En libertad, Sampol renunció al Consejo Escolar
Tras permanecer detenida 40 días, acusada de comercializar drogas, Silvina Sampol fue liberada luego de que su abogado lograra que el Juez cambiara la imputación a “encubrimiento agravado”. El lunes presentó su renuncia al cargo político para el que la eligieron el año pasado y la semana que viene recibirá la notificación de que no podrá volver a estar frente a alumnos hasta tanto no se resuelva su caso. Permanecerá en tareas pasivas para percibir su salario.
El jueves pasado, La Opinión reveló al mediodía que la consejera escolar Silvina Sampol, detenida hasta ese día acusada de “narcodocente”, había sido puesta en libertad bajo el compromiso de pago de una fianza de 70 mil pesos y luego de que el Juez de Garantías cambiara la imputación penal en su contra.
La maestra, que luego se desempeñó como profesora de Lengua del ciclo básico de la Secundaria, ya no está imputada por “tenencia de estupefacientes para comercialización” sino por “encubrimiento agravado”, ya que el Juez Ricardo Pratti entendió que el kilo y cuarto de marihuana y los 54 gramos de cocaína hallados en su casa eran de su pareja, Ulises Fernández, quien todavía permanece prófugo y severamente sospechado de haber participado en el crimen de Ariel Lido Gomila.
En su casa, la docente guardó silencio hasta el sábado, cuando habló en exclusiva en Sin Galera y accedió por primera vez a contar su versión de los hechos.
Afuera de la política y de la docencia
Silvina Sampol renunció el lunes a su cargo como consejera escolar, al que accedió en el tercer puesto de la lista de Cambiemos que encabezó el intendente Cecilio Salazar.
“No estuve con nadie, no vi a nadie”, dijo ante la consulta acerca de si sus compañeros de militancia del partido Fe se habían acercado a su casa. “No, nadie se comunicó, nada”, reafirmó para luego agradecer a sus compañeras de trabajo en escuelas y amigas que fueron a visitarla.
El sábado dijo que iba a renunciar al puesto al que accedió mediante el voto popular, pero antes había tenido intención de saber si podía recuperar su trabajo para cobrar su sueldo. Le informaron que seguiría suspendida como integrante del cuerpo, sin percepción de haberes, por lo que decidió presentar su dimisión el lunes a las 8.00 de la mañana.
Con esa decisión, Sampol debe regresar a sus cargos docentes. La Jefatura Distrital de Educación pidió la documentación judicial que obra en el Consejo y citó a la ahora exfuncionaria a una reunión el lunes próximo.
Con la causa en la mano, las autoridades educativas procederán como en otros casos, con la aplicación del artículo 139 del estatuto del docente, que señala que “si por la naturaleza y gravedad de los hechos fuese inconveniente la permanencia en el desempeño del cargo por parte del presunto imputado el funcionario actuante podrá relevarlo transitoriamente de sus funciones”.
El artículo siguiente establece que el docente puede ser desplazado “a otro organismo hasta la finalización del sumario o su suspensión con carácter preventivo cuando la gravedad del hecho aconseje el alejamiento transitorio del servicio”.
Todo indica que Sampol será destinada a tareas administrativas en otras dependencias educativas, como es por ejemplo el caso de César Prieto, involucrado en la causa de los docentes que abusaron de sus hijas.
“Fue una pesadilla”
Silvina Sampol contó que la noche de su detención estaba sola en su casa. De su pareja prefiere no hablar. Asegura que no sabe dónde está y que nunca tuvo contacto con él desde que se fugó, momentos antes del allanamiento.
“Jamás estuve detenida, no tengo antecedentes. Me encontré con una pesadilla”, dijo entre lágrimas y recordó que estuvo en un calabozo en la comisaría de Ramallo, “donde no salís a ningún lado, no sabés si es de día o de noche”.
Ratificó la versión que contó su hijo a este semanario acerca de que la campera con manchas de sangre hallada en su casa tenía en realidad restos de salsa y repitió una y otra vez que nada sabía de las drogas.
En su defensa, sus testigos dijeron que si acaso había encubierto a su marido era por “el gran amor” que le profesa al prófugo con el que dijo compartir sus días desde hace siete años.
“En mi casa no había nada raro. No se manejaba dinero de más, no había ningún tipo de movimiento. La gente que venía a mi casa, venía siempre; no venía gente extraña ni de ningún tipo. No me di cuenta de nada. Hay un montón de cosas que no sé”, dijo y aseguró que los 30 mil pesos que estaban en su hogar eran parte de su sueldo, el de su hijo y de un crédito que había sacado porque estaba ahorrando para cambiar el auto.
“Yo nunca vendí drogas, jamás en mi vida. No tengo nada que ver con esa carátula que me pusieron. No sé cómo lo vinculan a Ulises”, dijo y prefirió no hablar sobre las sospechas que pesan sobre su pareja en relación al asesinato de Ariel Lido Gomila, primo hermano de su madre y en cuyo velatorio estuvo.
El fiscal no cree en la versión de Sampol
El Fiscal que instruye la causa anticipó que apelará la decisión del Juez, ya que considera que los elementos de prueba que obran en el expediente deberían ser suficientes para que la sospecha de comercialización de drogas siga pesando sobre Silvina Sampol.
“No hay ninguna prueba de que yo haya vendido drogas o este vendiendo”, tal como sostuvo su abogado, Hugo Lima (h).
“No es que encontramos la droga en un ropero, un trozo de marihuana estaba en el living, ni siquiera personal de limpieza hay en la casa”, dijo Manso, para quien Sampol “mintió” en su indagatoria.