El Mundial que no se ve
Silvio Velo y Froilán Padilla no tendrán los millones de dólares de Lionel Messi y Nicolás Otamendi pero sí igual o más pasión por el fútbol. Por eso, como ellos, merecen que cualquier argentino encienda su televisión y los observe disputar su Mundial, desde el primer partido al último y no en los dos finales como hizo DeporTV.
Pero negocios son negocios. Y las andanzas de Jorge Sampaoli, porque no se le cae una idea, son más divertidas que las de Martín Demonte, quien pareciera tener las cosas más claras. Las redes sociales, cada vez que La Opinión hizo eco del sampedrino en España, explotaron. Y aunque San Pedro tiene un afecto especial para con Los Murciélagos por su eterno capitán, la alabanza se replicó en todo el país y, en su mayoría, apuntaron a que “a nadie le interesaba”.
Con o sin televisión, los no videntes fueron bicampeones mundiales y dejaron bien alto a Argentina en cada certamen internacional en la que la representaron. Y también se ganaron el afecto del pueblo en un paradeporte, quizás por ellos, y sobre todo por Velo, el de mayor trascendencia.