El violento asalto a la familia Alsogaray Amatriain sacudió a San Pedro
El robo fue el jueves, alrededor de las 3.00 de la mañana. El reconocido comerciante Pedro Alsogaray y su pareja, Victoria Amatriain, fueron baleados por un delincuente en el living de su casa. Él recibió un disparo en la pierna y ella se llevó la peor parte, con un balazo en la zona abdominal que perforó su hígado, donde quedó alojado el proyectil. Podría haber sido una masacre. La Justicia y la Policía están abocados a la investigación.
San Pedro asistió la semana pasada a uno de los hechos más violentos de los últimos tiempos: un asalto en una vivienda familiar a las 3.00 de la madrugada, con un delincuente armado que, al ser sorprendido por los dueños de casa, disparó sin miramientos, fue abordado por el propietario mientras su pareja gritaba, recibió golpes de puño, perdió el arma y huyó a la carrera. Fue un episodio que podría haber terminado en tragedia.
Aunque toda la maquinaria judicial y policial se abocó a la investigación y esclarecimiento del hecho, con decenas de efectivos distribuidos para las pesquisas encargadas, la situación era complicada para el avance de la causa, al cierre de esta nota.
La familia de Pedro Alsogaray y Victoria Amatriain sufrió como tantas otras un golpe duro, del que les costará reponerse física y psicológicamente. Hoy, ella está internada en el Hospital Italiano, ya en sala común y evolucionando favorablemente, aunque con la bala alojada en el hígado; él, por su parte, acompañado de su abogado Mauricio Gugger, sigue de cerca el devenir de la investigación, tras prestar declaración testimonial por primera vez el domingo a la noche en la sede de Fiscalía.
El fiscal Marcelo Manso espera para este miércoles el cotejo de las huellas levantadas en la escena del hecho con las del hasta ahora único sospechoso, Jonathan Bedetti, que fue detenido el sábado a la noche y liberado el domingo al mediodía porque el juez consideró que los elementos que obran en el expediente no son suficientes para vincularlo, por ahora, al robo.
El hecho que tuvo cobertura nacional dio de lleno en la opinión pública indignada por la impunidad con la que actúan los delincuentes. Al día siguiente, una marcha que nadie sabe bien quién convocó tuvo apenas 16 personas presentes y se suspendió.
Así fue el robo
Ya era jueves. Pasada la medianoche, los vecinos de 24 de Febrero al 2400 escucharon ruidos. Las cámaras de seguridad revelaron luego que desconocidos merodeaban las viviendas con fines de robo. Alrededor de las 3.00 de la mañana, ingresaron a la casa de Pedro Alsogaray y Victoria Amatriain. La pareja y sus tres hijos dormían. La hija mayor de la mujer no estaba porque se había ido a la casa del padre.
En los videos se ve un delincuente –la sospecha es que habrían participado al menos dos– que ingresa al patio de la vivienda, acaricia a un perro y comienza a preparar elementos para llevarse, alrededor de un jeep que estaba allí. Todo eso dura alrededor de 50 minutos. Hasta que el ladrón entra a la vivienda por una puerta que da a una galería y que esa noche quedó sin llave.
Tras escuchar ruidos, Victoria Amatriain bajó desde su dormitorio por las escaleras y se encontró con el delincuente. Gritó y detrás apareció su pareja. El delincuente tenía un viejo revólver calibre 38, considerado un arma de guerra, y no dudó en disparar.
Victoria Amatriain recibió el impacto en la zona abdominal y Pedro Alsogaray uno en la rodilla. Él se abalanzó sobre el delincuente, forcejeó, logró sacarle el arma y le propinó una serie de golpes de puño que dejaron marcas en rostro y cuerpo del ladrón, que se escapó corriendo cuando Victoria gritó que estaba herida.
Alsogaray y Amatriain fueron trasladados al Hospital. Él fue asistido por el balazo en la pierna, que dio en la parte superior de su rodilla, con orificio de entrada y salida, y por unos cortes que tenía en la cara, producto del enfrentamiento con el delincuente. Ella, por su parte, tuvo que ser sometida a una intervención quirúrgica de urgencia, porque el disparo había perforado su hígado. Fueron horas de mucha tensión hasta que los médicos informaron que la habían estabilizado y que la hemorragia había cesado.
Afuera de la terapia intensiva del Hospital se agolpaban amigos, familiares y cámaras de televisión de los medios nacionales, que cubrieron ampliamente la noticia como “el asalto al hermano del deportista olímpico Julio Alsogaray”, que fue de los primeros en dar testimonio sobre lo sucedido.
Julio vive al lado de la casa de su hermano. Pasadas las 4.00 de la mañana llamó a su madre, la reconocida docente Alicia Pozzi, para pedirle que fuera a la casa de Pedro. Escuchó lo sucedido y quedó en custodia de sus nietos, de 8, 7 y 5 años.
Los caminos de la investigación
Fiscalía, DDI, GAD y Comisaría trabajan en la investigación del caso desde el primer momento. Policía Científica hizo su tarea pericial en la vivienda de los Alsogaray Amatriain y comenzó la búsqueda de él o los delincuentes.
A las pocas horas del hecho, se viralizaron vía WhatsApp una serie de fotografías que mostraban a un hombre, señalado como el presunto autor del hecho. El fiscal pidió allanamientos y el juzgado de Garantías a cargo de Román Parodi –que fue designado en la vacante que dejó María Laura Vázquez cuando falleció y para quien este es el primer caso de relevancia en el que le toca actuar en San Pedro– accedió. Los resultados no sólo fueron negativos sino que confirmaron que la pista no era conducente. El allanado, Julio “Tolo” Miño, exempleado de Alsogaray, no tenía nada que ver (ver recuadro).
Para la policía, esa no era la línea principal de investigación. El jueves por la tarde, tras los fallidos allanamientos, se abocaron a buscar a un sospechoso en el barrio La Tosquera. Esa noche allanaron la casa de su familia, pero no estaba. Durante la madrugada, revisaron otros domicilios. Tampoco estaba. Al otro día, evadió el accionar policial.
La versión de la policía y la de la familia de ese sospechoso, identificado como Jonathan Bedetti, de 27 años, tiene diferencias. El informe oficial señala que cuando lo fueron a abordar, el joven disparó con un arma de fuego y huyó.
Su hermana, Macarena Leiva, dijo a La Opinión que ella le avisó que la policía lo buscaba y que él subió desde la zona costera del barrio Los Cazadores para acercarse al patrullero, momento en el que un efectivo al que identificó abrió fuego, por eso disparó y se fue.
Durante todo el viernes y el sábado la búsqueda de Bedetti fue infructuosa. Su familia dijo en Sin Galera que estaba dispuesto a entregarse si le daban garantías de que no sería golpeado. El fiscal Manso se comprometió a ello y puso en aviso al Defensor oficial. La búsqueda siguió en el barrio y hasta en la zona de islas. Más de 50 efectivos estaban abocados a la tarea. Hasta allí también llegó un periodista de La Opinión, para requerir información a los vecinos.
Alrededor de las 20.00, el sospechoso se comunicó con su hermana, que avisó a este medio para que el fiscal la llame. Bedetti se entregaba. A las 22.00 ya estaba camino al hospital, donde fue sometido a la primera de las revisaciones médicas que le practicaron para establecer si las heridas que presentaba, compatibles con golpes de puño, correspondían a las que sufrió el delincuente que entró a robar a la casa de Alsogaray.
Luego fue a Fiscalía a prestar declaración indagatoria, no por el robo sino por el delito de “resistencia a la autoridad” por el que fue imputado tras el episodio del viernes al mediodia. Más tarde lo llevaron a San Nicolás, donde volvieron a revisarlo. Manso pidió que su aprehensión se convierta en detención. El juez Parodi denegó la solicitud y Bedetti fue liberado el domingo, alrededor de las 14.00.
Bedetti tenía heridas compatibles con golpes de puño porque el sábado anterior al hecho había sido prácticamente linchado por vecinos de la zona de Colón al 2200, luego de que intentara entrar con fines de robo a una vivienda, se llevara unas sillas de plástico de un patio y los arrojara a una casa lindera cuando el propietario lo vio. Detenido, pasó la noche en la Comisaría y fue liberado.
El domingo, luego de que Bedetti recuperara la libertad, la familia Alsogaray no pudo menos que indignarse. Aunque con cautela: Pedro señaló que no quiere preso a cualquiera sino al delincuente que entró a su casa.
Antes de las 21.00, Alsogaray entró a Fiscalía para prestar declaración testimonial por primera vez desde el hecho. Estuvo casi dos horas ante Manso, relató todo lo sucedido y respondió preguntas que el fiscal consideró pertinentes para su investigación.
Manso decidió viajar a Buenos Aires a tomarle la declaración correspondiente a Victoria Amatriain.