Estafas telefónicas: obligan a un banco a no cobrar las cuotas de un préstamo obtenido a nombre de una víctima
La abogada sampedrina Marisa López Bravo logró que la Justicia dicte una medida preventiva en una causa iniciada en el fuero civil contra el Banco Provincia y la empresa Visa. La víctima fue la instructora judicial de Fiscalía Laura Bernasconi, a quien los delincuentes engañaron a raíz de una deuda del IFE que el Estado tenía con su hija. Lograron obtener un crédito por 900 mil pesos que debía comenzar a pagar en cuotas de más de $ 45 mil. La acción permitió que detengan el cobro de ese préstamo hasta tanto se resuelva la cuestión de fondo.
Una abogada sampedrina logró un fallo inédito en relación a las estafas telefónicas al acceder a que el juzgado interviniente en una causa civil por un caso de esas características ordene no cobrar las cuotas de un préstamo que los estafadores obtuvieron en nombre de la víctima tras engañarla.
La acción judicial que encabezó la abogada Marisa López Bravo es muy importante porque atacó las medidas que suelen tomar los bancos para con los damnificados, a quienes por lo general no sólo no respaldan sino que además les cobran todos los conceptos relacionados a lo que los estafadores hayan hecho una vez que accedieron a sus cuentas.
Pero además puso en alerta a las víctimas sobre qué acciones deben llevarse a cabo, porque habitualmente los estafados recurren a la Justicia penal por el delito pero pocas veces van al fuero Civil a reclamar el resarcimiento a las entidades bancarias y eso fue lo que ocurrió en este caso.
La víctima de la estafa es la abogada Laura Bernasconi, instructora judicial de la Fiscalía Nº 11, a quien los estafadores engañaron a raíz de una deuda por IFE que el Estado tiene con una de sus hijas. Los delincuentes lograron obtener a su nombre un préstamo por 900 mil pesos que debía pagar en cuotas de más de $ 45 mil por mes.
El fallo que logró López Bravo en el fuero Civil fue una medida preventiva de "no innovar" que detuvo el pago de esas cuotas hasta tanto se resuelva la cuestión de fondo, por lo que el banco no podrá cobrar las cuotas del préstamo que los estafadores sacaron en nombre de la víctima.
Todo ocurrió durante un fin de semana. Los delincuentes llamaron al celular de Bernasconi para decirle que debían acreditarle a una de sus hijas tres cuotas del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y que necesitaban una cuenta habilitada para hacer efectivo ese pago, porque había "un error en la base de datos".
Al principio, la instructora judicial sospechó, pero como tiene una hija desempleada que habái tramitado el beneficio, terminó envuelta en el engaño. Guiada por el estafador, se dirigió a un cajero automático del Banco Provincia y siguió los pasos que el interlocutor le ordenaba por teléfoo.
"La precisión de los datos hacia al hecho verosímil y confiable", dijo López Bravo. Es que, se sabe: los estafadores tienen acceso a información precisa y la utilizan para cometer este tipo de delitos.
Los delincuentes lograron obtener datos que le permitieron el acceso a la cuenta bancaria de Bernasconi y obtuvieron un préstamo a su nombre por 900 mil pesos.
"Al otro día concurre al Banco Provincia, habla con el subgerente y le informan que habían utilizado 200 pesos de su cuenta para la llamada telefónica", contó López Bravo en Sin Galera. Ese día le informaron que por el préstamo debería pagar alrededor de 46 mil pesos por mes y que en septiembre comenzarían a descontarle el monto.
López Bravo fue a la Justicia en el fuero Civil, contra el Banco Provincia y la empresa Visa, emisora de la tarjeta de crédito de Bernasconi. Desde la figura de la prevención de daños, la abogada le planteó al juez que hasta tanto se resuelva la cuestión de fondo debería suspender el cobro del préstamo y lo logr´.
"Al juez le tenés que demostrar cuál va a ser el daño posible particular de ese cliente”, explicó la abogada. El fallo es muy relevante porque pone en tela de juicio el accionar de las entidades bancarias, que generalmente se desentienden de la situación de la que fueron víctimas sus clientes.
"El sistema de software con que cuenta el banco y apoya toda esta parte tecnológica carece de la seguridad para el usuario sino estas cosas no podrían suceder. Hay un déficit en la parte informática del banco", cuestionó López Bravo.