El mundo es como es y el de la escuela
Cuando digo “el mundo de la escuela” digo en realidad el que se prefigura desde los programas, las circulares y directivas que se reciben en la escuela y el mundo que los chicos deben vivir en forma cotidiana que es el que viven también sus docentes: violencias, abusos, ausencia de solidaridad, avaricias, envidias, amor desmedido del lucro, entronización del “buen pasar” y del cuerpo como los altares donde deben rendir culto diario aquellos que se precien como persona… Sin embargo ya hemos visto demasiadas veces que en las mismas escuelas existen abusos por parte de educadores y de otro personal vinculado a los establecimientos y que incluyen desviaciones sexuales. También vemos estas conductas disvaliosas en ambientes religiosos (!!??) hecho éste que tira por tierra aquel dicho de nuestras madres que referían que en esos lugares “nada malo te podían enseñar”. Cientos y cientos de religiosos (hombres y mujeres) son juzgados actualmente en todo el mundo para darnos la razón de lo que aseveramos. La misma Iglesia hoy denuncia esos delitos. Que hay una distorsión entre el mundo real y el que se muestra en las escuelas no es un tema nuevo. Siempre sucedió así. Recuerdo cuando estudiábamos las “Máximas del General San Martín a su hija, no veíamos que cuando el Libertador le indica “respetar” a los insectos es una máxima ecológica como la de respetar a pobres, viejos ó criados, otras religiones, despreciar el LUJO! Cuántas verdades, cuánta luz derramada hacia los demás!!! Analizar las máximas del General es acercar la realidad a la escuela. Los chicos merecen ese esfuerzo de los docentes, esté este tema en los planes, la “currícula” ó como se llame la burrocracia. Saber, estudiar y avanzar es crear nuestra propia historia. Alguna vez lo dijo Sarmiento, lo recordaban siempre Bertha Pujol, Zulema Rocca, Emanuel DUMRAUF, Rodolfo Constantín, Víctor Picco y tantos ejemplos!!! Por Elvio Macchia