En marzo dictarán sentencia contra el ex comisario Meneghini
El sampedrino afronta un juicio por delitos de lesa humanidad cometidos mientas estuvo a cargo de la comisaría de Escobar, donde era jefe directo de Luis Abelardo Patti. La Fiscalía y la parte querellante solicitaron prisión perpetua para los acusados y aseguraron que los desaparecidos fueron “víctimas de un genocidio”.
Las causas por delitos de lesa humanidad iniciadas a lo largo y ancho del país, que tuvieron como dato sobresaliente las condenas al ex Jefe de la Policía Bonaerense Miguel Etchecolatz y al ex Presidente de facto Jorge Rafael Videla, tiene un protagonista sampedrino que está sentado en el banquillo de los acusados junto a Luis Abelardo Patti y Reynaldo Bignone.
Se trata del ex titular de la comisaría de Escobar Juan Fernando Meneghini, jefe directo del entonces subcomisario Patti, acusado de los secuestros de cinco víctimas, y por el secuestro y asesinato de Gastón Goncalvez, cuyo cuerpo calcinado apareció junto a otros tres en el paraje “El Cazador”, cerca del río Luján, tras haber estado detenido ilegalmente y ser torturado en la seccional que el sampedrino tenía a su cargo.
Meneghini, Patti, Bignone, el ex Comandante Santiago Riveros y el ex oficial de Inteligencia del Ejército Martín Rodríguez son juzgados por el Tribunal Oral Federal N° 1, integrado por los jueces Lucila Larrandart, Horacio Segretti y María Lucia Cassain, donde tras el receso de la feria judicial comenzaron los alegatos de las partes querellantes, luego de que la Fiscalía interviniente solicitara prisión perpetua.
El abogado y periodista Pablo Llonto, representante de las familias de los asesinados Muñiz Barreto y Goncalvez, y de otros dos jóvenes militantes de Escobar desaparecidos, cuyos restos no fueron encontrados, los hermanos Luis y Guillermo D´Amico, también solicitaron cadena perpetua para los imputados.
“Las víctimas de las familias que represento fueron víctimas de un genocidio”, consideró Llonto en su alegato, escuchado por Meneghini en la sala del juicio y por Patti desde una camioneta, ya que tras sufrir un ACV su estado de salud le impide seguir normalmente el juicio, al que supo asistir en camilla.
Llonto pidió a los jueces que “contemplen la figura del genocidio en la sentencia porque nuestro país formó ejércitos y fuerzas policiales genocidas, se incorporaron doctrinas para justificar la tortura y elminación de personas, y Argentina agregó el sello característico y lamentable para nuestra historia de los vuelos de la muerte” y agregó: “Hubo un plan delictivo, una organización criminal cuyo fin último era matar a quienes llamaban subversivos. Los cinco acusados querían convertirse en participantes de esa empresa que tenía un propósito criminal común: el exterminio de todos los militantes políticos que ellos consideraban subversivos”.
“En el caso de Patti y Meneghini (su jefe en Escobar) pretendían llevar a su territorio esta limpieza absoluta, y focalizarla en el territorio de Escobar y Garín”, indicó el abogado.
En el marco de la causa fueron reunidas 125 prubas penales contra los acusados, según las cuales, para la querella, quedó probado que las víctimas fueron secuestradas en Escobar, trasladadas a un camión celular que estaba abandonado en el fondo de la comisaría que comandaba Meneghini, que producto del golpe de Estado había quedado bajo la órbita de Institutos Militares, dependiente de Campo de Mayo.
En el caso del Diputado Muñiz Barreto, tras pasar por la comisaría estuvo en el centro clandestino de detención conocido como “El Campito”, donde fue torturado para luego fingir un accidente en automóvil para encubrir su asesinato. Todo ello consta en las declaraciones de su secretario Juan Fernández, secuestrado junto a él y que sobrevivió al simulacro de accidente y logró escapar del país.
“Hubo un circuito que comenzaba en la comisaría de Escobar o Garín (a cargo del sampedrino), seguía en la Unidad Regional y terminaba en Campo de Mayo, como le pasó a Muñiz Barreto. Allí se decidía el destino final del secuestrado o a veces en la misma comisaría, como les ocurrió a Goncalvez y los hermanos D Amico”, señaló Llonto.
Aún restan los alegatos de las Secretarías de Derechos Humanos nacional y provincial, como partes querellantes, para luego escuchar las palabras de los abogados defensores y de los propios acusados. En marzo, el Tribunal estará en condiciones de dictar sentencia en la causa.
Juan Fernando Meneghini nació el 28 de enero de 1936 en San Pedro, su DNI es 5.161.080 y es el único hijo de Fernando Juan Policarpo Meneghini y Herminia Constantín, ambos fallecidos, y según consta en el expediente de la causa tiene domicilio real en Mariano 7868 de Mar del Plata. El sampedrino, de 75 años recién cumplidos, fue el único de los imputados que declaró en la causa. En ese marco, negó que se realizaran interrogatorios dentro de la seccional como así también todo lo relacionado con la privación ilegal de la libertad y la imposición de tormentos.
Meneghini vivió en San Pedro hasta la década del 80, yendo y viniendo a trabajar a Escobar, donde era jefe de la Comisaría 1°. Por esos años abandonó la ciudad envuelto en un conflicto familiar relacionado con un caso de poligamia.