El Síndico de Arco de Oro explicó cuánto se cobra
La diferencia en la liquidación a los ex trabajadores tiene más de una explicación. Tal como fue publicado por este medio, el listado confeccionado y enviado por el Síndico de la Quiebra, indica claramente cuál es el monto que le corresponde cobrar a cada uno.
La transferencia principal de fondos se realizó a la cuenta particular del Dr. Carlos Casini, en su calidad de abogado patrocinante de los obreros y los montos fueron distribuidos en cheques y proporcionalmente, de acuerdo a la cantidad de representados. Según el abogado, en los próximos días deberían llegar más de 20.000 pesos que han sido reclamados como faltantes al Juez de la quiebra.
Esa versión fue negada por el Síndico Quinteros, quien apuntó que todas las transferencias de esta etapa fueron realizadas en tiempo y forma, incluso desconociendo que al menos cinco de los trabajadores ya han fallecido.
Sobre ese dinero, Casini dijo que se harán los trámites para que puedan cobrar los deudos, pero todo requerirá de tiempo y presentación de nueva documentación. La pregunta de todos, es dónde se pondrá físicamente ese dinero. La respuesta parece insólita: cada familia deberá demostrar que tiene derecho sobre esos montos, ya sea a través de la sucesión o de poderes respaldatorios firmados por los occisos. Pasado un año, todo dinero que quede sin cobrar de cualquier quiebra, se destina a fondos para educación en cuentas del Estado Nacional.
El caso de Arco de Oro, es uno entre miles, pero sirve como ejemplo de la perversidad con la que se trata a los trabajadores, despojándolos de sus derechos y hasta “burlándose” de su condición ya que a criterio de quienes manejan las distintas etapas de la quiebra este caso “ha sido un éxito”, porque quedó dinero para cobrar.
Olvidan todo lo que desapareció de la planta, los dos camiones que se esfumaron en horas, las máquinas que se retiraron de lugar, los televisores del hotel… en fin, “gajes de las quiebras”.
Molestan las diferencias
Las principales “molestias” las han ocasionado quienes percibieron cifras que se ubican muy por debajo de lo pactado. Varios trabajadores que llegaron a este medio, tras haber percibido su cheque reconocieron que no tenían ningún tipo de documentación respaldatoria porque habían firmado un “simple recibo”. Sólo en un caso, se pudo ver un cheque de un trabajador que en los listados tenía para cobrar una suma de $ 5.070,90. Tenía pactado honorarios para el abogado de un 15%, motivo por el cual la suma a percibir era de $ 4.310,26. El cheque fue emitido por valor de $ 3.723, exactamente $ 587,26 menos de lo indicado. Ante esta consulta, el Dr. Carlos Casini adujo que el dinero recibido tuvo que repartirse entre más gente y que prefirió hacerlo de modo proporcional hasta tanto llegue la diferencia reclamada a la Justicia y por supuesto, indicó que los gastos bancarios originados también deben devengarse de esas cifras.
¿Nadie se acuerda de CARSU?
Son tantas las historias que los medios recorren, tras los impactos brutales que reciben los trabajadores que deben soportar con impotencia las convocatorias y las quiebras, que se suelen olvidar períodos que han sido claves en esta historia.
La Opinión consultó al Síndico, con intención de saber cuántos y quiénes estaban presos por la estafa que se perpetró. Pues bien, no existe tal estafa, porque las leyes prevén que si en una convocatoria se otorga permiso a una empresa para que mantenga en marcha la empresa, éste puede disponer de todos los bienes registrables. Lo único que no puede hacer es vender el inmueble. Así, fueron desapareciendo paulatinamente todos los elementos de valor que tenía Arco de Oro. En el caso del Hotel, el Síndico designó a parientes cercanos para su administración logrando hacerlo funcionar por un tiempo más, pero quienes allí trabajan recuerdan cómo desaparecieron todos los televisores y otros elementos de valor, de aquel lujoso Hotel Obligado, que supo ser sede de fiestas en sus modernos salones o albergar a decenas de adolescentes que iban a la “confitería” a tomar un simple café.
120 años para pagar
Para los pocos memoriosos, podemos reproducir parte del archivo de la nota publicada en la edición 517, de este semanario el 27 de Febrero de 2002:
“En 1998, se confirmó la presentación de Arco de Oro en Convocatoria de Acreedores y los abogados patrocinantes de los empleados lograron el reconocimiento por más de $ 700.000 como dinero a cobrar. La aparición de la empresa Carsu como propietaria, cambió la referencia de negociación. Cuando esa empresa, como propietaria de Arco de Oro intenta conseguir acuerdos de pago con los acreedores para poder avanzar con su dudoso proyecto de reactivación, hubo una férrea oposición desde la representación de los trabajadores. Paralelamente la empresa obtuvo un plan de pago de sus deudas con el Estado Nacional de 120 cuotas anuales (sí, leyó bien, 120 años) y otras prerrogativas incomprensibles.
En el 2000, desde San Pedro se pidió la quiebra de Arco de Oro y esta presión trajo como consecuencia una negociación para evitarla, manejando diferentes posibilidades, sin llegar a ninguna concreción.
La última propuesta a fines del año pasado consistió en interesar a los ex trabajadores en terrenos ubicados en el predio de la planta. Incluso se llegó a hacer un borrador de subdivisión y de un contrato de preadjudicación de los lotes. Pasaron los días y esto tampoco llegó a buen puerto”.
Poco tiempo después, el 29 de Mayo de 2002, se anunció la salida a remate del Hotel Obligado, con una base estimada en 700.000 pesos. En cambio la primer parte de galpones y los terrenos se remataron en el mes de Abril de 2003, por ese magnífico predio, de más de 24.000 metros cuadrados, ubicado en un sector de acceso a la ciudad, se pagaron 410.000. La planta y su línea de producción, esperaron mucho más tiempo, pero en 15 minutos el martillero cerró la oferta en 787.000 pesos. De allí, salió la suma que ahora se ha repartido con los descuentos comentados. Hoy en el primer sector subastado se erigen viviendas de un barrio que requirió de una subdivisión especial, autorizada por el Concejo Deliberante.
La marca “Arco de Oro” fue subastada también en el año 2003 y por ella solo se obtuvieron 17.500 pesos.