El Gobierno prepara la ciudad “para el peor escenario” posible para que la contingencia no sorprenda
A pesar de que San Pedro no tiene casos confirmados y los sospechosos sobre los que se esperan resultados son pocos, el Gobierno local aunó esfuerzos con el sector privado para preparar el sistema de salud para abordar cualquier contingencia. El Hospital privado Sadiv puso a disposición y prepara sus instalaciones, con capacidad para más de 100 camas, y un grupo de sampedrinos trabaja en un prototipo de respirador para hacer frente a un eventual desborde.
El Gobierno local tiene como objetivo preparar a la ciudad “para controlar un eventual brote de casos” de COVID-19, según dijo el propio Sancho. “No tenemos ninguno, pero tenemos que estar preparados”, aseguró.
“Lo más importante en este momento es pedirle a la gente que se quede en la casa, salir por extrema necesidad”, dijo el secretario de Salud, Guillermo Sancho, que encabeza en San Pedro el equipo que coordina la intervención municipal ante la emergencia sanitaria por coronavirus.
El funcionario del área de Salud pidió a la sociedad “que colabore fuertemente con la cooperadora” del Hospital y reveló parte de lo que denominó un “proyecto ambicioso” para que la ciudad esté lista para el peor de los escenarios posibles, a pesar de que todavía está lejos de las problemáticas que se viven en otras partes del mundo o del país.
Sadiv, listo para la contingencia
“Hay que prepararse para lo peor”, es la regla que repiten los especialistas. Por ello todos los actores de la salud en San Pedro aunaron esfuerzos y trabajan en conjunto: autoridades sanitarias y el sistema de salud pública; efectores privados como Sanatorio Coopser, Clínica San Pedro y el Hospital privado Sadiv; el Círculo Médico.
“Es muy importante mantener la tranquilidad”, dijo el doctor Eduardo Liljestrhöm durante la recorrida en la que guió a La Opinión por las instalaciones del Hospital privado Sadiv, que estaba en plena tarea y cuyas imágenes pueden verse en la página de Sin Galera en Facebook. “Hay que extremar las medidas para que no tengamos que usar la terapia intensiva”, señaló el cirujano.
Sadiv trabaja contrarreloj para dejar en condiciones de utilizar las instalaciones que todavía no tenían pensado inaugurar: seis camas de terapia intensiva y cuatro de unidad coronaria, equipadas con camas, respiradores y con aparatología y mobiliario de última generación.
Además, hay 35 camas de internación a disposición y otras 25 que también se están preparando para poner a disposición del sistema de salud sampedrino ante la emergencia sanitaria. Entre las habitaciones preparadas hay también para recibir pacientes pediátricos.
Las habitaciones del Hospital privado Sadiv están equipadas con un panel con bocas de oxígeno, de aire comprimido y de aspiración, baño privado y ventanas que permiten que la luz natural ingrese, con la importancia que ello tiene para la salud.
Hay habitaciones con dos camas y hay otros espacios que permitirían disponer más camas ante una emergencia extrema, al punto de que se calcula que podrían alcanzar hasta 110.
“Nos ofrecieron el lugar para internar y vamos a aprovechar todo, diálisis, guardia y alguna cuestión de terapia intensiva. Tiene una infraestructura, tienen panel de oxígeno 94 de las 110 camas. Tiene oxígeno central, eso es muy importante”, señaló el secretario de Salud, Guillermo Sancho en Sin Galera el sábado, cuando anunció la novedad.
Carlos Vitale, desde Sadiv, señaló por su parte que el Gobierno municipal “tuvo muy claro que había que juntar voluntades”. En una reunión de la que participó el secretario de Salud y la presidenta del Círculo Médico, Liliana Doldán, el Hospital privado ofreció sus instalaciones.
“Esta era la forma de ir por lo más, para que Nación y Provincia ayude y facilite algunas cosas que faltan aquí, por el momento no hubo ayudas porque hay urgencias, por supuesto, pero estamos a la espera de una segunda etapa. Mientras tanto, el Municipio determinó que hay que prepararse para el peor de los escenarios, que sería que tengamos que usar estas instalaciones, y está poniendo sus propios recursos y sus insumos para ello”, señaló Vitale.
El responsable de Sadiv destacó, en ese sentido, la importancia de colaborar con la campaña que inició la cooperadora del Hospital Emilio Ruffa para reunir fondos que permitan abordar la problemática relacionada con el coronavirus (ver página 17).
Un respirador de bajo costo en San Pedro
Un grupo de sampedrinos, del que forma parte el director de Modernización municipal, Hernán Contreras, trabaja en el prototipo de un aparato para ventilación automática de pacientes con insuficiencia respiratoria como el que ideó en Jerusalén el médico Elhanan Fried, que podría costar alrededor del 1 por ciento del valor de un respirador.
“Somos todos sampedrinos. Somos cinco más algunos colaboradores en tareas específicas como dibujo CAD o corte láser de piezas», dijo Contreras al ser consultado respecto al diseño y fabricación del prototipo que están experimentando.
El grupo está integrado por el ingeniero Christian Tronconi, los profesores Alfredo Varela y Fernando Giménez y Diego Iturri, empleado de la Dirección que conduce Contreras.
El funcionario explicó que esta semana podrían tener terminado el primero y destacó que, si el modelo es apto y obtiene aprobación, podrían fabricarlo en escala como para abastecer a la ciudad en poco tiempo.
Un respirador hoy está valuado en cifras que van desde los 15.000 a los 20.000 dólares y la alta demanda que se suma a que toda la existencia fue adquirida por el Gobierno nacional hace que su distribución dependen de índices poblacionales, capacidad sanitaria instalada y otras variables.
El que fabrica el grupo sampedrino con materiales que han conseguido a fuerza de búsqueda tendrá un costo de entre 100 y 120 dólares. “Si salvamos una sola vida, ya está”, dijo Contreras a la hora de hablar de la posibilidad de transformar tecnología 3D tomando en cuenta que en la ciudad hay muchas personas que tienen este tipo de impresoras que podrían compartir la tarea.