Encontraron en Santa Fe a dos hermanas que eran buscadas desde hace tres años
Su madre había golpeado todas las puertas y el caso hasta había sido incluido en la página de Missing Children’s. El desenlace se produjo después de que Juan José Navarrete, pareja de una de las desaparecidas, renovara su documento en el registro civil de la ciudad de San Lorenzo. Así fue como la policía pudo dar con el paradero de las hermanas Sandra Elizabet y María Soledad Toledo, que eran buscadas por su familia desde Agosto de 2003.
Una madre que nunca bajó los brazos, dos hijos que esperaban noticias junto a su abuela y mucha incertidumbre alrededor de lo que realmente había ocurrido, envolvió durante casi tres años la historia de estas dos hermanas cuyo paradero era desconocido desde el 5 de Agosto de 2003. Ese día, Graciela Toledo hizo la denuncia. Dijo que sus dos hijas, María Soledad (en aquel momento con 22 años) y su hermana Sandra Elizabet (de 14) habían abandonado la casa durante la noche y jamás volvió a tener noticias. La sospecha, era que se habían marchado con un hombre, Juan José Navarrete, pareja de una de ellas, pero la falta de testigos o indicios complicó desde el inicio la investigación.
Las reiteradas visitas de esta madre desesperada, tanto a los medios como a la Comisaría, hizo que hasta la institución Missing Children’s se hiciera eco del caso e incluyera en su listado y en su página de Internet a las dos hermanas.
Su familia pensaba lo peor pues suponían que se habían ausentado obligadas por el propio Navarrete, pues nadie podía comprender cómo se marcharon de esa manera repentina y en el caso de María Soledad, abandonando dos hijos varones, uno de tres años y el otro de tan sólo 20 días, quedando los niños al cuidado de su abuela.
Si bien la causa se inició durante la gestión del Comisario Guillermo Britos, la búsqueda policial se incrementó desde que el Capitán Jorge Peralta se hizo cargo de la Comisaría, luego de que Graciela Toledo, madre de las mujeres, se presentará en reiteradas ocasiones a solicitar ayuda. Hace unos tres meses, la policía logró constatar que Navarrete había renovado su Documento Nacional de Identidad en el año 2004, en el Registro Civil de la ciudad de San Lorenzo, provincia de Santa Fe. Siendo que sobre él también recaía el pedido de paradero, esta información facilitó su identificación.
Rápidamente tomó intervención la UFI Nº 4 de San Nicolás a cargo de la Dra. Fernández quien conjuntamente con el Ministerio de Seguridad, brindaron el permiso pertinente a los efectivos policiales para que se acerquen a buscar a las hermanas, siendo que estaban en otra jurisdicción.
Así fue como el personal de Gabinete de Prevención de la Comisaría de San Pedro integrado por el Teniente Primero Gabriel Puchet (encargado del Gabinete Criminológico), el Teniente Primero Mauricio Almada (Jefe de Judiciales) y el Sargento Darío Dincau (miembro de dicho Gabinete) se presentaron primero en la Comisaría de la localidad santafesina y luego en el Registro Civil para obtener mayores datos.
Casi de inmediato dieron con una humilde vivienda ubicada en Ingeniero White al 400, en el Barrio Villa Felisa de esa localidad. Allí estaban las hermanas María Soledad y Sandra Elizabeth (hoy con 25 y 17 años de edad), y Juan José Navarrete. Los acompañaba otro sujeto mayor de edad que es pareja de María Soledad y una niña de 2 años, hija de Sandra y Juan José.
No regresarán
A pesar del hallazgo, las hermanas Toledo permanecerán en San Lorenzo, pues indicaron que no cuentan con los medios suficientes como para visitar o llamar a su familia. A los efectivos que las ubicaron, no les explicaron cuáles fueron los motivos de su desaparición repentina, pero al parecer se encuentran bien y estarían dispuestas a recibir a su madre, quien ahora intenta conseguir los recursos para viajar a verlas.
Quizá la verdadera historia de lo que ocurrió nunca trasciendan porque las razones de esta triste historia tendrán características personales que forman parte de la intimidad de esta familia, pero al menos el trabajo policial permitió ofrecer respuestas a una mujer desesperada que sólo encontraba silencio.
Según explicaron los que estuvieron a cargo del operativo, las jóvenes le habían enviado una carta a su madre con las fotos de su pequeña nieta. Lo que ocurrió, fue que en este lapso de tiempo, Graciela Toledo se había mudado al ser beneficiada con una de las casas del barrio de las 49 Viviendas. Y por eso la carta les fue devuelta sin respuesta.
La señora de Toledo se mostró profundamente agradecida y emocionada por la labor desarrollada por la policía sampedrina y ahora sólo espera reunir los recursos para viajar a San Lorenzo. Además de reencontrarse con sus hijas, conocerá por fin a su nieta y podrá reunir nuevamente a los dos pequeños que habían quedado en San Pedro con su madre María Soledad, tras tres años de ausencia.