El Municipio termina las viviendas de los usurpadores del San Francisco
Luego de infinitas idas y venidas, y dada la crítica situación humanitaria que viven las personas que ocupan las casas usurpadas del Barrio San Francisco, llegaron finalmente las aberturas para finalizar las casas.
Resulta difícil a esta altura, poder resumir esta historia para que pueda ser comprendida cabalmente por aquellos que no la han seguido atentamente su desarrollo.
Todo comenzó a fines de 2005, cuando la Municipalidad de San Pedro celebró un contrato con la empresa Giribaldi Hermanos para la construcción de 288 viviendas en los terrenos de la ex quinta Piccagli.
El 3 de Octubre de 2007, y a 25 días de las elecciones una gran cantidad de esas viviendas, (muchas incluso sin terminar) fueron usurpadas masivamente.
Desde allí, se sucedieron una serie de laberintos judiciales entre el municipio, la Defensoría Oficial, y la Justicia de Garantías, de los que quizás, lo único que pueda sacarse en limpio es que la cuestión de la propiedad de esas viviendas, no se resolverá en un futuro cercano.
Mientras tanto y entre medio, la cuestión humanitaria de cientos de familias que poseen, la mayoría de ellas, varios niños dentro del núcleo familiar, comenzó a imponerse en la agenda política y social de nuestra ciudad. Es que las familias usurpadoras, y muchos legítimos propietarios, debieron subsistir en viviendas que representaban un verdadero riesgo para su salud.
Sobre todo la cuestión climática (dadas las bajas temperaturas del invierno) en casas que carecen hasta hoy de todo tipo de aberturas, y los tendidos eléctricos clandestinos que se realizaron en el barrio (y que representan un riesgo inminente) preocupan de sobre manera a todas las partes del conflicto.
Recientemente, incluso, una delegación de vecinos se “atrincheró” en la puerta del despacho del Intendente Barbieri, para exigir una pronta solución a esta situación. “Hace falta únicamente voluntad política” declaraba en ese momento Antonio “Tony” Correa. Por su parte, desde el municipio aseveraban que si tomaban la decisión de disponer la finalización de las obras no sabían “si no estaban cometiendo algún delito”. En ese momento, el Secretario de Coordinación Facundo Vellón se comprometió a enviar un proyecto de Decreto al Concejo Deliberante, y a disponer la finalización de las obras ni bien ese expediente estuviera aprobado.
Durante la última sesión del cuerpo, se terminó aprobando una resolución que, si bien no representa el apoyo que el Ejecutivo esperaba, constituye un espaldarazo político para un tema caliente como el de las usurpaciones.
Finalmente entonces, el Departamento Ejecutivo tomó la decisión política de finalizar las obras en el conflictivo barrio y esta semana llegaron los materiales que faltan, y se comenzaron a relevar las viviendas para emitir los certificados de domicilio y a recopilar la documentación necesaria para que la Coopser realice las conexiones eléctricas con todas las de la Ley.
Se espera que en los próximos días, la empresa comience con la última etapa de la obra, y que la Coopser pueda comenzar con el trabajo del tendido eléctrico en el barrio.