En la primera reunión del 2018, Carlos García pegó el portazo
Renunció sorpresivamente a la vicepresidencia de la Liga Sampedrina (LDS) porque, según aseguró, “no habla el mismo idioma” que el resto de los integrantes de la Mesa Directiva. Mitre y Las Palmeras presentaron su proyecto de torneo.
El 2018 de la Liga Sampedrina (LDS) comenzó turbulento y se cobró una víctima: el lunes, en la primera reunión del año, Carlos García renunció a la vicepresidencia, puesto que ocupó desde el 1° de marzo de 2016 cuando dejó el lugar mayor (estuvo desde el 2008) en manos de Hugo Cejas.
“No hablo el mismo idioma que el resto de los dirigentes”, aseguró a La Opinión García y aunque circulan varias versiones de su alejamiento, puertas adentro se sabe que su relación con Cejas siempre distó de ser la mejor. A fines de 2017 el que dejó de participar fue Raúl Alegre, quien también integró durante varios el grupo que llevó adelante el fútbol local como protesorero.
Carlos continuará ligado al deporte más popular como veedor oficial de partidos, lugar que le resguardó el Consejo Federal de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) a pesar de su salida de la LDS.
Además, aunque admitió que por el momento “no tiene definido” si regresará en otra oportunidad ya que depende “de los clubes”, en febrero habrá Asamblea Extraordinaria en la institución de calle Bartolomé Mitre y Fray Cayetano Rodríguez y los rumores de que presente una lista para competir con, si desea seguir, Cejas deambulan en los rectángulos de juego.
Mitre y Las Palmeras presentaron su proyecto
El lunes ambas instituciones formalizaron sus planes de juego en la LDS. El Rojo propone mantener las seis categorías con la posibilidad de que la sexta se integre en la segunda parte del año. Segunda sería U23 con dos arqueros libres y tres jugadores mayores; tercera U16 (2002 y 2003); cuarta U14 (2004); quinta U13 (2005); y sexta U12 (2006).
En primera la idea es similar a la que diagramó la institución organizadora: Apertura y Clausura con dos grupos de nueve equipos cada uno. A diferencia de la entidad presidida por Cejas, propone que en vez de dos clubes por zona, avancen cuatro y los cruces inicien desde cuartos de final. Una vez concluidos ambos torneos, se determinará mediante una tabla general (sólo se sumarán los puntos obtenidos en la fase clasificatoria) qué diez instituciones competirán en la máxima categoría y el resto en el ascenso en 2019.
Para formativas quiere que se desarrolle un primer campeonato todos contra todos a una rueda y, en el segundo, se divida a los primeros nueve de los últimos con el objetivo de que afronten por separado certámenes de dos vueltas. En total disputarían en el 2018 34 partidos.
Los talenses apuestan a una revolución en cuanto a las divisiones: cuatro en vez de seis con primera, U20 (nacidos entre 1998 y 2001), U16 (2002 -tercera- y 2003 -cuarta-) y U14 (2004 -quinta- y 2005 -sexta-). Además, su objetivo es “jugar un solo día” (sábado o domingo) para “reducir costos de arbitrajes y traslados”.
En relación a los torneos, plantean iniciar el nuevo año con un Preparación similar al Daniel Stoccaffiso de 2017 pero invirtiendo las localías en la primera ronda de cada zona. El líder de cada una de las tres más el mejor segundo avanzaría a semifinales en un certamen que abarcaría, sin suspensiones, siete semanas.
Luego, apunta afrontar un Apertura y Clausura en donde los 18 clubes se dividan en dos grupos de nueve cada uno separando en cada aglomeración tres de Baradero, dos de las localidades y cuatro de San Pedro para que “sean equitativas las distancias”. Los dos primeros de ambas zonas clasificarán a semifinales (un juego) y, luego, a la final (ida y vuelta). También está la variante de que avancen cuatro por aglomeración iniciando los cruces desde cuartos de final. Ambos campeonatos demandarían en conjunto 22 semanas. El proyecto de disputa sería similar para las cuatro divisiones y se
necesitarían 29 semanas de actividad para cumplirlo.
Ambos, junto al que diagramó la Liga Sampedrina, deberán ser analizados por los clubes, quienes luego levantarán la mano para votar por, según consideren, la mejor opción.