“Elegir ser bombero es una decisión distinta”
Los Bomberos Voluntarios de San Pedro cumplen 50 años de vida y lo celebrarán el Domingo con un gran evento. “Pancho” Grimoldi, el primer Jefe del cuerpo, contó los días de su formación y las primeras intervenciones.
Dicen quienes entienden que para ser bombero voluntario sólo es necesario estar dispuesto a dar algo de uno mismo y de su tiempo a quien lo necesite sin pretender nada a cambio. Esto parece haber tenido en claro Francisco Grimoldi, más conocido como “Pancho”, quien cuenta con orgullo que fue el primer Jefe que tuvo el cuerpo de bomberos voluntarios de nuestra ciudad.
El Domingo los bomberos festejarán sus 50 años de vida y quien mejor que “Pancho” para brindarle un homenaje a quienes dejan todo de lado para salvar vidas.
“Recuerdo que llegué al cuerpo de Bomberos Voluntarios por intermedio de “Chocho” Rodríguez, quien era vocal de la comisión”, contó Grimoldi. “Él tenía un bazar y ahí trabajaba mi señora; me enteré que integraba la comisión y que estaban buscando formar un cuerpo de bomberos. Yo siempre le decía a mi señora: ‘¡Qué lindo ser bombero!, me gustaría integrar el cuerpo activo’, y se lo comenté a Chocho. Cuando se reunieron me invitaron, fuimos al Centro de Comercio e Industria y vinieron los bomberos de Baradero para asesorarnos”, relató.
“En la segunda reunión, después de tres meses aproximadamente, se hizo para formar el cuerpo. Fuimos tres: Muñoz, que estaba en la Prefectura; un hombre de apellido Iglesias; y yo. Entonces, Don Solmi, que llevaba adelante la reunión, tenía programado poner un coordinador para después hacer una comisión del cuerpo activo, y como fueron pocos me dieron el cargo a mí. Ahí empieza a tomar forma todo lo que es bomberos”, explicó Pancho.
“Como éramos pocos fui hablando a distintos hombres, había que buscar la gente para que empezara a trabajar porque el cuerpo de bomberos se formó con Muñoz, Jaime, Vela, Millán y Tugores”, relató el ex bombero con respecto a la formación del primer cuerpo.
“Yo estuve doce años a cargo del cuerpo de bomberos y me fui por un problema que hubo con un presidente, inventaron que había malestar y era mentira, me pidieron que dejara el mandato. Cómo serían las cosas por aquel entonces que desapareció el libro de actas de aquél momento y no me pude jubilar porque no figuro en ningún libro como Jefe”, destacó Grimoldi sobre algunos pormenores acontecidos en aquellos días.
La primera vez
“Pancho” Grimoldi recuerda perfectamente de qué se trataron las primeras actuaciones de los bomberos voluntarios. “La primera intervención de los bomberos fue en el aserradero de Corleto, el que estaba en la calle Rivadavia y Pavón. Se había prendido fuego la viruta y estuvimos actuando ahí, ese fue el primero”, narró. “El primer accidente de tránsito al que concurrimos fue grande. Eran dos hermanos de origen ruso que vendían ropa en una Estanciera. Camino a Gobernador Castro, en el paso a nivel, iban en el vehículo y los arrastró un tren rápido, ¡como 50 metros! Los juntamos de a pedazos… terrible. Uno se acostumbra a ver esas cosas”, dijo el ex Jefe de bomberos.
Una lucha diaria
Históricamente, para hacerle frente a las interminables crisis económicas había que “remarla” como se dice. “La primera sede estaba en el tanque viejo, sobre la Avenida Sarmiento, mientras que la comisión se reunía en el Centro de Comercio. Los primeros elementos para trabajar fueron conseguidos a través de la Municipalidad, que nos prestó un acoplado y un tractor, era todo coraje”, recordó “Pancho”.
“De vestimenta teníamos una camisa y pantalón de grafa, y una especie de borceguíes. Esa vestimenta fue adquirida por la directiva, que consiguió un préstamo y una donación de Ramón Rosa, quien colaboró muchísimo. Me acuerdo que había una comisión que apoyaba. Todo fue evolucionando, y para poder contar con todos los elementos había que sacar plata de todos lados. Se vendían vidrios de botellas, había socios y colaboradores. Así se logró comprar la primera autobomba. Casi que se pudo comprar a precio de costo, me acuerdo que Amatriain nos dio una mano bárbara. Se juntó plata para poderlo carrozar, se consiguió una casa en Buenos Aires. Le pusieron las bombas y todo, y así empezamos. Con autobomba era más fácil trabajar. Tenía herramientas, la mayoría eran fabricadas por nosotros. El padre de Solmi nos dejaba lugar en la herrería y ahí hacíamos todo”, expuso.
Bombero de alma
Emocionado, “Pancho” describió la actividad bomberíl con frases profundas y de mucho sentimiento. “El alma del voluntariado siempre está, elegir ser bombero es una decisión distinta a la de cualquier ciudadano”, destacó. “El bombero tiene un plus de ventaja con respecto a otras personas, y cuando te alejás de estos se extraña”, afirmó.
Para culminar su relato, fue mucho más allá y recordó a sus seres queridos: “La familia cumple un rol importante en la vida de un bombero, a veces los dejaba con la comida servida, pero mi mujer entendía de qué se trataba y a mi me llenaba de orgullo”, rememoró.