El manejo de fondos de Cultura en la mira del Gobierno
Un expediente interno que llegó a manos del intendente pone en tela de juicio la recaudación de los museos que maneja el área que conduce José Luis Aguilar. En el gabinete hay funcionarios que creen que la Dirección de Cultura debería tener otra impronta y quieren que la investigación avance. Giovanettoni les dijo “resuélvanlo”. Además, el funcionario y un empleado del área enfrentaron un sumario por una factura sin rendir.
Desde hace siete años José Luis Aguilar es el Director de Cultura. Su gestión pasó por las de Barbieri, Guacone y ahora, en el interregno de Giovanettoni, con renovación del gabinete y, por supuesto, de la rosca interna, comenzó a ponerse en duda y hasta hay quienes barajan nombres para su reemplazo bajo la premisa de que “es un gran Director de Museos y Patrimonio histórico, pero la cultura no es sólo eso”.
La situación –que alguna vez fue materia de debate en los dos gobiernos anteriores y sobre todo en el de Guacone, donde hubo decenas de funcionarios que se preguntaron por el tema– cobró fuerza cuando ingresó Giovanettoni y en su entorno más cercano comenzaron a pedir información sobre el funcionamiento de diversas áreas donde algunas cuestiones son por lo menos oscuras respecto del manejo de los fondos.
La Dirección de Cultura fue una de las más castigadas por el recorte presupuestario del año pasado, al punto de que de los 38.000 pesos que le correspondían por mes, al final de la ejecución sólo le habían otorgado un promedio de 9.000.
Poco quejoso, Aguilar siguió al frente de lo que a esta altura es el proyecto de su vida: los museos, con el Paleontológico como primer amor, y el realzamiento del patrimonio histórico local.
Dentro del Municipio hay en la actualidad dos expedientes que lo ponen en la mira y sobre los que le tocó dar respuesta. Uno tiene que ver con lo que en algunos sectores dentro del gabinete llaman “la caja negra de los museos”, relacionado con la recaudación de esos centros turísticos y culturales; el otro con la extraña pérdida de una factura que apareció ahora para poner fin al sumario iniciado.
¿Dónde va la plata de los museos?
Todo empezó en diciembre, cuando el Gobierno le solicitó a Aguilar un informe interno respecto de qué personal tenía a su cargo y qué tareas cumplía. Subsidiariamente, la escueta nota que le enviaba su por entonces superior Pablo Ojea pedía detalles sobre lo recaudado por ingreso a los museos dependientes de la Municipalidad y la cantidad de entradas vendidas durante el año.
La respuesta de Aguilar demoró cinco días, en los que el Director puso a trabajar al equipo del área para responder con detalle lo que le solicitaron. En el texto que elevó precisó el promedio de ingreso de personas y dinero en los últimos seis meses del año pasado.
El detalle señala que el Buque museo General Irigoyen tuvo un promedio de recaudación de 7.110 pesos promedio mensual; el Museo de Sitio Batalla de Obligado y Centro de Interpretación de Flora y Fauna, $ 2303; el Paseo de los Túneles, $ 2.703; el Museo agropecuario de Gobernador Castro (cerrado por dificultades con el personal) $ 792; el Museo Paleontológico, 5.420 pesos promedio mensual.
De ellos, el buque museo es el único que cobra una entrada obligatoria, cuya rendición se hace en una cuenta particular. El Paleontológico tiene la administración tercerizada por ordenanza al Grupo Conservacionista de Fósiles. El resto cobra un “bono contribución” con el que, según indica Aguilar en el expediente, “se van paliando los gastos de mantenimiento, mejoras, etc.”
Lo que no informa Aguilar y que se preguntan en el gabinete es cuánto vale cada bono contribución, donde queda registrada la cantidad de gente que ingresa y el dinero que se recauda por ese concepto, de qué manera se rinden esos fondos y cómo se demuestra el destino de lo mucho o poco que el Municipio, después de todo, percibe por la entrada a los museos que dependen de su órbita.
Nadie en el Gobierno puede explicar cómo se ejecutan los mecanismos de gasto, control, ejecución y rendición del dinero que ingresa por el cobro de entradas o “bonos contribución” en cada uno de esos espacios, que dependen de la Dirección de Cultura. Ni siquiera hay una ordenanza que establezca esos valores a cobrar.
En el gabinete aseguran que el intendente Giovanettoni está al tanto del tema y que les pidió a sus funcionarios que “lo resuelvan”, aunque hasta el momento nada se sabe de haya avanzado una investigación al respecto.
Múltiples reclamos
José Luis Aguilar se quejó históricamente por el recorte presupuestario de su área y la falta de personal necesario para llevar adelante las tareas. Durante los siete años que lleva al frente de la Dirección de Cultura se ha podido ver al propio funcionario y a los empleados de oficina haciendo tareas de refacción y pintura en los museos, tanto en las etapas de ejecución inicial como en el mantenimiento.
Uno de los grandes reclamos internos de Aguilar desde hace años es la falta de nombramiento de personal para el Museo Agropecuario de Gobernador Castro, que ahora permanece cerrado, y para el Paseo de los Túneles, que tiene dificultades en ciertos horarios donde los voluntarios del Grupo Conservacionista no pueden hacerse cargo.
Cultura maneja un total de 19 empleados, reducido por diversas cuestiones. Uno de ellos falleció y nunca fue reemplazado; otro se jubiló y tampoco tuvo relevo; tres permanecen de licencia médica prolongada sin que la Junta Médica se haya expedido sobre ellos, también sin nombramientos y con cobertura de horas extras; cuatro están asignados al buque museo; cinco a la administración del área (uno de ellos con licencia); una persona para limpieza; una para el manejo del sonido; otro como sereno; uno para atención y coordinación del Museo Paleontológico; y otro para el de Obligado.
En el expediente, Aguilar recordó que todos esos espacios culturales y turísticos fueron creados por decisión del intendente de turno, que fueron declarados de interés municipal por el Concejo Deliberante y que tienen gran aceptación de la comunidad.
En el texto, el funcionario hizo hincapié en la gran cantidad de alumnos de colegios que visitan los museos sin costo alguno. Además, Aguilar no pierde oportunidad de responderle a quien le pregunte sobre el orgullo que significa para él el reconocimiento local, nacional e incluso internacional que tienen los espacios que fundó y desarrolló en la ciudad.
Un sumario a punto de cerrar
José Luis Aguilar y un empleado de la Dirección de Cultura se vieron envueltos en un sumario administrativo que comenzó en Asesoría Letrada luego de que faltara una factura por 2.300 pesos en la rendición de un festival que tuvo lugar en Gobernador Castro.
La situación surgió porque el artista que tocó en esa oportunidad dijo no haber entregado factura alguna sencillamente porque no había cobrado.
El dinero para pagarle lo habría retirado el empleado sumariado, quien dijo en su descargo que sólo recibió el cheque y que nunca manejó el efectivo, por lo que endilgó responsabilidades en el Director.
Sin embargo, al cierre de esta edición el empleado hizo aparecer la factura y el sumario quedaría cerrado, ya que el instrumento administrativo para rendir los 2.300 pesos será elevado al área correspondiente.
Dentro de Cultura aseguran que ya habría habido un problema similar con el mismo empleado en ocasión en la que habría tenido que ir a cobrar un reintegro para Aguilar, a quien no le habría llegado el total del dinero que Economía liberó.
Cuestiones políticas
Dentro del gabinete hay quienes creen que la gestión de Aguilar está agotada. Son los que buscan dentro del kirchnerismo local a quienes podrían tener una mirada de la cultura relacionada con la articulación activa con Desarrollo Social, la presencia en los barrios, el vínculo directo con los artistas locales y, sobre todo, con especial interés en una materia pendiente para San Pedro: el desarrollo de la industria cultural, con emprendedores locales que han resignado su lugar de origen por no contar con apoyo.
La relación con el Ministerio de Cultura de la Nación también es parte del asunto. En las oficinas que coordinan Teresa Parodi, Verónica Fiorito, Sebastián Schonfeld y Ariel Hassan conocen San Pedro por relacionarse con artistas y cultores del sector pero no les suena el nombre de Aguilar como gestor de programas de articulación entre los niveles nacional y municipal del Estado.
Cerca del Director de Cultura local aseguran que todo esto no es más que parte de la rosca interna que nació con el advenimiento de Giovanettoni y los suyos al Gobierno. Incluso sostienen que no recuerdan que el nuevo intendente o su Secretario de Gobierno lo hayan convocado para delinear las políticas culturales que quieren llevar adelante durante el período que dure su gestión, lo que suena raro, sobre todo en un año electoral.
“El expediente habla por mí”
Consultado para esta nota, el Director de Cultura José Luis Aguilar fue escueto. Sostuvo que todo lo que tenía para decir ante las consultas recibidas por parte del Gobierno del que forma parte lo hizo por las vías correspondientes. A cada expediente ingresado, respondió en tiempo y forma por escrito, por lo que consideró que esos textos hablan por él en torno a cada tema.
Sobre las implicancias políticas que pudiera tener a futuro la divulgación pública de las dos circunstancias por las que fue consultado –el expediente de los museos y el sumario por una factura de un festival–, sólo se limitó a responder: “Hemos laburado siete años como perros y seguimos haciéndolo”. Dijo que hablaba en plural porque son “muchos los que conforman este grupo”.