“Evita” 1919-1952
20:25 hs. de aquel 26 de julio de 1952.
La radio comunicó la noticia, el pueblo estalló en llanto, la muerte de la mujer que nos había cambiado la historia de pobreza por la de esperanza e igualdad nos dejaba huérfanos.
La terrible soledad envolvía la Argentina, ella fue un caso único, irrepetible de abnegación y desinterés, nadie puede dudar hoy de que ofrendó su vida por los necesitados.
A 60 años sigue siendo recordada porque ella era una líder natural del pueblo, la más grande de las mujeres de la historia, la expresión más humilde del amor al débil, al humilde, al enfermo, a los niños y ancianos.
Su muerte fue una pérdida irreparable para el pueblo, así lo demostró la presencia de millones de corazones desgarrados en la despedida final.
Mi vida “decía” será un permanente homenaje para que la causa del pueblo se consolide en esta tierra nuestra, y señale para todos los pueblos del mundo; una nueva edad en la historia del mundo: la edad definitiva de los trabajadores, de los humildes, de los niños, los ancianos, la edad en que los hombres no serán conducidos por unos pocos mercaderes del hambre y las guerras, la edad en que los pueblos tomarán las riendas, dispuestos a vivir en paz, a la sombra de la verdadera justicia y libertad.
Por eso, Evita vivirá eternamente en el alma del pueblo que verdaderamente la amamos. “Solo salvará a la humanidad la paz constructiva, jamás la lucha destructora de los valores morales, espirituales y materiales”. Evita.
María Estelrik
DNI.1720616