El REBA encontró menores de entre 11 y 13 años en los boliches
El organismo encargado de controlar la venta de bebidas alcohólicas labró infracciones a tres “bares-boliches”. Además del faltante de la licencia habilitante, los inspectores detectaron la presencia de chicos de muy corta edad. El caso más sorprendente fue el de un niño de 11 años, en plena madrugada del domingo. La aplicación de sanciones más duras, las promociones de “noches de descontrol” y la responsabilidad de los dueños de los locales en el centro del debate.
El Registro de Expendedores de Bebidas Alcohólicas de la provincia de Buenos Aires realizó, durante la madrugada del domingo, controles en locales de expansión nocturna.
Más de 20 agentes del organismo provincial, encabezados por el titular del área, Juan Lauro, recorrieron la noche sampedrina, comprobando, una vez más, el descontrol que se registra en la ciudad.
Tres locales (“Piratas Bar”, “Oriente” y “Ponte Guapo”) fueron amonestados. La falta de licencia para el expendio de bebidas alcohólicas y la presencia de numerosos menores de edad fueron las principales anomalías detectadas.
Lauro confirmó a “La Opinión” que trabajaron en los operativos “durante una semana”, revisando la situación de las licencias otorgadas en San Pedro.
Quienes venden bebidas alcohólicas deben tramitar su licencia ante el Municipio. Los requisitos para expender alcohol, alcanzan a todos los comercios que, según esta ley, pueden registrarse. Se incluyen almacenes, supermercados, hipermercados, locales gastronómicos (restaurantes, deliverys, casas de comidas y rotiserías), bares, discotecas y pubs. Y sólo excluyen a los kioscos y las estaciones de servicio que no pueden siquiera aspirar a esa prerrogativa.
En San Pedro, el nivel de incumplimiento es altísimo. Como hecho destacado del resultado de las inspecciones, Lauro señaló que “muchos negocios no cuentan con esa licencia, que es el primer eslabón de la cadena”.
Los inspectores provinciales verificaron la realidad que constatan todos los asistentes a locales nocturnos durante los fines de semana. “Muchos bares funcionan como discotecas. Van al Municipio y sacan categoría para un bar, que es un lugar en donde alguien puede tomar algo, pero no con la música al volumen que estaba en los locales que verificamos en San Pedro”, explicó el funcionario, como si hiciera falta.
Niños alcoholizados
El aspecto más preocupante para los encargados del operativo es la presencia cuasi masiva de menores de muy corta edad en el interior de los boliches, consumiendo alcohol.
“En un lugar para cien personas había cuatrocientas y nos llamó la atención la cantidad de menores de edad que había. Encontramos chicos de 13, 14 o 15 años consumiendo alcohol dentro de los locales” detalló el funcionario provincial.
El caso extremo fue el de un niño que aún concurre (o debería) a la escuela primaria, y que en plena madrugada fue identificado adentro de un bar: “Hay claramente un tema familiar, porque encontramos un nene de 11 años que estaba dentro de un bar a la madrugada. Y los vecinos nos decían que son las 6 de la mañana cuando salen los chicos, muy chiquitos, alcoholizados”.
Lauro se encargó en todo momento de destacar la colaboración que recibieron de las autoridades municipales, las mismas que deberían verificar que este tipo de situaciones no se repitan todas las semanas. “El Intendente se mostró muy sorprendido por la cantidad de menores en los bares” llegó a decir el titular del REBA. Una sorpresa poco creíble teniendo en cuenta que los propios inspectores municipales (cuando realizaban controles de nocturnidad) labraron actas junto a la policía, en reiteradas ocasiones, a los dueños de locales en los que encontraron menores alcoholizados. Negocios que abrían a la semana siguiente para continuar violando la Ley.
El encargado del organismo responsable del control de la venta de bebidas alcohólicas parece sinceramente preocupado por la situación en San Pedro. Tal es así que anticipó que realizarán controles, al menos, dos veces por mes, y tratarán de generar mecanismos para que se genere conciencia en los dueños de los boliches y los padres.
Acostumbrado a operativos en el Conurbano y la Costa Atlántica, poco puede sorprender a este funcionario. Sin embargo, se fue de San Pedro asustado de las condiciones en que centenares de chicos menores de edad terminaban la noche completamente borrachos y subiéndose a una moto.
El concepto del REBA es que pretenden que a los bolicheros les vaya bien, pero dentro de los límites de la Ley. Para eso, tratarán de controlar, incluso, las propagandas que se efectúan a través de las redes sociales, y que publicitan “noches de descontrol”, “bebidas free” o promociones especiales para los que consumen mayor cantidad de alcohol.