Este lunes habrá un nuevo juicio por drogas en el Salón Dorado
El Tribunal Oral Federal en lo Criminal Nº 2 de Rosario se constituirá en la ciudad, para juzgar a otro imputado en una causa por presunta venta de estupefacientes. El acusado tiene 32 años y fue detenido en su casa de Colón 1920 en Septiembre de 2005. El personal encontró más semillas de marihuana y elementos como “tuqueras”. Los jueces Omar Digerónimo, Beatriz Caballero de Barabani y Jorge Venegas Echagüe decidirán aquí, el destino de este joven albañil que actualmente está alojado en la cárcel de Marcos Paz.
Entre el lunes y el miércoles de la semana próxima, el salón Dorado de la Municipalidad será el escenario de un nuevo Juicio Oral y Público, el tercero en su tipo que haya tenido lugar en la ciudad.
En esta oportunidad, se constituirá el Tribunal Oral Federal en lo Criminal Nº 2 con asiento en Rosario, para juzgar a una persona que está detenida desde Septiembre de 2005 por infracción a la Ley 23.737, es decir, presunta comercialización de estupefacientes. Se trata de José Javier Ojeda, de 32 años, un albañil sobre el que pesan dos causas relacionadas con la tenencia y supuesta venta de marihuana.
Ojeda, que actualmente está alojado en la cárcel de Marcos Paz, será trasladado a San Pedro y juzgado por los tres jueces rosarinos. El presidente del Tribunal, Dr. Omar Digerónimo, y otros dos jueces de Cámara, los Dres. Beatriz Caballero de Barabani y Jorge Venegas Echagüe.
Aunque no fue especificada la cantidad, se adelantó que no serán muchos los testigos que declaren y por eso, se cree que a lo sumo el debate se extenderá por dos jornadas comenzando el lunes a las 14 horas. De todas maneras, el Tribunal reservó el recinto del Honorable Concejo Deliberante hasta el día miércoles. Estarán presentes además el fiscal federal Dr. Miguel Rodríguez Vallejo por la parte acusadora, y como defensora oficial la Dra. Matilde Marina Bruera.
Durante el 2004 y el 2005, el Tribunal Federal en lo Criminal Nº 1 de Rosario juzgó a otros tres sampedrinos por diferentes causas relacionadas con la venta de droga, específicamente marihuana. En la primera oportunidad, fueron Alejandro Zunino, Andrés Villacampa y César Mindurry los imputados. El último joven volvió a ser juzgado por el mismo Tribunal un año más tarde. El motivo de llevar hasta San Pedro este tipo de debate fue explicado entonces como una forma de facilitar a los testigos su presentación, pero también como una oportunidad para que la comunidad pueda estar presente en un juicio de estas características que resulta “ejemplificador” sobre todo para los jóvenes.
La Dra. Marcela Vázquez, Secretaria del Tribunal Nº 2 que llegará este año, adelantó que en este caso también el motivo es acercarse al lugar donde ocurrieron los hechos y se encuentran los testigos, además de facilitar el trabajo “si el Tribunal necesita de alguna prueba”.
Lamentablemente, en todas las mencionadas causas los acusados son consumidores adictos y presuntos vendedores “minoristas”. Los verdaderos criminales que se enriquecen con el tráfico de drogas, siguen disfrutando de su libertad.
Semillas y plantas de Canabis
Javier Ojeda está procesado en dos causas relacionadas. La primera se inició en Mayo de 2004, cuando la policía allanó su domicilio buscando elementos de un robo y encontró una planta de marihuana de 1,90 metros de altura. En esa oportunidad también se secuestraron 156 semillas y hasta libros de cómo cultivar esta hierba conocida como Canabis.
A partir de ese momento, se inició una investigación a cargo de la división especial de San Nicolás y personal de la Prefectura. Después de vigilar los movimientos de Ojeda y la circulación de personas que se acercaban a su domicilio en la calle Colón, se realizó un segundo operativo. Fue en Septiembre del año pasado y en esta oportunidad se secuestraron 187 semillas de marihuana, además de pipas, “tucas” y una balanza, elementos que se supone podrían ser utilizadas para consumir, pero también para comercializar la sustancia.
“El se reconoce como consumidor pero no como traficante. Es un joven que trabaja de albañil, al que los vecinos lo aprecian”, explicó un profesional que asesoró a Ojeda cuando fue detenido y enviado en principio a la cárcel de Villa Devoto. En el vecindario, donde lo conocen por tratarse de un joven que vivía solo con su tía en el mencionado domicilio, reunieron varias firmas de apoyo para Ojeda e incluso se presentó su patrón para testimoniar, pero la Justicia nunca lo benefició con la libertad. Con seguridad no posee los medios que tienen quienes realmente se benefician con el comercio de estupefacientes para conseguir rápidamente la libertad.