto como el patrullero de la Comisaría. Será prácticamente imposible determinar si ambos rodados viajaban sin luces, como se dice, pero sí se buscará establecer mediante los esudios si un impacto que presenta el patrullero en la luz trasera corresponde a la moto y si ésta a su vez tenía los frenos en condiciones.
Hasta el momento no se han presentado testigos que acrediten todo lo pronunciado. Sí se estableció que el conductor de la moto, además de ser menor y circular sin casco, no poseía licencia de conducir ni seguro.
Habla un testigo del accidente
Promediaban las 23.00 del 3 de julio pasado cuando un joven de 24 años junto a su mujer salió a la puerta de su vivienda a fumar. “Tenemos una beba que hoy (por ayer martes) cumple seis meses y no queremos fumar adentro”, dijo Brian, quien por voluntad propia se presentó en la redacción de La Opinión, aunque todavía no declaró ante la Justicia.
“La moto venía por Bottaro, bien. Despacio, como paseando”, precisó y agregó que por Dávila circulaban los policías en un móvil “sin luces ni sirenas”.
“Venían tranquilos por Bottaro y ‘pum’, los chocaron”, relató casi quebrado por la situación. La presencia de Brian en la redacción de La Opinión obedece a los rumores de que serían Ayelén y su novio los responsables del accidente. “Nada que ver”, repitió una y otra vez para luego asegurar que fueron los “milicos”, porque no le gusta decir “policías”, los que impactaron contra los jóvenes.
Contó que cuando Ayelén y su novio cayeron de la motocicleta, uno de los uniformados intentó levantarla. “Me enojé; le grité que la deje, que ya iba a venir la ambulancia”, reveló y detalló que la adolescente de 15 años sólo respondía con movimientos en sus manos.
El relato de Brian culmina con la llegada de la ambulancia a Dávila y Bottaro: “Se la llevaron al Hospital y la policía se llevó la moto”, precisó.