Emotiva despedida a Adriana Brokman, que se jubila tras más de 32 años en el Concejo Deliberante
Una de las empleadas fundamentales del cuerpo deliberativo llegó al final de su carrera para jubilarse tras 32 años y medio como agente del Estado local. En la sesión de este jueves, fue despedida por los ediles y sus compañeros de trabajo, entre ellos la presidenta del HCD, con quien compartió tres décadas de labor. Considerada una especie de "digesto viviente" de la ciudad, recibió un emotivo homenaje y agradeció con sentidas palabras a quienes tuvieron contacto con ella durante sus días de trabajadora municipal.
La sesión del Concejo Deliberante de este jueves tuvo varias particularidades. Por un lado, fue la segunda del período ordinario 2020 y la primera desde que comenzó la cuarentena, puesto que desde fines de marzo que no había reuniones en el recinto y la de esta jornada fue con distanciamiento social y tapabocas, sin público y sólo con acceso a la prensa.
Pero además, fue una sesión emotiva por haber sido la última de Adriana Brokman, la histórica empleada del cuerpo deliberativo que desde el viernes, acogida a los beneficios jubiltarios, será una extrabajadora del Estado local, tras cumplir 32 años y seis meses de servicio.
Hasta este viernes, Adriana Brokman era la primera persona con la que se encontraba cualquiera que llegara al Concejo Deliberante. Responsble de la Mesa de Entradas, fue además uno de los puntales del trabajo de los concejales durante más de tres décadas, al punto de que la consideran una especie de "digesto viviente".
Al final de la sesión, su compañera de trabajo y amiga durante los últimos 30 años, Mónica Otero, hoy presidenta del Concejo Deliberante, la llamó al estrado para hacerle un homenaje de despedida con un discurso durante cuya alocución no pudo contener las lágrimas.
Luego, a su vez, diversos concejales hicieron lo propio para destacar la labor de Adriana, celebrar sus décadas de trabajo y su rol como empleada municipal en el cuerpo deliberativo local.
Ella, a su vez, agradeció a todos sus compañeros, a cada concejal que pasó por el HCD mientras estuvo como empleada; a su esposo y sus hijos; a Pila Pozzi y Bebe Alem, presidente y secretario legislativo en el momento en que rindió el examen para ingresar al Concejo; y a todos les destacó, un poco en broma y un poco en serio, haberle tenido "paciencia" durante todos estos años.
Al finalizar, la agasajaron en las oficinas donde trabajó durante estos 32 años y medio. Todos destacaron que su ausencia se va a notar en el Concejo Deliberante.
Adriana Brokman cursó sus estudios primarios y secundarios en la escuela Normal, y es hija del ingeniero agrónomo Heraldo Pablo Brokman, reconocido profesor de secundaria, a quien el HCD homenajeó en 2017 con la designación con su nombre a la calle 80.
"Hace años que quería jubilarme, quiero vivir", dijo a La Opinión antes de comenzar la sesión y aseguró que dejaba "todo listo" para la continuidad del funcionamiento habitual del cuerpo deliberativo. "Fueron una familia para mí", dijo sobre sus compañeros.