“El principal objetivo es que los chicos quieran estar en la escuela”
Al programa que coordina el área de Desarrollo Humano para detectar y asistir problemas de conducta y aprendizaje en las escuelas, ya se adhirieron 27 escuelas EGB y otras seis ESB. Las tres profesionales que lo impulsan dicen que los principales avances se notaron más en algunas instituciones puntuales por el cambio que hicieron alumnos y docentes. Del programa derivan dos proyectos que están en marcha, Transitando con Buena Letra y las Olimpíadas deportivas. Desde Noviembre, contarán con la colaboración de profesionales de FLACSO.
El programa que se puso en marcha el año pasado para abordar los problemas de aprendizaje y conducta en las escuelas sigue en marcha con notables avances, según el balance realizado por las tres profesionales que lo impulsan.
Las licenciadas Gabriela y Elizabeth Peña, actualmente integrantes de la UCEFF, y la psicopedagoga Sandra Tiramonti, son las que siguen de cerca el trabajo en cada una de las escuelas que adhirió a la propuesta denominada Plan Buena Letra.
En total, son 27 los establecimientos de EGB que hoy forman parte del mismo, y se sumaron además seis escuelas ESB, o secundarias básicas.
“El programa es en realidad un espacio de consultoría. El abordaje para los problemas de conducta y aprendizaje es institucional porque en cada establecimiento es diferente”, opinan las profesionales que por este motivo prefieren no hablar de números o cantidades de alumnos que hayan sido detectados con problemas de conducta o aprendizaje.
“Hubo casos derivados al Hospital Garrahan por distintos motivos, e incluso al equipo del Dr. Guillermo Bernaldo de Quirós quien brindó dos charlas aquí sobre el síndrome de ADHD, y otros a los que se les brindó asistencia psicológica aquí en la UceFF, pero no hay una sola tendencia sino que fueron diferentes evaluaciones psicopedagógicas”, agregan.
Estas aclaraciones tienen como objetivo demostrar que el Plan Buena Letra no se circunscribió a la detección de alumnos con problemas cognitivos, neurológicos, psicológicos, etcétera, sino que su tarea fue y es el trabajo institucional en cada escuela. Aunque el punto de partida fue una encuesta generalizada que tuvo resultados sorprendentes porque indicaban que un 25% del alumnado sampedrino presentaba algún desorden de aprendizaje y conducta.
“Nuestro trabajo ha sido muy positivo en cuanto a establecer un muy buen vínculo con cada una de las escuelas, y aunque en cada una es diferente, la mayoría demostró muchas ganas de cambiar y mejorar”, apuntan las profesionales. En muchos casos de chicos con determinados problemas, el trabajo de las profesionales fue buscar la forma de incluir a este alumno en tareas que despierten su interés y voluntad. Aunque significara modificar su rutina de clases. “Cuando un chico tiene interés en una tarea, cambia su actitud frente a los demás y mejora su conducta”, explican.
Lo que el Plan Buena Letra descubrió, es que si bien los problemas de conducta son más visibles por obvias razones, el diagnóstico generalizado en los establecimientos arrojó como inconvenientes más frecuentes los relacionados al aprendizaje. En estos casos, el abordaje fue buscar estrategias para cambiar las metodologías de enseñanza.
También se detectaron dificultades notables en el cambio de la escuela primaria a la nueva secundaria o ESB. Es decir, en la franja de 6º a 8º año. “En este caso tiene mucho que ver con el vínculo porque significa un cambio muy fuerte en cuanto a los nuevos docentes con los que se encuentran los chicos”, explican las profesionales.
“Lo más importante para destacar es que se trabajó de acuerdo a las inquietudes y necesidades de cada escuela. Y en el espacio de consultoría que creó el programa, se formaron proyectos puntuales. El buen trabajo del programa es institucional. En definitiva, lo importante es que los chicos quieran estar en la escuela, quieran ir a la escuela”, dicen las responsables del plan.
Olimpíadas y educación vial
Dos proyectos concretos que derivaron del Plan Buena Letra fueron el programa Transitando con Buena Letra que apunta a iniciar la educación vial en las escuelas para trasladarla luego a toda la sociedad siguiendo el ejemplo de los chicos, y las Olimpíadas Deportivas que se coordinan con la Dirección de Deportes Municipal.
Como parte del primer proyecto, el viernes pasado llegaron a San Pedro un grupo de educadores viales de Rosario que ofrecieron una charla en el Centro de Comercio e Industria. “Transitando…” es un proyecto específico de escuelas secundarias. Los chicos de la 301, que en Junio viajaron a Rosario por el mismo tema, oficiaron como anfitriones y coordinadores del evento.
“Todo lo hacemos con mucho esfuerzo y es cierto que nos falta tiempo pero la idea es que cada escuela pueda generar cosas propias y llevarlas a cabo”, dice el equipo Buena Letra.
Para el mes de Noviembre, esperan contar con una visita especial. Llegará la Directora de FLACSO (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales), Guillermina Tiramonti, quien se interesó en el plan por su característica institucional ya que implica un trabajo coordinado entre municipio y establecimientos educativos. Tiramonti ofrecerá una charla el próximo 3 de Noviembre en un lugar y hora a confirmar, pero a partir de su llegada el organismo que representa dejaría las puertas abiertas para realizar aportes o colaboraciones diversas que podrían enriquecer el objetivo del Buena Letra. A este tipo de interacciones apunta el equipo, que con satisfacción considera que al menos hasta aquí la tarea está más que bien cumplida.
Un buen ejemplo: la Escuela Nº 3
Uno de los establecimientos donde el trabajo del programa resultó más notable por los cambios que suscitó es la Escuela Nº 3. Las hermanas Peña y Tiramonti resaltaron la labor de docentes con la colaboración de alumnos, para mejorar la convivencia en los recreos.
En este caso había surgido la inquietud, que derivó en la construcción de un espacio con juegos de ingenio, aros de básquet, sogas, pelotas, que son utilizados por los chicos para compartir ese momento de esparcimiento. En esta escuela, además, el programa Buena Letra apuntó nuevas pautas institucionales que derivaron en talleres, de construcción de instrumentos musicales, cerámica y plástica que hoy funcionan con mucho éxito.