Elevaron a juicio la causa contra una banda que comercializaba drogas
La Fiscal Viviana Ramos espera la fecha que fijará el Tribunal para someter a la justicia la investigación sobre la banda que lideraba Griselda Merlo, dedicada a la venta de drogas en la zona.
Durante los últimos días del 2014 los investigadores lograron desbaratar una organización dedicada a la venta de estupefacientes que llevaba un tiempo considerable operando en la ciudad.
Hasta allí habían sido escasos y poco habituales los operativos antidroga y fue por ello que se consideró el operativo como uno de los de mayor impacto en la zona. No tanto por la dimensión sino por el sistema de fraccionamiento encontrado como pequeñas dosis listas para ser entregadas a los clientes.
A pocos días de haber asumido como tercer fiscal de la ciudad, la Dra. Viviana Ramos pudo frenar el accionar de una banda que se dedicaba a la venta de sustancias ilegales y abrir un abanico de investigaciones que desnudaron otras acciones.
Se trataba de la misma organización que era investigada por el fiscal Marcelo Manso en la comisión de otros delitos. Por ello decidieron unificar los expedientes y encaminar una sola instrucción.
Concluída la investigación, la detención de los acusados y la recolección de pruebas la causa fue elevada a juicio y ahora se aguarda la confirmación del Tribunal para conocer la fecha en que se realizará el debate.
Los imputados son, Griselda Merlo, de 34 años, señalada como la cabecilla de la banda; Arturo Paz de 41, pareja de la mujer; Juan Marcelo Merlo de 26 y Ricardo Marote de 44 años. Todos están acusados de comercializar estupefacientes, con el agravante de cometer el delito a tan solo media cuadra de una escuela.
Dosis, plata y “ravioles”
Griselda Merlo fue detenida durante un operativo en diciembre de 2014 cuando la policía allanó su casa de la calle Cruz Roja 340. Los agentes del orden buscaban varios elementos robados durante los días previos pero se encontraron con un panorama muy diferente: secuestraron 93 envoltorios que contenían unos 10 gramos de cocaína cada uno, valuados en unos 100 pesos, listos para ser comercializados.
En ese mismo acto hallaron unos 42 mil pesos en efectivo que fueron secuestrados como producto de la venta de drogas.
Posteriormente, en un operativo encomendado por el Fiscal Marcelo Manso en el mismo domicilio, encontraron 64 gramos de cocaína, otros 64 envoltorios de 1 gramo cada uno, 150 gramos de marihuana, 2.600 pesos en efectivo, elementos de corte y trozos de nylon para fraccionamiento. También secuestraron una carabina calibre 22 largo y un revólver calibre 32. Merlo y Marote ya estaban a disposición de la justicia.
En los primeros días de marzo del 2015, fue capturado Arturo “el Cabezón” Paz, quien era señalado como otro de los cabecillas del grupo y permanecía prófugo desde el día en que fue detenida su pareja Griselda Merlo. Paz fue capturado en la misma casa de la calle Cruz Roja luego de que intentara escapar ante la inminente llegada de la policía.
Antecedentes que complican
Para la próxima etapa de la causa la justicia hará valer los antecedentes con que cuentan los principales acusados. Griselda Merlo y Arturo Paz, fueron vinculados como partícipes de dos asesinatos.
Al momento de su detención, Merlo purgaba una pena de 15 años con arresto domiciliario, por el asesinato de Pedro “Perico” Girard, un hombre de 70 años que padecía problemas motrices y que murió un 18 de noviembre de 2004 luego de haber sido asaltado y golpeado brutalmente en su domicilio de la calle Caseros y Uruguay.
“El Cabezón” Paz, fue el autor del crimen de José Ramón Crespién, un joven de 17 años que murió por un disparo de arma de fuego en noviembre de 2002. El homicidio se produjo en el mismo lugar donde fue detenido hace un año atrás. Paz fue condenado a 12 años de prisión y volvió a ser apresado poco tiempo después de haber cumplido con la pena impuesta.