El triste record de una muerte por semana
El lunes mataron salvajemente a otro vecino, que fue sorprendido en el interior de su casa, donde lo golpearon con una maza. Ayer detuvieron a dos sospechosos. Es la séptima muerte en los últimos meses y se suma a una cantidad de hechos que preocupan a toda la ciudadanía.
Las frías estadísticas policiales no dan cuenta de los golpes que una sociedad sufre ante noticias como las que recorren estas páginas semana a semana. Ese famoso 46 por ciento de delitos con que San Pedro aporta a la sede judicial San Nicolás lastima la cotidianeidad de un pueblo que a medida que creció como ciudad tuvo que empezar a acostumbrarse a hechos que hasta hace un tiempo sólo se veían por televisión.
La semana que corre comenzó con un nuevo asesinato. Un hombre que fue abordado por delincuentes en su casa fue muerto a golpes. Otra muerte, la que confirma el triste panorama que los sampedrinos sufrimos en términos de inseguridad. Una muerte semanal es el penoso record que debemos relatar edición tras edición, ante la mirada atónita de los vecinos y la apacible discursividad de las autoridades, que tienden a llevar el debate hacia las responsabilidades de los distintos niveles del Estado en lugar de abrir el juego hacia los reclamos de una sociedad cansada de ver cómo esa característica tranquilidad de antaño se trocó por el temor constante ante episodios que pueden tener a cualquier vecino como protagonista.
Desde hace un tiempo a la fecha el grado de violencia que se vive en la ciudad se mide por sus víctimas. Suena duro, pero es la triste realidad porque la que atraviesa la sociedad sampedrina.
En solo cuatro meses, lo que antes eran hechos callejeros o ilícitos de distinta envergadura se han transformado en los episodios más graves de los últimos tiempos y una imparable ola de muertes producto de la violencia, desidia e inseguridad.
Ahora, otro hecho acontecido entre la noche del domingo y la mañana del lunes enlutó a gran parte de la ciudad. Un hombre de 56 años apareció muerto a golpes en el interior de su vivienda de la calle Independencia al 2900.
El promedio de víctimas, sea cual fuere el motivo, es altamente preocupante y no se vislumbra una solución inmediata para semejante situación.
A los tiros
y a los golpes
Con la muerte del comerciante Daniel Pérez dio inicio una seguidilla de hechos trágicos y absurdos. El jueves 16 de julio cerca de las 20.00, una persona ingresó al comercio de Maestro Reyna 1350 y utilizando un arma intentó amedrentar a Daniel Pérez, su pareja, Cintia, y su padre, Osvaldo. El hombre —alto, morocho, de tez trigueña, pelo corto, vestido con una campera marrón—, actuó con suma violencia. Todo sucedió en cuestión de segundos, pero el sujeto descerrajó dos disparos hiriendo sobre el parietal izquierdo a Pérez, quien más tarde falleció en el Hospital local. El supuesto asesino, Raúl “Camerún” Díaz, fue capturado hace dos semanas luego de permanecer prófugo casi cuatro meses.
El 23 de agosto fue asesinado Juan Cruz Delucca, un joven de apenas 23 años que fue herido de un disparo en la cabeza y falleció a las pocas horas en el Hospital. Se vivía una verdadera fiesta criolla en Santa Lucía cuando promediando la tarde los ánimos comenzaron a cambiar. Un grupo de personas había mantenido un enfrentamiento y uno de los protagonistas terminó hospitalizado con heridas. Hubo golpes de puño y hasta volaron algunas sillas, pero se pensaba que todo terminaría allí. Momentos después, cuando el festival había ingresado en sus momentos finales sucedió lo peor. Una persona que había participado de la riña anterior extrajo un arma de fuego que llevaba entre sus ropas y sin dudar disparó contra las personas que se hallaban enfrente. El tiro rozó el cuello de un joven que habría sido el destinatario y dio de llenó en la frente de Juan Cruz Delucca, uno más del público, que nada tenía que ver con lo que estaba sucediendo. Por este hecho permanece alojado en la Unidad Nº 3 de San Nicolás el joven Pablo García.
El domingo 13 de septiembre se produjeron dos hechos trágicos. Durante la mañana, cerca de las 07.00, unos vecinos divisaron un cuerpo sin vida, desnudo y visiblemente golpeado que había sido arrojado adentro de una zanja en Las Provincias al 1500. Leonardo Vicente López de 30 años falleció como consecuencia de la terrible golpiza recibida en ese lugar.
Mientras tanto, a la noche, cerca de las 23.00, Joaquín Emanuel Cresta, de 17 años, fue asesinado de un balazo mientras se encontraba con un amigo y la novia de éste en el frente de una vivienda ubicada en Aulí al 1000. Al parecer, dos jóvenes que se movilizaban a bordo de una moto le dispararon e hiriéndolo en el pecho. El menor murió prácticamente en el instante.
Por el caso López hay tres personas detenidas, dos mayores y un menor. Mientras que por la muerte de Cresta se encuentra detenida Lucas Crespiens, quien fue trasladado a una unidad penal de la ciudad de Mar del Plata, aunque sus familiares aseguran contar con las pruebas suficientes como para demostrar que no tiene nada que ver con el homicidio del menor.
El sábado 3 de octubre Gabriela López denunció arrepentida que había entregado a su bebé de tan sólo tres días de vida a una mujer que conoció casualmente. La historia estaba llena de dudas, pero toda la ciudad le creyó y colaboró en la búsqueda del pequeño Agustín. Cinco días después, López confesó que ella misma lo había asesinado. Aseguró haberlo asfixiado adentro de un bolso mientras se encontraba en la clínica y que luego lo enterró en el campo donde vive, en la estancia El Descanso. Gabriela López quedó detenida y aún se encuentra internada en una sala del Hospital.
El lunes 12 de octubre fue asesinado Ezequiel Vargas, de 23 años. La víctima se hallaba en su vivienda del barrio San Miguel cuando fue alcanzado por un disparo que ejecutó otra persona que circulaba a bordo de una moto. El hecho se registró en una vivienda de Hermano Indio y Ruffa, en el barrio San Miguel, donde habita la familia Vargas. Por este hecho quedó detenido Maximiliano Farías, un joven de 18 años.
Muerto a mazasos
Oscar José Aristuche, de 56 años, fue hallado muerto en la mañana del lunes. Un vecino concurrió a la vivienda de la calle Independencia 2905 debido a que el hombre no había concurrido a trabajar. Grande fue la sorpresa cuando ingresó a la casa y halló al hombre fallecido y con signos de haber sido golpeado.
De inmediato se constituyó en el lugar personal policial, Fiscalía y DDI, para interiorizarse de lo acontecido y comenzar con las tareas de investigación.
La causa está cargo del Fiscal Darío Giagnorio, responsable de la UFI Nº 6. En el lugar se pudo constatar que el hombre fue salvajemente golpeado y que ese mismo ataque fue el que le causó la muerte. Aristuche yacía en el piso de su habitación y poseía poca vestimenta.
Se estima que el asesinato se produjo entre las 03.00 y las 05.00 de la mañana; quién o quiénes protagonizaron semejante acto accedieron al lugar porque conocían a la víctima o porque la puerta se hallaba abierta, ya que no se logró constatar que la misma haya sido violentada para que pudieran entrar.
Hasta el momento se manejan distintas hipótesis sobre las causas que originaron el episodio aunque las sospechas sobre un hecho de robo son las más firmes. En el lugar se observó que habían abandonados algunos elementos preparados como para ser llevados. Además, en el lugar se encontró una maza de unos cinco kilos, propiedad de la víctima, que podría haber sido utilizada para golpearla.
Una vida es una vida
Cuando la muerte circula libremente entre los vecinos, detenerse a pensarlo parece una broma. Sin embargo, nunca podrá estar de más analizar lo que nos pasa como sociedad ante los hechos delictivos que vivimos y que suelen terminar en muertes, dando fe de que la vida no es un valor absoluto al que ceñirse. De la misma manera, la vida parece no valer nada cuando las noticias dicen que las muertes se producen en barrios cuya conflictividad cotidiana los pone en tela de juicio frente al resto. Aparecen así frases como “bueno, se están matando entre ellos”, como si algo pudiera justificar el crimen. Detrás de cada muerte hay una madre, una novia, un amigo, un hermano, un pariente lejano cuyo desconsuelo será inenarrable en las páginas de un diario. Detrás de cada muerte hay una parte de nosotros como comunidad que se desangra. Lamentablemente, cada vez son más los que dirimen sus entuertos a los tiros, sin que importe nada. Y una vida es una vida.
Dos aprehendidos
Con suma rapidez, desde el momento mismo en que se produjo el asesinato de Aristuche, se impartieron directivas para con el personal policial y DDI. Se fueron reuniendo datos y finalmente, tras efectuar 7 allanamientos entre el lunes y ayer martes, se logró aprehender a dos sujetos con frondosos antecedentes sospechados de ser los autores del homicidio, ambos en distinto tiempo y lugar. Uno de los sujetos fue interceptado en la vía pública cuando deambulaba en inmediaciones de la fábrica Arcor, en cercanías de las vías del ferrocarril. Mientras tanto, el otro sujeto, fue aprehendido en una quinta ubicada en cercanías de la ex fábrica Tuperware.
Sobre el cierre de esta edición, se había constituido en nuestra ciudad el Fiscal Darío Giagnorio quien tenía como objetivo tomarle declaración a los aprehendidos y así poder determinar el grado de responsabilidad de ambos sujetos. Si bien no se confirmó el grado de participación de estas personas, no se descarta que sean algunas más las que participaron en el hecho.