El “otro” Alberdi
Es difícil reconocer que Bartolomé MITRE venía en uno de los buques mercantes que intentaron violar el río PARANA, y fueron obstaculizados en la BATALLA DE OBLIGADO, primero, y luego en El Tonelero y en otros sitios desde el margen del río hasta la ciudad de San Fé.- “Los argentinos no somos empanadas que nos come con sólo abrir la boca…” había dicho desde Nápoles donde fue a curar su salud, el General SAN MARTIN. Es difícil aceptar – por el establecimiento histórico oficial- que el General MITRE estuviera apoyando a las potencias extranjeras (FRANCIA e INGLATERRA), en su intento desembozado de violar nuestra soberanía. También poca gente sabe que SAN MARTIN le legó el sable corvo a ROSAS por esta defensa de la soberanía nacional. Y poca gente conoce que, a partir de la gloriosa defensa del 20 de noviembre hubo muchos, muchísimos unitarios que antes lo combatieron, ahora reconocían al menos, la energía puesta para defender la patria. Juan Bautista ALBERDI fue uno de ellos y, arrepentido de ser tan desequilibrado, lo escribió en muchos trabajos y también lo visitó en Southampton siendo el autor de LAS BASES Ministro Plenipotenciario de la Confederación, y lo hizo con el plano visto bueno de URQUIZA que, dicho sea de paso, mantenía con “el Tirano prófugo”, una fluida correspondencia. Cuenta ALBERDI que, invitado a cenar por ROSAS, después de la comida hablaron mucho de política pero no le escuchó decir agravio o protesta alguna de sus adversarios, de todos habló con “respeto y moderación” demostrando una calidad de persona que me asombra , decía. También habló mucho de caballos, de perros, del manejo de su campo en Inglaterra, se reía que “me están citando por edictos para enjuiciarme”, y “ si me toman, me van a fusilar sin miramientos”. ALBERDI terminaba: “el único político que lleva una vida digna y tiene una reserva llena de decoro y de honor”. Parecen palabras escritas por otras personas, por rosistas, no le parece? Refiere el gran pensador tucumano que ROSAS ni le lamió las botas a los reyes ingleses, ni conspiró contra el gobierno de Buenos Aires, que era lo que hacían los emigrados habitualmente. SAN MARTIN – valga aclararlo- tampoco.- Es bueno conocer a uno y “otro” ALBERDI…