Entregaron la primera casa de Nuestro Sueño, el barrio que planificó una cooperativa hace más de una década
Cristina y Pelusa Velasco, uno de los matrimonios que fundaron la cooperativa Nuestro Sueño en San Pedro, fueron los primeros en recibir la llave y este jueves se mudaban. Hace más de 10 años, un grupo de auxiliares de la educación y docentes comenzaron a trabajar para cumplir el sueño de la casa propia.
“Estoy feliz, no hay palabras”, dijo Cristina Chaparro en Radio Cuarentena este jueves, mientras embalaba todo para mudarse a la casa propia, cuya llave le fue entregada ayer tras más de diez años de lucha desde la cooperativa Nuestro Sueño en San Pedro.
La vivienda que habitarán ahora Cristina y su esposo, el reconocido relojero Pelusa Velasco, es el final de un recorrido que ellos y otros matrimonios de auxiliares y docentes comenzaron hace más de una década cuando, en conjunto, compraron el terreno para soñar su techo.
En todo este tiempo pasaron muchas cosas. De los 116 socios originales muchos se fueron y otros llegaron. Algunos trabajaron mucho y otros no tanto. En cada situación complicada allí estaba Cristina, que nunca bajó los brazos y fue una de las más entusiastas impulsoras del grupo. Por eso la eligieron para que sea la primera beneficiaria de la entrega.
De entre los 116 socios, algunos ya habían construido en su lote y otros no podían acceder al programa de construcción del Ministerio de Hábitat de la Nación, que es el que financió la obra. Por eso son 89 las unidades habitacionales en obra.
En enero, dijo Cristina, van a entregar la segunda, a sus vecinos. Ella siguió de cerca la construcción de su casa, por eso ya la conocía antes de que el intendente interino Ramón Salazar le diera la llave en un acto que tuvo lugar este miércoles por la tarde.
“La había visto antes porque yo venía todos los días a ver cómo iba la obra”, contó. La entrega fue casi un regalo de Navidad. “Para mí es perfecto, es el mejor regalo de la vida, la vida me dio esto”, dijo y recordó que el objetivo por el que trabajaron tanto desde hace una década era este, la casa propia.
“Fue muy lindo, realmente”, señaló y aseguró que la obra de las 88 restantes está “muy avanzada”, por lo que pronto podrán comenzar a mudarse el resto de los integrantes de la cooperativa, como ella misma hacía este jueves mientras hablaba con Radio Cuarentena.
Hace más de 10 años el grupo se conformó para buscar un terreno, comprarlo de manera cooperativa y empezar a trabajar para hacer posible el sueño de la casa propia. Por eso la llamaron así: “Nuestro Sueño en San Pedro”.
Con 116 socios para dividir los lotes, comenzaron las actividades para reunir los fondos suficientes que permitieran que esas manzanas se convirtieran en zona residencial y tuvieran entoscado, calles nuevas, luz, agua, etc.
Fue una tarea ardua que implicó idas y vueltas, discusiones y debates, enojos y alegrías. Durante la gestión Scioli en Provincia lograron obtener un programa de viviendas. Cedieron el terreno al Instituto de la Vivienda pero la licitación quedó desierta porque no había empresa que quisiera construir las casas por el monto del presupuesto asingado.
Así, el terreno volvió a la cooperativa. El temor a usurpaciones hizo que muchos comenzaran a construir. Algunos un quincho y otros, de a poco, la casa donde viven. Por eso son 89 las viviendas del programa financiado por Nación.
En medio de la obra hubo otra complicación: de los 89 que no habían construido, 30 socios no accedieron por distintas razones, entre ellas porque no calificaban para el programa. Así, la cooperativa trabajó contrarreloj para comprar otro terreno cercano donde construir el resto de las unidades habitacionales.
Entre socios suplentes y afiliados a los sindicatos del Papel y portuarios, reunieron los 30 beneficiarios que faltaban, adquirieron otro terreno cercano y lograron no perder esas viviendas, que también serán construidas en el transcurso del año.
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