El Municipio insiste con el cobro de la tasa de alumbrado en la factura de Coopser
Funcionarios del gabinete se reunieron con el Consejo de Administración por el tema. El proyecto duerme en Comisión del HCD desde hace más de un año. El troquelado, una de las cuestiones en debate.
Dos años después de la presentación por parte del Ejecutivo y tras haber pasado fallidamente por sesión, el expediente que propone la modificación de una ordenanza para que la Coopser cobre en su factura la tasa de alumbrado público duerme en la Comisión de Presupuesto del Concejo Deliberante. Mientras tanto, el Gobierno volvió a darle impulso al tema y comenzó una serie de reuniones.
La semana pasada, representantes del gabinete mantuvieron un encuentro con la cúpula del Consejo de Administración de la cooperativa, con el fin de avanzar en el tema, más allá de lo que sucedió en estos dos años dentro del HCD y que desde hace más de dos décadas causa serios perjuicios en materia de recaudación.
Allí, los ediles plantearon sus diferencias el año pasado, cuando trataron en sesión la propuesta y la devolvieron al debate interno de las comisiones.
Acuerdo entre partes
“Comenzamos con las reuniones técnicas, hay voluntad de ambas partes”, informó a La Opinión el Secretario de Economía Roberto Borgo, que participó del encuentro.
Durante la reunión, ambas partes acordaron complementar la información disponible en cada sector, de manera tal que para la próxima reunión, fijada para el 2 de julio, los técnicos de la cooperativa puedan presentar datos precisos, tal como se espera que hagan los de la Secretaría de Obras Públicas y de la Dirección de Rentas, por parte del Municipio.
Una vez que hayan recopilado esa información, que permitirá establecer cómo será la modalidad para que la tasa aparezca en la factura de la cooperativa, recién irán al Concejo para su aprobación.
Tanto Coopser como el Gobierno tienen su interés en que la propuesta avance. Para la primera, implicaría la posibilidad de garantizar que el Municipio pague en tiempo y forma por el servicio, algo que desde hace dos años no puede cumplir. Para el segundo, implica aumentar la recaudación y sacarse un problema de encima.
Uno de los puntos en debate es que el proyecto presentado no contempla un troquelado, por lo que haría obligatorio el pago de la tasa junto con el consumo de electricidad.
Ese troquelado aparece en la ordenanza original, sancionada en 1997, cuya vigencia necesita un nuevo impulso, ya que habilitaba a firmar convenio dentro de los 120 días de sancionada.
Expediente dormido
El proyecto ingresó al Concejo Deliberante en pleno acuerdo entre Guacone y Monfasani. En esa época, noviembre 2012, el oficialismo contaba con 10 concejales propios, por lo que podía garantizar su aprobación. Eran tiempos del dictamen fácil, y este expediente no fue ajeno a ello.
El texto llegó al recinto en abril. El bloque radical manfiestó su enojo por la falta de debate en torno al proyecto, del que no sólo no estaban convencidos sino que hasta difundieron spots radiofónicos con reconocidas voces del partido que protagonizaban microficciones para dar cuenta de esa oposición.
Cuando creían que era batalla perdida, en plena sesión, apareció un clásico del bloque que integraban Damián Mosquera y Carlos Casini: una moción que los ponía en “tercera posición”. Durante esos dos años, dentro del HCD les hacían el chiste de que más que “Unión Peronista” eran “Unión Mocionadora”.
La moción fue aprobada por todos los ediles, con excepción de Giovanettoni, el único guaconista puro que había entonces. Quería que la decisión se tomara sí o sí esa noche.
Durante esa sesión, en el debate Monfasani-Rosa, quedaron varias perlas. El peronista hizo consideraciones respecto de la crisis y apuntó a los gobiernos pasados. El radical, por su parte, dijo que el otro, en su racconto, terminaba culpando “del zafarrancho administrativo, económico y financiero de la municipalidad actual a Máximo Millán (primer intendente de la ciudad)”.
Si la queja ese día fue por los “fundamentos técnicos”, el Ejecutivo quiere ahora sortear ese argumento. Por ello estas reuniones. Sin embargo, en la oposición hay serias dudas en torno al proyecto, ya que al no contar con el troquelado, establece que el titular de un medidor se vea obligado a pagar la tasa –que tiene una cobrabilidad del orden del 70 por ciento– para evitar que le corten la luz.
“El servicio eléctrico domiciliario se considera esencial para la vida, y no puede ser cortado de ninguna manera”, opinó Mario Sánchez Negrete, quien recordó que el expediente no volvió a tratarse dentro de las comisiones porque no hubo consenso para ello, por lo que ningún edil de los que integran el cuerpo lo planteó en las reuniones.
Reunión por Ashira
Hoy, el Ejecutivo y la empresa de recolección de residuos volvían a reunirse en el marco de la propuesta de declaración de emergencia del servicio a partir del 15 de agosto, fecha en que vence el contrato y su prórroga legal permitida.
El proyecto ya fue presentado al Concejo Deliberante para que lo convalide, e incluye la conformación de una comisión especial para proyectar el futuro del tratamiento de residuos en la ciudad.
Los ediles fueron invitados a esta reunión por el Ejecutivo, donde hay preocupación por el tema ya que esperaban que en el HCD hubiera mayor movimiento respecto al tema.