Exclusivo: El cómplice de Morel y Branto es de Río Tala, vivía en Baradero y se fugó con la plata del robo
Una serie de testimonios permitieron a la investigación dar con esos datos. El joven fue quien "rescató" de la escena del asalto a Nazareno Branto, que estaba herido. Vivía en Baradero, en el mismo terreno que Morel, y fue quien le dijo a sus familares que había muerto. Escapó hacia el conurbano en remis y se habría ido con sus dos hijos, menores de edad, y el botín del robo.
La Opinión accedió a detalles exclusivos de la investigación del caso del asalto a un camión de una distiribuidora de Baradero en cuyo marco fue asesinado el agente de la Policía Local Nelson Lillo y fue abatido el delincuente Pablo Morel. Los datos llegaban esta mañana al Fiscal Manso, quien deberá evaluarlos y ordenar medidas en consecuencias.
Hay testigos que iban este viernes a ofrecer la información a Fiscalía, luego de obtenerla a partir del relato de familiares directos que están relacionados con quienes formaban parte de la banda de delincuentes que perpetró el asalto en Rivadavia y Oliveira Cézar.
De acuerdo a lo que pudo reconstruir La Opinión, Pablo Morel, el fallecido, y Nazareno Branto, el prófugo herido, tenían un tercer cómplice oriundo de Río Tala, que fue el que "rescató" en moto a Branto, en la esquina de Salta y Arnaldo, tras el tiroteo.
El joven de Río Tala vivía en Baradero, en un departamento ubicado en la parte de atrás de la casa del abatido Pablo Morel. Junto a Branto, los tres planearon el golpe tras obtener el dato acerca del dinero que transportaría el camión de la distribuidora de galletitas.
La policía busca intensamente a Branto, quien luego del tiroteo se escondió, herido. Pero también busca al joven de Río Tala, que tras el hecho fue a Baradero, informó a los familiares de Morel que lo habían matado y se fugó, en remis y con la plata del robo, al conurbano. Hacia esa zona se habría fugado con dos menores de edad, que serían sus hijos.
Durante toda la jornada del jueves hubo un despliegue muy importante de efectivos de Policía y Prefectura en toda la ciudad, que cumplieron con una serie de allanamientos en busca de los delincuentes. Además, se tomaron testimonios y el Fiscal solicitó los registros de las cámaras de seguridad de la zona.