Seguramente todos la conocieron. Ella era un personaje de nuestra ciudad, muy querida por todos. Su historia fue muy triste desde el día que faltó su mamá. Algunos dirán si acaso no tenía más familiares; sí tenía, pero a Lili no le gustaba estar en un solo lugar, ella quería andar.
A raíz de eso tuvo una beba de alguien que sin escrúpulos no miró que ella tenía una discapacidad. Cuando la familia fue al hospital, ya no tenía a sus beba, nadie sabía nada.
Lili, con su discapacidad, siempre recordaba que tenía una hija, pero no sabía dónde estaba. Ahí se agravó más su discapacidad.
Hace 17 años una persona con cargo político la internó en un neuropsiquiátrico en Pergamino. El trato recibido no fue muy bueno. Hasta que el día 5 de enero de este año falleció de una neumonía crónica. Pero la familia buscó y entonces encontró a la hija, la cual pudo estar en su último momento con Lili, su madre, y reencontrarse con su familia materna. Se agradece a todos los que de alguna forma ayudaron a Lili.
María del Rosario (hija) y su familia materna,
y en especial a Desarrollo Humano.
Eduardo Díaz, DNI 11.151.959
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