El juicio oral por el crimen de Rodolfo Uballes será en Junio de 2006

El Tribunal Oral Nº 1 de San Nicolás fijó fecha para el Juicio Oral y Público por el crimen de Rodolfo Uballes para el mes de Junio de 2006, y cerrará entonces una de las causas policiales más complejas de los últimos años. Fuentes de ese tribunal confirmaron que en la causa en la que intervino la Fiscalía Nº 3 a cargo de la Dra. Helena Terreno, figuran sólo dos imputados que serán juzgados entonces, por un lado el sampedrino Marcelo Fabián Romero y Rubén Larrosa de Capital Federal, el primero sindicado como “autor intelectual” del hecho y el segundo como autor material junto a otra persona de apellido Verón que jamás fue detenida. Romero goza desde hace largo tiempo de un arresto domiciliario que se le había otorgado porque era el único sustento de su familia, y según habían comentado fuentes de la justicia se radicó en el Gran Buenos Aires en el domicilio de familiares. El mismo beneficio lo había recibido entonces Ramón Alberto Verón, un hombre de Capital Federal al que se consideró en principio implicado en el crimen, pero luego el mismo fue sobreseído porque se confirmó que era su hermano y no él el que tenía relación con el hecho. Recién un año después del hecho, durante el 2003, personal de la DDI San Nicolás y de la Policía Federal logró detener en Buenos Aires a Rubén Larrosa que permanecía prófugo y se lo alojó en la Unidad Penal Nº 3. El cuarto hombre en cuestión, fue el policía sampedrino Miguel Escalante, quien estuvo preso durante largo tiempo en el penal nicoleño pero el año pasado quedó en libertad tras considerar la justicia que no existían pruebas suficientes para inculparlo. La carátula para los únicos imputados, Larrosa y Romero, es Homicidio en Ocasión de Robo, un delito que podría ser penado con una condena de entre 10 y 25 años de prisión.

Cuatro años
Rodolfo Uballes, un jubilado que vivía solo en su casa de La Nación 1160, murió el 12 de Marzo de 2002, luego de recibir una brutal paliza y ser maniatado con las sábanas de su propia cama. Su cuerpo fue hallado por un familiar en el piso, en plena tarde de ese día, y poco después según indicaron testigos, de que dos personas llegaran a su casa.
La investigación de este caso, que estuvo a cargo de la Dra. Terreno, fue compleja porque existieron varias versiones que luego fueron descartadas. De todas maneras, la hipótesis principal siempre se mantuvo e indicaba que los ladrones habían concurrido con la intención de robar una importante suma de dinero que suponían que Uballes había cobrado tras la venta de una propiedad. Un dato falso que dio lugar nada más ni nada menos que a un crimen horrendo.
Con el paso de los meses, el círculo de la investigación se fue cerrando en torno a Romero y a dos personas de Capital Federal que habrían sido quienes “visitaron” ese día a la víctima, y quienes finalmente la asesinaron a golpes. Ahora la justicia tiene la responsabilidad de cerrar el último capítulo de esta tremenda historia, aunque todavía resta un año para que se conozca el fallo.