“El gran golpe” a la droga
Parece una película, y con final abierto… Cuatro sampedrinos permanecen detenidos por estar vinculados a la comercialización de estupefacientes. El remis en que viajaban fue interceptado por la policía, en la noche del Sábado. Secuestraron 525 gramos de marihuana en forma de ladrillo, 5 bochas listas para su comercialización y 20 gramos de cocaína. Las claves de la distribución podrían surgir de las comunicaciones celulares.
No es la primera vez que se secuestra droga; es la única en la que se encontró en cantidad suficiente como para hablar de tráfico y conexiones interesantes. Tirar del hilo de esta investigación es comenzar a transitar el camino que recorre la droga que consumen “los que pueden pagarla”.
El pasado Sábado, tras un largo seguimiento por parte de los investigadores, cuatro sampedrinos fueron arrestados y acusados por traficar estupefacientes.
En medio de una inquietante ola de inseguridad y severas acusaciones sobre el origen de la droga que llega a la ciudad, se ha cortado una de las redes que comercializa buena parte de la droga que se consume en San Pedro. Quizás se trate de una de las operaciones policiales más significativas vinculadas a la desarticulación de una red minorista que se abastece en el Gran Buenos Aires desde hace largo tiempo.
Detenidos y complicados
Los involucrados en el caso son todas personas oriundas de nuestra ciudad y mayores de edad, Mario Díaz (52), quien se desempeñaba como chofer del automóvil secuestrado, Lucas Leigue (24), Rubén Cocco (41) y Fabián Criado (30).
Las primeras informaciones revelaron que personal de la Delegación Drogas Ilícitas de San Nicolás, de la Comisaría San Pedro y Vial San Pedro, participaron de un extenso operativo de investigación que tuvo su primer resultado cuando secuestraron un Peugeot 307 color gris perteneciente a la flota de “Remis Salta”.
Tras un minucioso seguimiento, en inmediaciones de Ruta 1001 y ex ruta 9, sobre el ingreso a la localidad de Río Tala, fue interceptado por personal policial reduciendo rápidamente a los cuatro ocupantes. En el interior del vehículo hallaron 350 gramos de marihuana y 20 gramos de cocaína.
Desde hace cuatro meses los investigadores estaban tras los pasos de esta banda y contaban con datos precisos. Esperaron el momento adecuado y finalmente lograron capturarlos en pleno viaje. Fuentes inobjetables confiaron que puntualmente sería Rubén Cocco quien encabezaría el grupo. El hombre que se desempeñaba como chofer de la empresa Remis San Pedro, habría sido quien se contactó con Mario Díaz para solicitarle el viaje, abonando la tentadora suma de 500 pesos para dirigirse a la localidad de Villa Soldati. Hay que tener en cuenta que un trsalado de estas características cotiza como máximo en cualquier agencia un promedio de 250 pesos más el peaje.
Las cuatro personas, a bordo del automóvil Peugeot 307 gris propiedad del comerciante Luis Corti (dueño de un conocido comercio emplazado frente al Barrio FONAVI I), partieron alrededor de las 15 horas con destino al Gran Buenos Aires. Tras adquirir la mercadería requerida en una villa de emergencia emprendieron el regreso.
No imaginaban que la policía había reunido datos puntuales y uno de ellos indicaba que a esa hora ingresarían a la ciudad. Así fue como interceptaron el vehículo, secuestraron la carga y detuvieron a sus ocupantes.
La causa está siendo investigada por la Fiscalía Nº 6 a cargo del Dr. Darío Giagnorio, y está enmarcada como Infracción a la Ley 23.737 (Ley de Estupefacientes) que penaliza la tenencia de drogas para su comercialización.
Los cuatro quedaron alojados en la Comisaría de nuestra ciudad, y en la mañana del Lunes fueron trasladados a los Tribunales de San Nicolás donde prestaron declaración. Lejos de ser liberados, fueron devueltos a los calabozos de la policía local a disposición del Juzgado de Garantías. No se descarta que en cuestión de horas sean trasladados a otra ciudad por una cuestión de cupos y seguridad.
Según se pudo saber, y a pesar de que algunos familiares de los involucrados se encargaron de desvincularlos de lo sucedido, la situación de estas cuatro personas es por demás de complicada, pues se estima que todos estaban al tanto de la operación que iban a realizar.
Allanamientos y más pruebas
Con datos precisos, el personal de la Delegación Drogas Ilícitas que permaneció en nuestra ciudad apoyado por la Comisaría San Pedro, efectuó tres allanamientos durante el atardecer del Lunes. Uno de los operativos se registró en una vivienda sobre calle Combate de Obligado al 1900, otro sucedió en un departamento del Barrio Fonavi I y el restante en una casa de Cucit y Los Andes, todas pertenecientes a los involucrados. Los resultados de los allanamientos fueron altamente positivos ya que en el último se encontraron varios bagullos de marihuana, tuqueras, y envoltorios con vestigios de marihuana. Además hallaron una carta que uno de los detenidos había enviado a un familiar durante las horas previas al allanamiento, en la cual no hacía más que aportar datos por demás de determinantes. Fue así como esta persona fue trasladada a la Comisaría en carácter de encubridora. Al mismo tiempo desmantelaron totalmente el vehículo donde, sorpresa de los investigadores, encontraron -detrás de uno de los paneles de la puerta lateral derecha- 5 bochas de marihuana listas para comercializar, un envoltorio conteniendo 175 gramos de marihuana en forma de ladrillo y una billetera perteneciente a quien había enviado la citada carta.
La investigación continúa
Si bien a la hora de las consultas el Fiscal Darío Giagnorio pidió cautela y tiempo, se espera poder obtener muchos más datos que bien podrían dar con otras personas vinculadas a este episodio. “No se descarta nada”, dijo el agente judicial.
El secuestro de los celulares pertenecientes a los detenidos sería determinante, aunque el estudio de las llamadas y los mensajes de texto recibidos llevará unos seis meses hasta tener algún resultado en concreto. Según cuentan, durante el procedimiento, los teléfonos no pararon de sonar y recibir mensajes. Todos estos datos podrían determinar la participación de otras personas, además de poder comprobar cual era el verdadero rol que cumplían al menos los tres pasajeros; en este caso se estima que Leigue y Criado eran los vendedores o “punteros”. También es el deseo de los investigadores poder llegar hasta las últimas consecuencias para poder saber si el “negocio” llegaba hasta los involucrados o detrás suyo hay otras personas que realizaban la logística para “hacer los mandados”.
Según trascendió en los celulares hay muchos registros de “pedido” para consumo minorista que podrían ayudar a cerrar el círculo de los distribuidores.
Un gran negocio
No es novedad que detrás de la comercialización de estupefacientes existe un gran negocio. Es allí donde nacen las incertidumbres sobre la participación y vinculación de los detenidos con el hecho. Haciendo hincapié en lo secuestrado, se estima que estas personas deberían haber contado con no menos de 2.000 pesos. Los 500 que se habrían abonado para efectuar el viaje, y unos 1.500 para pagar la mercadería.
Según los cálculos efectuados, teniendo en cuenta la cantidad de sustancia secuestrada, las ganancias ascienden a cifras sumamente importantes. Por ejemplo, de los 525 gramos de marihuana en forma de ladrillo secuestrada el Sábado y el Lunes, se estima que se fabrica un promedio de 800 “porros”. Estos, en la actualidad se comercializan a 4 o 5 pesos según su calidad y comprosición, es decir que la ganancia ascendería a unos 3.200 pesos. Por su parte, de cada bocha secuestrada (en total fueron 5), se arman hasta 6 cigarrillos, es decir 24 pesos cada una, que, multiplicada por 5 se cotiza en 120 pesos. Es por eso que se espera poder ajustar la investigación, debido a que la vida que supuestamente llevaban los detenidos no se condicen con las cifras que se manejan en este gran negocio.
“Hay que agarrar al que los banca” se escuchó decir a un allegado amigo de uno de los detenidos quien apunta su mirada a una persona que posee un muy buen pasar económico y tiene como pantalla un negocio legalmente habilitado que le permite realizar en las sombras compra y venta de objetos robados y aporte de dinero para “los viajecitos” .
“La verdadera dimensión está en el lugar de compra” dijo una alta fuente policial, señalando que la multiplicidad de viajes realizados ha abastecido a varios sampedrinos durante meses. Quizás, esta vez, la Justicia pueda hacer mucho más que en pequeños casos de consumo que hoy se analizan en la Corte Suprema.