El último sábado de febrero el Parque artístico Utopía, emplazado en el Barrio Villa Igoillo y gestado por el artesano de la madera Edgardo “Yayo” Altolaguirre y su familia, abrió una vez más sus puertas para dejar ingresar el recuerdo y las anécdotas de sampedrinos para sampedrinos.
El Segundo Encuentro Cultural de Cuentos y Anécdotas recibió a más de 300 personas de todas las edades que se congregaron para dar rienda suelta a la memoria de los más experimentados y el disfrute de los espectadores. Con una organización impecable por parte de Susana Altolaguirre y sus hijos, se dio lugar a la poesía, la danza contemporánea en pantalla de sombras y la canción con dos reconocidos vecinos: Joselito Fermani y Rubén Molina. El tango bailado por la pareja de Luis y Marina Rodriguez marcó el comienzo del bloque tanguero, acompañado por la voz de Mario Silva en un poema dedicado al barrio, escrito nada más y nada menos que por Aníbal De Antón, y las caricaturas de Edgardo Oliveros que evocó en un dibujo a ex compañeros del Banco de la Provincia.
Pasadas las diez de la noche arrancó la actividad que concentró el ayer y el hoy en un lugar perfecto rodeado de naturaleza y obras artísticas y la exposición de un automóvil de época restaurado por la familia de Jorge Morresi, con el aporte de la mano experta de Yayo, quien elaboró de la nada varias partes del coche, como es el caso de las llantas, el volante y las vistas.
Este encuentro buscó desde el principio generar un espacio para comunicar y transmitir en forma verbal todos aquellos cuentos y anécdotas que hemos vivido o conocemos los sampedrinos y que queremos compartir con otras personas y lo logró en un clima de absoluto respeto, con el auspicio de varias empresas locales y de la Dirección de Cultura.
Los invitados panelistas, Claudio “Chocho” Rodríguez, Eduardo “Ñato” Estelrich, “Pirata” Caso, Raúl “Coqui” Altolaguirre, Edgardo Oliveros, “Chato” Durán y vasco Martínez expresaron situaciones comprometidas, graciosas y reveladoras como por ejemplo la historia verdadera de la pavimentación de la avenida costanera baja, secreto que dio a conocer Claudio Rodríguez esa noche.
Cada familia se llevó como recuerdo de esa jornada un ejemplar del libro de Aurora López, donados por su hijo. La noche se extendió hasta bien entrada la madrugada con buena música y preservando el lema de que “Todo Pueblo que transmite su pasado no pierde la identidad”.
Ads