Escándalo municipal por engaños con créditos
Durante los últimos días, se conocieron las denuncias por parte de un grupo de empleados municipales, quienes dicen haber sido engañados en la toma de créditos personales otorgados por varias financieras. Serían, alrededor de 80 las personas damnificadas por una maniobra que salpica a varios empleados de la comuna.
Un fantasma recorre la Municipalidad de San Pedro en forma de crédios personales. “Conocemos el tema por rumores de pasillo” repiten incansablemente todos los funcionarios municipales de rango, como si tuvieran puesto el mismo cassette.
Los “rumores de pasillo”, son en realidad una historia escandalosa, muy bien conocida por todos aquellos que tienen alguna vinculación con la Municipalidad de San Pedro.
Un “cuento del tío” tan sencillo en su ejecución, como efectivo en sus resultados, en el que los involucrados, fueron en principio invitados a ser protagonistas de un engaño que se les terminó volviendo en contra, pasando de victimarios, a víctimas.
La propuesta inicial era simple: tomar un crédito personal en una financiera privada, de esas que tienen bajos requisitos y altos intereses, utilizando como garantía el recibo de sueldo de empleado municipal.
La promesa era que, si la persona que tomaba el crédito entregaba el 50% del monto que la financiera entregaba al “promotor” del ardid, sería “dada de baja” de los registros y nunca tendría que pagar ni siquiera una cuota de lo entregado.
Para muchos, era tentadora la idea de hacerse de una suma importante de dinero mediante este mecanismo, que según prometía quién promovía los créditos, podía concretarse debido a sus “contactos” políticos y familiares.
Pocos meses después de estas maniobras, que se habrían iniciado a mediados del año pasado, comenzaron a llegar las cartas documento y las intimaciones de pago por parte de las financieras. Ahora, si quienes entregaron el 50% de los créditos al “dadivoso empleado” no cancelan la deuda, corren riesgo de que se les embargue su sueldo y de aparecer en los informes crediticios de empresas como “Veraz” o “Fidelitas”.
Justamente la raíz de este entuerto, en el que los involucrados pasaron de intentar sacar una ventaja (con o sin su conocimiento) a una financiera, a ser ellos mismos las víctimas de la trampa, es lo que hace por estas horas tan complicado la acumulación de pruebas para quienes están preparando la denuncia penal sobre el tema.
Los créditos tomados, irían desde los $ 8.000 hasta los $ 30.000 en algunos casos y según estimaciones del Secretario General de ATE San Pedro, Marcelo Marelli, serían entre 70 y 80 las personas damnificadas, lo que habla a las claras de un mecanismo que hizo metástasis en las familias municipales.
Marelli agregó a “La Opinión” que “los compañeros están asustados” y por eso todavía nadie radicó la denuncia penal. “Si la hacen, van a tener el apoyo total del sindicato” dijo a la vez que admitió conocer la maniobra desde hace tiempo. Tal vez por ese mismo motivo, algunos desconfían y esperan que se presente una oportunidad para evitar deudas que ellos mismos consintieron ya que ninguno por ahora puede probar que haya entregado el 50% al principal responsable de las gestiones.
Algunos de ellos, dijeron haber realizado una presentación ante la Asesoría Letrada, lo que fue desmentido por su titular, la Dra. Paola Basso, quién dijo que “formalmente no hay ninguna presentación” para agregar, como todos los demás funcionarios consultados que “escuché rumores de pasillo pero no hay ninguna documentación que acredite el hecho” y que solo “si hay una denuncia penal, se puede actuar”.
A esto, además, hay que sumarle el testimonio de algunos denunciantes que hablan también de falsificación de recibos de sueldo desde la impresora de una repartición periférica al Gobierno Municipal, para aumentar los importes, y poder acceder así a créditos de un importe mayor.
Juan, uno de los estafados que prefirió preservar su identidad, comentó a “La Opinión” que ellos “siempre supieron que estaban haciendo algo malo” al estafar a la financiera, pero que “lo hicieron por necesidad”. “Yo recibí $ 4000, y ahora tengo que devolver más de $ 20.000” dijo.
Otro empleado municipal que se tentó en la trampa, comentó que le dieron un papelito, en el que ofrecían sacar créditos. “Cuando averiguabas, te hacían sacar $ 10.000, pero te daban la mitad. El resto, se lo quedaban ellos. Ahora vamos a tener que pagar toda la vida” dijo.
Una empleada que también prefirió mantenerse en el anonimato, dijo a “La Opinión” que había estado “todo bien” hasta la semana pasada, cuando la llamaron de la financiera para abonar las cuotas atrasadas. “No entendía nada” dijo.
Por su parte, desde el HCD, el Concejal Justicialista Javier Sualdea comentó que desde su bloque están “trabajando en el tema, para generar alguna iniciativa legislativa”.
Sin embargo, y a pesar de todo, la denuncia corre el serio riesgo de quedar solo en un comentario callejero. Por estas horas se debaten los damnificados entre denunciar o no formalmente, ya que es mucho el temor de exponerse inútilmente a represalias y ser considerados cómplices al no poder aducir su ingenuidad después de haber percibido la mitad del dinero pedido.
Si bien este tema será difícil que prospere judicialmente, dado que los propios involucrados son en parte culpables de haber intentado estafar a las financieras, la delgada línea que divide inmoralidad de estafa parece siempre favorecer a quienes aprovechan sus contactos políticos para hacer negocios.
Ahora bien, mas allá de que se judicialice o no esta cuestión, la misma adquiere ribetes escandalosos especialmente porque la persona que está siendo señalada por los damnificados como el responsable de la maniobra, sería nada más y nada menos que un estrechísimo colaborador del Inspector General Domingo Bronce. Y es justamente el área de competencia de Bronce una de las que requiere de mayor talla moral, por ser la que hace cumplir con las disposiciones y ordenanzas a nivel local.
Por eso y aunque nadie lo reconozca públicamente, el tema preocupa mucho a varios funcionarios municipales, que temen verse salpicados por la “avivada” de esta persona.
El Secretario de Coordinación de Gestión Facundo Vellón dijo que considera que estas denuncias son “una forma de pegarle a Domingo Bronce por el trabajo que viene haciendo y por defecto a Barbieri, pero no creo que la gente compre esto”.
Ayer, hubo una reunión más de las tantas que se realizaron por estos días sobre este tema, en la que participaron el propio Vellón, junto al Secretario de Gobierno Juan Almada, el Inspector General Domingo Bronce y el Jefe de Personal Juan Kasta, en la que se analizó la situación.
La conclusión, fue que nada puede hacerse con un agente que de manera particular promueve la toma de créditos consentidos por sus compañeros, ya que no existiría ninguna prueba documental del hecho como para llevar a la Justicia, por fuera de la decena de testimonios que señalan a esta persona como el promotor de la obtención de dinero rápido.
Incluso, si bien habría un remissero listo para testificar sobre los viajes a distintas financieras de Mercedes, Pergamino y San Nicolás, cada uno de los damnificados está siendo “operado” por estas horas para evitar la denuncia, con promesas de “arreglarle” el problema de alguna u otra manera.
Por su parte, el hombre señalado como responsable, estaría cursando por estas horas y por orden de sus superiores, un pedido de vacaciones por 30 días, para darle tiempo al funcionariado de tomar una decisión política con respecto a su futuro, ya que nadie se quiere hacer cargo de respaldar su continuidad en el cargo y sería inminente su reubicación en alguna otra área.
Estafa a los municipales ¿Le suena?
Las estafas en el ámbito municipal no se reducen a esta, que es sólo una de todas las que este medio ha relatado y lamentablemente, las irregularidades en torno a los créditos, no son una novedad.
Estas cosas parecen incluso tan recurrentes, que muchos han llegado a optar por retirar su fotocopia del documento del legajo personal, para evitar que alguien pudiera utilizarlo para tomar un crédito.
“A una chica de limpieza que tenía una emergencia y necesitaba plata, le sacaron un crédito a nombre de otra persona que nunca se enteró” comentó alguien cercano a la Dirección de Personal.
¿Cómo es el cuento del tío?
La maniobra de la que por estas horas hablan todos los empleados municipales, se generaba a partir de un comentario del agente calificado, que decía que podía “borrar” el crédito tomado en una financiera, gracias a “un contacto” que tenía en Buenos Aires.
La única condición que ponía para “borrar” el crédito que nunca habría que pagar, era entregar el 50% de la suma, al promotor. De esa manera y a medida que sus compañeros de trabajo iban cayendo en la trampa motivados por la ambición de lograr un negocio redondo y movidos por la confianza que les representaba “su compañero” de trabajo al que seguirían viendo todos los días, el cuento se fue consolidando.
Así, los interesados eran trasladados en remis hasta diferentes financieras, en donde entregaban toda la documentación que se les requería, como la copia del Documento y el recibo de sueldo. Ahí mismo se les entregaba una tarjeta para hacer la extracción del dinero en un banco, y la chequera con la que debían abonarse las cuotas del crédito.
De nuevo en San Pedro, la víctima era conducida hasta la oficina del agente municipal, para entregar el 50% del dinero y la chequera con las cuotas, para poder “borrar el crédito”.
Como las financieras no comienzan a intimar hasta después de muchos meses de “no pago”, el período en el que “estaba todo bien” –según dijeron algunos damnificados- hizo entusiasmar a muchos otros, que se sumaron por iniciativa de sus propios compañeros.
Ahora, todos ellos, deberán pagar por la suma que tan gentilmente entregaron al timador.